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Brenda Uliarte se declaró "participe y encubridora" del atentado a Cristina y después se arrepintió

Atentado a CFK

En una nueva jornada del juicio por el atentado contra la ex presidenta declararon la ex novia de Sabag Montiel y el líder de los copitos quien aseguró que “estaba entonado” cuando escribió los mensajes que lo incriminan.

Foto: Infobae.





Aunque su abogado, Alejandro Cipolla, había advertido a los periodistas que Brenda Uliarte no iba a declarar este miércoles en el marco del juicio que se lleva adelante por el atentando contra la ex presidenta Cristina Kirchner, la ex novia de Fernando Sabag Montiel se declaró como “participe y encubridora” del hecho, aunque instantes después se desdijo. Su defensor había dicho que la mujer no estaba en condiciones por haber ingerido pastillas que le alteran la lucidez. También declaró Nicolás Gabriel Carrizo, el llamado jefe de los copitos. 

La insólita intervención de Brenda Uliarte en el juicio fue plasmada por los periodistas Patricia Blanco y Martín Angulo en una crónica publicada este miércoles en Infobae. Sabag Montiel había declarado la semana pasada en el inicio del debate cuando habló de su objetivo de “matar a Cristina” y no dejó bien posicionada a su ex novia: “Yo la quería matar y ella quería que muera. Si bien en los chats decía que quería hacerlo, yo nunca le dije o le ordene a que lo haga. Nunca le di el arma para que lo haga. Ella quería ser más una espectadora del momento que una participe”. 

Brenda tenía la oportunidad de declarar hoy ante los jueces del TOF: Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari. La joven respondió las preguntas básicas con alguna dificultad. Aunque cumplió 25 años hace dos semanas, dijo que tenía 24, tuvo que un largo “ehhh” antes de decir la fecha y el lugar de su nacimiento, afirmó que trabajaba de quiosquera y cuando la jueza le preguntó “¿en Capital?, la joven respondió “se podría decir que sí”. Detalló que tenía estudios secundarios y el CBC de Medicina, pero no se acordaba si había aprobado alguna materia. Cuando le preguntaron con quien vivía, respondió mirando hacia Sabag, respondió: “con un convicto... y un manipulador”.

La fiscal quiso saber si no trabajaba también vendiendo “contenido erótico”. “Sí, también”, afirmó. “¿Ganó dinero con eso?”, le consultó. “Sí, he ganado”. “¿Va a declarar?, le preguntó la jueza. “Sí, voy a declarar”. Hubo un silencio esperándola. Rompiendo la lógica de los imputados, Brenda entonces decidió que no iba a hacer su propio relato. “Prefiero contestar preguntas”, se atajó. La jueza Sabrina Namer sorprendida reaccionó: “¿No quiere decir nada, contar su versión de los hechos? ¿Quiere contestar preguntas?”. “Sí”, insistió Uliarte. La magistrada le dio entonces la palabra al defensor para orientar el interrogatorio.

“¿En qué consistió el suceso que se discute, qué participación tuvo?”, inquirió Cipolla. “Partícipe y encubridora… Pero. No soy ehh…”, respondió. Brenda hizo un largo silencio y se agarro la cabeza. La fiscal pidió la palabra, pero la jueza convocó a todas las partes a acercarse al tribunal para hablar en privado. 

Brenda esperaba en el estrado. Namer volvió a tomar el micrófono. “Este es un acto de defensa, el tribunal le está tomando declaración porque usted decidió declarar. Esto que diga acá es muy importante porque hace a su defensa. Es importante que sea clara, que se acerque al micrófono, que conteste lo que se le pregunta, pero lo que es importante es que usted, que pidió declarar, trate de ser lo más clara posible. De lo que usted diga pueden desprenderse consecuencias. ¿Le queda claro que es importante este acto y que es para mejorar su situación?”, le explicó.

- Sí, no más preguntas, respondió Brenda

- ¿Cómo no más preguntas?, indagó la jueza

- No, no declaro, anulo”

-No quiere declarar, ¿por qué? ¿No se siente en condiciones de declarar?

