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¡Ideal para estos días! así se hace la empanadilla tucumana de batata

COCINA

¡Te pasamos la receta para que te animes a prender ese horno de barro y aprovechar los últimos fríos!





Sin duda alguna, los tucumanos somos fundamentalistas de una buena empanada, sentimiento que se comparte con fervor por todos los que habitan esta provincia, y también un poco cada una de las provincias del NOA.

Escuchar sobre una empanada dulce parece un crimen que, para algunos, merece un castigo de lo más medieval posible. Sin embargo, hay una empanada dulce que nos ablanda el corazón y nos llena de recuerdos hermosos: la empanadilla de batata.

En estos días la frescura se ha hecho parte del paisaje, y seguramente muchos tienen ganas de prender sus hornos de barro para ir despidiéndonos de este invierno que, aunque un poco atípico, nos despide con temperaturas acordes a la estación.

Hoy te contamos el paso a paso de esta receta que, si bien no es compleja, requiere sus horas de preparación.

Los ingredientes:

  1. 2 kg batatas
  2. 750 g azúcar
  3.  Esencia de vainilla (una cucharadita)
  4.  Ralladura de limón (opcional)

para la masa:

  1. 1 kg de harina común.
  2. 250 g grasa vacuna derretida
  3. 660 cc de agua tibia con sal.

El primer paso, es lavar muy bien las batatas y poner a hervir las mismas, con cáscara incluida. Una vez que estén tiernas, sacarlas y pelarlas (¡ojo con quemarse!).

Mientras las batatas todavía están calientes, toca hacer puré, mientras en una olla se pone el azúcar a fuego lento, y dejamos que se vaya formando un espeso caramelo.

Una vez que el caramelo está listo, toca agregar 700 cc de agua hierviendo y revolver con cuchara hasta que quede mucho más diluido. Luego, agregar a esta mezcla todo nuestro puré de batata, y una cucharadita de escencia de vainilla. Mezclar con cuchara de madera a fuego bajo, hasta notar todo perfectamente integrado.

Ahora que tenemos el dulce listo, vamos a proceder a hacer la masa.

El primer paso, hacer una corona con el harina y agregar al medio la grasa y el agua tibia con sal (una salmuera). Ahora si, a amasar y formar esa masa. Una vez que obtengamos consistencia homogénea, reservar en la heladera con un papel film o una bolsa, al menos durante 30 minutos.

El paso siguiente, es hacer lo mismo que con una empanada salada: bollar y hacer pequeños discos. Estirarlos, y poner el relleno.

Este paso, aunque parezca menor, es muy importante, ya que muchos aseguran que las empanadillas son más ricas cuando la masa es delgada y crocante, y cuando el relleno no es excesivo. Es decir, cuando puede ser disfrutada en solo tres bocados.

La marca distintiva de la empanadilla dulce, es que debe ser cerrada con un tenedor haciendo presión para que no se abra. Las asaderas en las que serán horneadas, deben estar previamente enharinadas. Además, el horno también debe estar a temperatura alta, pero debe bajar a media para hornear nuestras delicia tucumana, tan antigua y conocida como los tiempos de la colonia.

Una vez que veamos la masita dorada, sabemos que las empanadillas tucumanas ya están listas para unos ricos mates.

Polémica: algunas personas eligen glasearlas, mientras otros tantos aseguran que el glaseado es reservado para sus parientas más cercanas: las empanadillas de cayote.