"Él le fue apagando su luz": la violenta y trágica historia de Noelia Sosa
Noelia Sosa se quitó la vida el Día de la Madre del 2022 tras intentar denunciar a su pareja por violencia de género. El hombre fue condenado ayer en un proceso histórico para Tucumán.
El domingo 16 de octubre del 2022, en pleno Día de la Madre, la familia de Noelia Sosa, una joven tucumana de la localidad de Trancas, vivía un momento de plena amargura y confusión, al enterarse de que Noelia se había quitado la vida. Lejos de ser un caso más de suicidio, el de Noelia saltó rápidamente a los titulares de los medios provinciales y nacionales como el caso de una mujer que sufría violencia de género y tomó la drástica decisión, después de que la policía de su ciudad no quisiera tomarle la denuncia.
El día del hecho, Noelia (30) concurrió a la comisaría de la ciudad de Trancas acompañada de una amiga para denunciar a José Balegno (39), su pareja. Una vez allí, tras un largo tiempo de espera y después de una charla privada con uno de los policías, se cruzó con Balegno en el lugar, quien, a su vez, había ido a denunciarla a ella por lesiones. A él le tomaron la denuncia. Noelia regresó a su casa y terminó con su vida.
Esto desató un escándalo tan grande que la cúpula policial fue removida y una mujer fue designada a cargo de esa comisaría donde a Noelia no le tomaron la denuncia. Días atrás, transcurrió un juicio histórico en Tucumán, en donde por primera vez se juzgó un hecho de violencia de género con una víctima ya fallecida, tras el cual José Balegno fue condenado a dos años de prisión en suspenso por el delito de lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género en perjuicio de Noelia Sosa. Para sorpresa de la familia de la víctima, durante el juicio, Balegno negó tener una relación formal con la joven madre. “Éramos amigos con derecho a roce” declaró el imputado, comentario que indignó a quienes amaban a Noelia.
Andrea y Noelia se conocieron en el 2017. Con el tiempo se convirtieron en algo más que mejores amigas, eran hermanas. “Yo la conocía de hola y chau, pero cuando me mudé a vivir al lado de ella empezamos a entablar amistad. Tenemos hijas de la misma edad, compartíamos todo. Por ejemplo, ella me ayudó a entrar a trabajar en la misma estación de servicio donde trabajaba ella, entonces compartíamos laburo, hogar, amistad de hijos, todo” explicó Andrea para eltucumano.
“Yo prácticamente me separé escapándome, no tenía nada, Noelia me presaba su escoba, platos, todo. Nos hicimos como inseparables. Nos turnábamos con los chicos para cambiarlos y llevarlos a la escuela. Éramos dos mamás solteras muy unidas. Los fines de semana los chiquitos de ella se iban con su abuela al campo desde el viernes, y como ella recién iba los domingos al campo, se quedaba conmigo. Era una persona súper divertida, siempre con sus anécdotas, sus chistes, en un momento que yo estaba atravesando una depresión, si no le respondía los mensajes, ella entraba directamente, me hacía levantar, bañarme, pedir comida. Tenía una luz inmensa. Desayunábamos juntas, comprábamos las tortillas para las dos. Ella siempre cambiándose el color de pelo, su estilo, su maquillaje, sus cremas, sus perfumes. Era muy cuidadosa. Le encantaba cuidar su imagen, nunca iba a ir a trabajar sin su remera planchada, sin ropa que le combine” recuerda la joven tucumana sobre su inseparable amiga.
Como buenas amigas, Noelia y Andrea se contaban todo. Por eso, Andrea fue una de las primeras en conocer su relación con José. “Al principio había mucho entusiasmo, pero muy rápidamente todo se fue apagando en su rostro. Se le fue apagando esa luz que ella tenía. En el año y medio que duraron juntos, todo era peleas. Ella dormía mucho en su casa los fines de semana, pero no era porque hacían cosas juntos. Él se iba a de joda y ella se quedaba encerrada. Volvía a la madrugada borracho, ella se enteraba de cosas que había hecho, de infidelidades, y empezaban las peleas. Se separaban, él la buscaba en la casa, se plantaba en la playa de la estación de servicio, le insistía hasta que volvían y así”, recordó.
“Él dice que Noelia estaba obsesionada con él, pero yo soy testigo de las veces que lo dejó, y como él la acosaba para que vuelvan. Yo no le tengo miedo, Cinthia, la misma amiga que la acompañó a denunciar, tuvo problemas con él por haber insistido a Noelia que se separe. Le gritaba ‘gorda puta’ en todos lados. Es violento, y todos en Trancas lo saben”, aseguró.
“Noelia era una chica vergonzosa, yo le vi los moretones y le dije que lo denunciemos, pero me mintió que eran de los perros los golpes. El día que se animó a denunciarlo estoy segura que debe haber sido muy fuerte todo. Todas las noches me duermo llorando y pensando en ella, la extraño tanto. Quiero que se cumpla esa última voluntad, su voluntad de denunciarlo. Sabemos que ella se quitó la vida sola, pero antes de eso hubo un mal accionar policial, y una persona que salió totalmente limpia. Queremos que se lo juzgue por lo que ella quiso denunciar ese día en la comisaría. Nada más”.
Alejandro, hermano de Noelia, tiene una versión muy similar de los hechos: “Mi hermana era tan vergonzosa... Yo no me puedo imaginar lo que debe haber pasado ese día para que ella vaya y se plante en la comisaría por horas. Era una persona que unía todo: la familia, los amigos, todo”.
Según el hermano de Noelia, la historia entre los Balegno y los Sosa no es una historia reciente, ya que los conflictos entre ambas familias existen desde hace más de 10 años por cuestiones legales relacionadas a unas tierras. Por eso, a pesar de conocer la existencia de la relación entre su hermana y José, ellos habían tomado la decisión de no vincularse con él: “Nosotros no queríamos verlos juntos. Nos dolía que esté con él, porque tenemos una historia muy fuerte por detrás en donde el hermano de Balegno se aprovechó de mi papá. Pero sabíamos desde el momento uno que estaban juntos. Mi hermana estaba todos los findes en su casa, le cocinaba, le planchaba, hasta le hacía la sopita para que se recupere de la resaca”.
Estas declaraciones de los conocidos de la joven que pronto cumplirá el primer año de su fallecimiento, tienen la intención de desmentir los dichos del acusado de que su relación era ocasional: “Es de un machismo tremendo que diga que mi hermana era una amiga con ‘derecho a roce’. En el juicio él sacó dos testigos que son primas nuestras, a una la van a imputar por falso testimonio. Fueron a contar situaciones que realmente no se han vivido. Dijeron que mi hermana era muy violenta, y todos los que la conocen saben que ella era totalmente sumisa. Lo que más ruido nos hizo fueron unas capturas de pantalla que ellos presentaron, capturas que no fueron aceptadas como prueba, son capturas sueltas, en donde se ve que ella le hacía saber que se sentía mal y él se le burlaba. Nos quedó una sensación de mucha bronca”.
La querella se encargó de aclarar que no habían denunciado a Balegno por la muerte de la joven: “No estamos diciendo que sea asesino ni que haya habido una incitación al suicidio. Para nada. Lo que queremos es que se lo juzgue por lo que Noelia denunció, en este caso, lesiones leves y por la rotura de su celular el día de la pelea. Queríamos que se siente en el banquillo y que cuente cómo era la relación que tenía con mi hermana. Limpiar su nombre. Somos conscientes de que tendrá una pena muy chica, pero esto se trata simplemente de sanar un poco lo que venimos sufriendo desde el día uno”, remarcó.
“Nosotros somos una familia muy humilde, no la tenemos fácil. Balegno nos ofreció un arreglo económico. Hubiera sido sencillo aceptar el dinero, bastante falta nos hace. Sin embargo, elegimos la verdad, elegimos limpiar el nombre de mi hermana y cumplir su última voluntad”, destacó el hermano.
Noelia tenía 30 años cuando se quitó la vida ese Día de la Madre. Su mayor sueño era poder construir su casa propia en la zona rural donde se había criado, en la casa de su abuela. Que sus hijos tengan una infancia sana. Que tengan caballos, que disfruten de la naturaleza. Su familia y sus amigos aseguran que en su despedida, todo Trancas se hizo presente. Era simpática, trabajadora y regalaba una sonrisa, aún en sus peores momentos.