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"En 2017 hay que esperar una economía de mucho conflicto"

Panorama económico

En una entrevista con el tucumano, el economista Hugo Ferullo analiza la situación actual del país y vaticina lo que se viene para el próximo año.

Foto: Diario La Gaceta





“Si uno hace un balance de este año tiene que concluir que el panorama es muy malo porque hay muy pocas cosas positivas que se le puedan mostrar a la gente. Pero sí, en cambio, para algunos pequeños sectores que son aquellos a los que les convendría que el Estado desaparezca porque tienen concentrada la renta. Esta es una economía pre-capitalista, no una economía competitiva. Es una economía con grandes propietarios y grandes monopolios que ahora son los que deciden del lado del Estado. Ya no necesitan hacer lobby porque ahora el que gobierna es el sector.”, el diagnóstico que hace Hugo Ferullo del 2016 es lapidario respecto a lo que ha sido el desarrollo del país. El economista, que es docente de Macroeconomía en la carrera de Ciencias Económicas de la UNT, resaltó que los grandes sectores exportadores, especialmente agrícolas, y las empresas de servicios (gas, luz, teléfono, entre otras) son los que más se han visto beneficiados con las políticas económicas del actual gobierno nacional.

Según las proyecciones de Ferullo, este año la economía argentina ha experimentado un decrecimiento de entre un 2% y un 3%: “La economía argentina está frenada, con una recesión fuerte. La argentina venía creciendo de un modo débil, porque el año pasado creció apenas un 2,4% y los datos actuales del INDEC indican que estamos en un decrecimiento. Cuando hay decrecimiento,  hay más desempleo, las empresas venden menos y, en general, la gente siente que las cosas están peor desde el punto de vista material”.

Desde la perspectiva del economista, el gobierno ha realizado un diagnóstico equivocado a la hora de emprender su política económica: “El pensamiento económico argentino tiene una deformación muy profunda y hace una lectura del mundo muy simplista que es que los mercados son competitivos y, por lo tanto, resuelven de la mejor manera todos los problemas de la gente. Entonces, no se necesita ningún tipo de regulación de parte del Estado porque toda la tarea de lograr eficiencia económica y crecimiento la hace el sector privado, como si los mercados fueran perfectamente competitivos. El tipo de proyecto económico y productivo que tiene hoy la argentina es de una miopía infinita. Creer que el país no tiene fallas de mercado es una aberración. Cuando los mercados son competitivos no hay mucho por hacer, hay que dejarlos funcionar, cuando no, como lo son la mayoría de los mercados argentinos, hay que tener una regulación inteligente para sacar las divisas necesarias para que el sector industrial no quiebre como está quebrando. Con el agravante de que se abren las exportaciones para frenar la inflación y cada vez perjudican más al sector productivo”.

Ferullo analiza algunas de las claves para entender el 2016 en materia económica y proyecta qué es lo que podemos esperar para el año que viene.


El negocio del año

Según el economista, luego de liberar la cotización del dólar y producir una depreciación de la moneda de alrededor del 50%, el gobierno intentó contrarrestar el avance del tipo de cambio a través de una política financiera a corto plazo con las LEBAC (Letras del Banco Central) que resultaron un negocio muy ventajoso: “A través de las LEBAC el gobierno argentino le ofrece una alternativa a la gente para que no compre dólares. Instauró la venta de una deuda pública desde el Banco Central que se convirtió en un negocio financiero redondo. Con  eso la gente tiene una salida a corto plazo que ha resultado un negocio híper rentable para los tenían dólares y los vendían para comprar LEBAC. Luego, las tenían tres meses y las vendían para comprar más dólares que la inversión inicial con una rentabilidad que prácticamente no se da en ningún lugar del mundo. ¿Qué ha logrado el gobierno con esto? El dólar está con tendencia hacia arriba, la inflación alta y no sé cómo va a salir ahora de este juego de las LEBAC. Han creado un instrumento financiero que lo único que hace es llenar de deuda al Estado porque a esos papeles después hay que pagarlos y el Estado paga intereses”. Aunque las LEBAC resultaron un gran negocio financiero desestimularon a las inversiones genuinas, además de suponer un capital muy superior al que se está discutiendo ahora por los ingresos del impuesto a las ganancias, explicó Ferullo.

 

Sequía de inversiones

“El gobierno ha hecho una apuesta muy ilusa al discurso de poner el país al servicio de las grandes empresas creyendo que eso iba a traer inversiones reales y esa es una ilusión que es fruto del desconocimiento de la vida real. Los empresarios no vienen porque el presidente les diga: el país es suyo, como han hecho ese pequeño Davos (por la reunión de inversionistas de todo el mundo que se realizó en Buenos Aires en septiembre). El mercado se está comprimiendo y los países  vecinos y el mundo entero está en un marasmo, incluso se habla de un estancamiento secular de la economía mundial. Esto va a durar mucho tiempo, es un mundo complicado y hay que saber interpretarlo”, recalcó el economista.

 

Cómo viene el 2017

Para Ferullo el gobierno no revisará su política económica para el próximo año, por lo tanto, pronostica que el 2017 será un año de pugnas políticas y sociales: “Acá nadie tiene tanto poder para hacer ese ejercicio brutal de convertir al país en un país del siglo XIX exportador de granos y de productos que no necesitan de ninguna regulación del Estado. Si dejamos las cosas como están lo que va a pasar va a ser una concentración de la riqueza en las grandes empresas que hoy son exitosas: agropecuarias, industriales exportadores, bancos y sectores de servicios monopolizados, pero van a quebrar todas las empresas industriales medianas y pequeñas, así que eso no es viable. Lo que hay que esperar es una economía de mucho conflicto, tratando de frenar el avance de esta visión del gobierno para impedir que se termine en una crisis porque esto ya se ha intentado en Argentina, en los 90 y en la dictadura militar con Martínez de Hoz. Soy optimista porque creo que la sociedad argentina está bastante madura para torcerle el brazo al gobierno y no dejarlo avanzar como quiere”.

 

Qué puede pasar en Tucumán

En el plano de la provincia,  Ferullo considera que el panorama no ha sido muy distinto de lo que ha sido el año económico en todo el país: “La visión del gobierno tucumano es muy parecida a la del gobierno nacional, más allá del signo político. Tucumán también tiene un desempleo que crece y muchos problemas con las medianas y pequeñas empresas. Estamos en una economía que se contrae, pero los negocios que son el fuerte de la economía local funcionan bastante bien: al azúcar le ha ido bien este año, está en repunte y eso es bastante importante”.  Sin embargo, el economista aclara que la incidencia de la economía local en el plano nacional es mínima, ya que representa sólo el 2% de los ingresos de todo el país.

De acuerdo con su perspectiva, una forma de hacer que le economía de la provincia crezca sería apostar a nuevos tipos de producción. Sin embargo, no ve señales que indiquen que se vayan a producir grandes cambios en el futuro: “Tucumán no tiene creatividad local para generar algo diferente y lo que hace es acomodarse a la situación nacional lo mejor que se puede tratando de que se conserven las producciones que están funcionando. Los gobernantes viven preocupados por las cosas que ya funcionan, pero eso no alcanza y no hay ninguna respuesta creativa de parte de gobiernos que se suponen populares como estos”.