-No me siento en condiciones de declarar, cerró.

La jueza entonces informó que se daría por incorporada por lectura la declaración que la joven había hecho en la instrucción. Fue entonces que se abrió otra discusión. La fiscal Baigún reclamó que se leyera la declaración que Brenda Uliarte había hecho cuando estaba representada por el abogado Carlos Telleldín. En rigor no fue una declaración: fue un escrito que la defensa presentó cuando la causa ya había sido elevada a juicio oral y, por lo tanto, no había sido dada en instrucción.

En ese escrito, revelado por Infobae en septiembre pasado, Uliarte dijo que nunca creyó que su ex pareja fuera a concretar el ataque y que incluso ella intentó frenarlo pero no pudo. Describió además a Sabag Montiel como un golpeador y manipulador, y lo vinculó a la agrupación Revolución Federal y al diputado del PRO Gerardo Milman, apuntado en la llamada “pista Casablanca”.

“Yo no sé por qué ‘Nando’ hizo esto, pero sí sé que él no es capaz de organizar y hacer todo esto solo. Claramente alguien está atrás. Yo nunca vi a Milman, pero decían que le pagaba a varias personas para que participaran en manifestaciones y con ello generar disturbios y violencia alrededor de la residencia de Cristina Kirchner. A ver. Yo no digo que financiaron el atentado, pero sí financiaban para agitar y armar quilombo. Y (el jefe de los copitos preso Nicolás) Carrizo sabe todo eso, pero él va a cubrir a ‘Nando’ porque no quiere tener quilombos con los de arriba, saben que hay pesos pesados”, afirmó. Uliarte incluyó en su nueva versión que escuchó a su ex pareja hablar antes del atentado con “una tal Carolina” y que cuando ella le pidió explicaciones le dijo que era “la secretaria de un amigo” y le pidió que no “rompiera” con sus celos. La secretaria de Milman que estuvo en el bar Casablanca, donde al diputado supuestamente lo escucharon anticipar 48 horas antes el atentado, se llama Carolina Gómez Mónaco.

El Tribunal ya rechazó incorporar esa declaración en la causa. “Si la señora Uliarte quiere reproducir acá eso es otro tema. Para nosotros (ese escrito) no está incorporado. La señora dijo que no quiere declarar, pero eventualmente si esa ampliación quiere hacer referencia esa sería la manera” de incorporar esa versión.

 

La “joda” del líder de los copitos

Nicolás Gabriel Carrizo, el llamado jefe de los copitos, declaró hoy en el juicio oral en el que está acusado junto a Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte de intentar matar a Cristina Kirchner en septiembre del 2022. Lo incriminan una serie de mensajes de WhatsApp en los que habla sobre cómo se organizó el atentado.

“No lo quiero tomar como excusa, pero estábamos tomando un fernet, el alcohol era habitual. Estaba entonado y empecé a mandar mensajes. Les juro que nunca me lo tome con la seriedad que tenía que ser. Hace un año y nueve meses que me estoy castigando por esto. Lo que dije nunca fue cierto, fue en joda”, dijo ante el Tribunal Oral Federal 6 de Comodoro Py.

“Estaba esperando un montón para hablar con ustedes. Parecía que esto iba a resolverse antes y por fin puedo dar mi versión y no lo que se dice en los medios de comunicación o en la causa”, fue lo primero que dijo Carrizo.

Luego contó su historia. La muerte del padre, que se tuvo que hacer cargo de su hermano con problemas psiquiátricos, sus dos hijos y la necesidad de trabajar. Relató su emprendimiento como vendedor de copos de azúcar y que conoció a Sabag Montiel y a Uliarte por el grupo de WhatsApp “Girosos” que integraban varias personas. Relató que los conoció personalmente en una fiesta, en junio 2021, y que luego se vieron en otras oportunidades, en una de las cuales les ofreció trabajar como vendedores de los copos.

