Adiós a Jorge Lanata, el operador que hizo de la desnutrición en Tucumán un show para la TV porteña que aún pervive en la memoria colectiva
Nuestra provincia fue determinante en la carrera del fundador de Página12 y creador de Día D, Periodismo Para Todos y Lanata sin filtro, entre otros. De las lágrimas de Barbarita y el show mediático auspiciado por José Alperovich para asediar a Julio Miranda, a la censura alperovichista en Canal 10 y la respuesta de El Gordo: hizo PPT desde Tucumán y filmó las mansiones del exgobernador.

Jorge Lanata con Bárbara Flores en Tucumán. (Foto: La Gaceta)
El establishment periodístico y el poder político en general -con excepciones como Javier Milei y Cristina Kirchner- despide por estas horas a Jorge Lanata, figura del periodismo argentino que falleció a los 64 años tras permanecer internado casi seis meses y una larga agonía producto de diversos problemas de salud. Fue -entre otras cosas- uno de los fundadores de Página12 y creador de programas como Día D, Periodismo para Todos y Lanata sin filtro.
Tucumán fue un punto clave en su carrera periodística: auspiciado por José Alperovich asedió a Julio Miranda, hizo un show de la pobreza y desnutrición forzando a las lágrimas en televisión nacional a la pequeña Barbarita, para luego lanzar una película alusiva; años después, fue censurado en nuestra provincia por el alperovichismo, que canceló PPT en Canal 10. Pero Lanata respondió haciendo su programa desde Tucumán y filmando in situ las muchas mansiones de Alperovich.
Fue parte del grupo fundador de Página12 en 1987, el diario que marcó una revolución por su estilo disruptivo en la forma de hacer periodismo en Argentina: los títulos agresivos, las tapas satíricas, el humor, las posiciones contundentes alejadas de la mentada "objetividad" profesada, la marcada impronta de la cultura pop fueron algunas de las marcas distintivas del diario preferido del progresismo anti menemista. Lanata fue su director con apenas 26 años.
En Día D montó un show televisado de la pobreza y la desnutrición en Tucumán con el auspicio del senador nacional y ex ministro de Economía, José Alperovich. Acosado, asediado, Miranda consideró renunciar a la gobernación y terminó negociado que el radical Alperovich sea el candidato a gobernador del Partido Justicialista acompañado por Fernando Juri y en desmedro de Olijela Rivas.
Para ello, Alperovich contó con el apoyo de Eduardo y Chiche Duhalde, que fue el único peronista que lo acompañó en su jura tras montar el "Operativo Rescate" tras el escándalo por el caso Barbarita que promovió Lanata y auspició Alperovich, y que dejó a Miranda al borde de la renuncia y el juicio político.
"No, Barbarita, vení vos sóla", le dijo la productora de Día D a la niña tucumana que se convirtió en un símbolo de la pobreza y desnutrición infantil en Tucumán en el año 2002. La niña no quería aparecer en cámara sin su madre, pero el país necesitaba ver el rostro del hambre en nuestra provincia en la entrevista que le hizo María Julia Oliván:
- ¿Qué comiste a la mañana, recién que te vimos que estabas ahí?
- Tortilla.
- ¿Y ayer a la noche?
- Nada.
- Ahora cuando vas al colegio, ¿te dan comida?
- No.
- ¿Estás triste?
- Sí.
- ¿Por qué? ¿Qué pensás? Contame.
- Ayer no hemos comido nada, no teníamos plata.
- ¿Cuántos años tenés?
- Ocho.
- ¿Cuándo seas grande qué querés ser?
- Nada.
Con el caso Barbarita como bandera, Lanata produjo la película Deuda antes de caer en un derrotero periodístico que lo alejó de los principales diarios, radios y canales de televisión por unos años hasta que se relanzó desde Canal 26 y desembarcó en el Grupo Clarín que antes criticaba con Periodismo para Todos los domingos a la noche, Lanata sin filtro en las mañanas de Radio Mitre y su columna de la página 2 de Clarín los sábados.
La llamada "Ruta del dinero K" fue su bandera político-periodística y se convirtió en una estrella del antikirchnerismo, profesor del odio y la división entre los argentinos. El matrimonio Alperovich-Rojkés era uno de los más cercanos a Cristina Kirchner y uno de los blancos preferidos de Lanata, que fue censurado en Tucumán al ser bloqueado en Canal 10. Los tucumanos se volcaron masivamente a ver PPT por Directv en Canal 13 de Buenos Aires o en la web eltrecetv.com.ar, que tuvo récord de visitas.
Así como Alperovich contrató los servicios periodísticos de Lanata para acorralar a Miranda, padeció años después cuando El Gordo respondió a la censura emitiendo su programa-show desde Tucumán, charlando con referentes de la oposición, exponiendo la pobreza y la "dictadura" alperovichista y recorriendo las múltiples mansiones del matrimonio Alperovich-Rojkés en el recordado informe "Los dominios del Zar".
En 2015, el juez Salvador Norberto Ruiz, integrante de la Sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo de Tucumán, reconoció que tomó como prueba una serie de videos de "el programa de Lanata" además de declaraciones del por entonces gobernador José Alperovich y el candidato a sucederlo, Juan Manzur, en el diario La Nación para anular las elecciones provinciales del 23 de agosto junto a su par Ebe López Piossek.
"El que lea el fallo no puede salir a decir que por el programa de Lanata el tribunal se ha pronunciado. Si ve los fundamentos del fallo, hay doctrina y jurisprudencia en abundancia. Lo que se toma es la declaración de Alperovich y Manzur al diario La Nación y Clarín (sobre entrega de bolsones de comida) y los videos que él lleva a su programa" de televisión, dijo Ruiz. "Así funciona el clientelismo político en la Argentina", se tituló el informe de PPT del que se valieron Ruiz y López Piossek para anular los comicios tucumanos.
Años después, Barbarita confesó su gran agradecimiento a Lanata: "Yo no siento que Jorge me haya usado, al contrario, me ayudó muchísimo. Lo único que hizo fue mostrar lo que estaba viviendo. Él no inventó nada, yo no tenía para comer", le dijo a Infobae.
En su cuenta de Facebook, el actor y periodista Juan Carlos Di Lullo escribió un texto dedicado a Jorge Lanata titulado "La grieta" que compartimos a continuación:
Desde ayer por la tarde estoy leyendo y escuchando insultos soeces, panegíricos exagerados, relatos autorreferenciales donde el autor desplaza al homenajeado, críticas duras, elogios excesivos, inexactitudes varias, discursos impostados, plegarias, exabruptos...
El que verbalizó la "grieta" (que existió desde siempre) con un Martín Fierro en la mano, hoy sufre su propio señalamiento. No hay punto medio en esta reacción ante su muerte: héroe o villano, deidad o demonio.
Provocó todo eso a partir de un punto de inflexión en su carrera. Fue allí (y no ayer) que dejó de existir el periodista admirado; fue allí que el personaje se impuso definitivamente sobre el hombre de prensa. No por el giro ideológico (notable, sorprendente) sino por la preeminencia del show sobre el contenido, por la desaparición del dato sepultado por el invento, porque la operación periodística desplazó a la investigación rigurosa.
No hace falta nombrarlo. Todos sabemos quién es. Eso también habla de su centralidad en estos años de nuestra vida cotidiana.
Murió ayer. Lo sobrevive la "grieta".
El caso Barbarita y el hambre en Tucumán en Día D:
Los dominios del Zar: Jorge Lanata en Tucumán:
PPT, Barbarita 10 años después: