"Si no lo hacés por amor, olvidate": Pepe Ramón, el empresario corazón que cambió la inclusión en Tucumán
Llega a latucumana con gorra, anteojos, una carpeta y el celular que no le para de sonar. Son las familias de chicos con discapacidad que quieren que sus hijos trabajen en Mipol. “Desde que salió la nota en eltucumano, quise empezar a contestar los mensajes y era imposible”. Cómo hizo. VIDEO

Pepe Ramón, Pepe corazón.
Pepe Ramón llega a latucumana con gorra, anteojos, una carpeta y el celular que no le para de sonar. Entre tantas llamadas y mensajes, los chicos de Mipol y las familias de chicos que quieren que sus hijos trabajen en Mipol. “Desde que salió la nota en eltucumano, quise empezar a contestar los mensajes y era imposible”.
Pepe Ramón siempre tiene la sonrisa amable. Siempre. Hasta cuando la vida ("como la vida misma") le pone escollos en el camino, la actitud con la que los enfrenta es la que distingue a este empresario tucumano con el corazón así de grande. “La primera experiencia con los chicos fue en el 95 con Benjamín Flores, hijo de una familia de 8 hermanos, todos los hinchas de San Martín menos él, hincha de Atlético como yo. Hoy tenemos 10 chicos, y vamos a poner uno en cada sucursal del norte: en Salta, después en Santiago del Estero, Jujuy”.
Las repercusiones del acto de amor del creador del Ramonazo fueron totales: “Me llama muchísima gente que quiere hacer lo mismo. Ojo: lo que ven en los videos es la parte linda. Pero después pasan las cosas que pasan en la vida. Eso sí: si no lo hacés por amor, olvidate”.
“Todos los programas que hay para inclusión son muy cortos. Y los beneficios que tienen los chicos los terminan perdiendo. Si tienen un trabajo registrado, los pierden. Hay un vacío legal que estamos tratando de resolver. Pero insisto: estas cosas hay que hacerlas por amor, sino es imposible”, le contó a su amiga Ana Pedraza, quien conoció a Los Leones de Pepe Ramón en una edición pandémica del Ramonazo transmitida por Canal 10.
Anécdotas, miles. Pero hay una que resume cómo cambió Pepe Ramón la inclusión en Tucumán: “Estaba en mi oficina, que queda cerca del baño, y siempre escucho a los chicos del depósito. Una vez un empleado dijo: ‘Acá hace falta gente y siguen contratando tontos’. Yo no le dije nada en ese momento. Esa persona sigue trabajando en la empresa y hoy es uno de los más cercanos a los chicos. Logramos humanizar a la empresa”.
¿Cómo trabajan el Picante, la Dolores y los chicos que todos los días asisten a Mipol Repuestos? “Una vez un chango hacía 300 bidones por el turno, hasta que pusimos a los chicos como Alexis y producían el doble. No es solamente el trabajo. Si algún chico se casa, cumple años, va a un boliche, los invitan. O cuando canta El Picante, que es rapero. Guarda con El Picante: con letra mía, el rap del Picante tiene más de 1 millón y medio de visitas”.
Puso en silencio el celular durante la entrevista, pero la pantalla se ilumina. Son los familiares que llaman: “Es lo más duro. Mucha gente me habla con expectativas. Pero llega un momento donde no tenemos espacio. Por suerte ahora hay empresas que quieren sumar a más chicos y me preguntan cómo hacer".