Además, informó que por una amiga se enteró de que habían querido matar a Cristina Kirchner, el 1 de septiembre de 2022, y que había sido Sabag Montiel. “Fuimos todos corriendo a prender el televisor y ahí estaban las repeticiones de él entre la multitud tratando de gatillar en la cabeza de Cristina Kirchner. Esa noche dijimos ‘vamos a chusmear que onda’. Lo primero que hicimos fue llamar a Brenda (Uliarte). Al final atendió mi teléfono, le dijimos que le teníamos que decir algo, pusimos el altavoz y ella nos dijo que no lo podía creer. La llamamos de chusma. Ella nos dijo que hace dos días que no lo veía (a Sabag Montiel) y ahí empezó con sus cosas fantasiosas”.

Luego contó que él, y el resto de los vendedores de copos, tenían miedo que los relacionen con ellos y que le ofrecieron ayuda a Uliarte. Así fue como al día siguiente le dieron una entrevista al canal de noticias Telefé porque dijo que lo entendieron como una oportunidad de aclarar todo. Pero después supieron que Uliarte les mintió en distintas cosas y que por eso decidieron ir a declarar a la policía. Desde allí los llevaron a los tribunales de Comodoro Py a declarar como testigos. Carrizo dejó su celular, dio la clave y cuando días después lo llamaron para que lo vaya a buscar quedó detenido.

En su celular se encontraron mensajes donde habla de la organización del atentado. Son del mismo 1 de septiembre y se los envió a Andrea Posadas, su hermanastra: “Esto estaba planificado para dentro de una semana. Hizo todo mal. Es un pelotudo”; “estamos decididos a matarla a puta esa”; “Cristina tiene miedo. Salió mal, pero tiene miedo”; “mi amigo estuvo a un segundo de convertirse en héroe nacional, Andrea. Estuvo muy cerca. Falló el arma. No lo entiendo. Andaba bien”; “mirá, no sé si es una buena noticia, pero el arma con la que intentó ponerla no es la mía, yo le di un 22 corto... Recién hablé con la novia y la tiene ella, así que mañana la vamos a ocultar y vamos a ir a Crónica a hablar”. El arma que Carrizo dice que entregó nunca se encontró.

Carrizo dio hoy su versión de esos mensajes, y de otros que envió con frases similares: “Cuando pasó lo del atentado abrí el celular y salían muchos memes, comentarios, cosas que se tiran para el chiste. Yo me prendí de eso y no lo quiero tomar como excusa, pero estábamos tomando un fernet con los chicos, el alcohol era habitual. Estaba entonado y empecé a mandar mensajes. Primero fue a la hija de la pareja de mi papá (Andrea Posadas), sobre que éramos una organización, la empecé a joder. La idea era que se coman el verso. Tengo ese humor, hacerle creer algo a alguien para que tenga una reacción. Y a Jonatan Posadas (hermano de Andrea), que está en el Polo Obrero, le dije que estaba todo organizado. A un amigo le dije que íbamos a matar al jefe de la izquierda. La realidad es que no conozco a nadie, no sé quién es el jefe de la izquierda. En su momento les juro que nunca me lo tomé con la seriedad que tenía que ser. Hace un año y nueve meses que me estoy castigando por eso. Lo que dije nunca fue cierto, fue en joda”, dijo con la voz entrecortada.

“No puede ser que por esto esté acá. No lo puedo creer. Las cosas que me desvinculaban del caso nunca las tomaron en cuenta. Lo que declaré nunca me creyeron. Si pudiera volver el tiempo atrás, ni siquiera la hubiese ayudado a ella. Cometí dos errores. Mandar los mensajes y ayudarla a ella”, dijo Carrizo en referencia a Uliarte. E insistió con la broma de sus mensajes: “Es por lógica que son chistes, son jodas que hice. En ningún momento le pasé un arma a ella (Uliarte), nunca le di a un arma a nadie, nunca tuve un arma en mi mano, nunca disparé, no sé nada de eso. Lo único que quería era que se coman el verso”.

También dijo que no sabía nada del atentado que hizo Sabag Montiel y que nunca cruzó mensajes sobre el tema, “Por qué no me ponen el aparato ese que te ponen para decir la verdad”, pidió Carrizo que lloró en varios tramos de su declaración.