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"Alguien verás cuando llegues": muerte, miedo y misterio al otro lado del tunel de Rumi Punco, cantado por María Paula Godoy

ARTE

50 obreros murieron construyendo un impresionante tunel que une Tucumán y Catamarca, en una tinánica obra que terminó siendo en vano. 70 años después, una vidala cuenta el misterio de su interior.

Portada de la "Vidala para los túneles de la Merced"





Rumi Punco es una comuna del departamento de La Cocha que significa “Puerta de piedra”. Esta localidad tucumana que limita con Catamarca fue testigo en los años 40 del proyecto ferroviario más ambicioso de Tucumán, con la construcción de una vía férrea que une las dos provincias vecinas, a través de nueve tuneles que suman casi 60 kilometros. Pero en 1952, dicho proyecto era abandonado. La versión oficial es que por las ramificaciones de agua se volvió inviable el pensar que este trayecto era apto para que pasen trenes. Otras versiones consideran que fue algo político lo que hizo que no se utilice tamaña obra.

Lo cierto es que durante los 12 años que duró la magnífica obra, alrededor de 50 obreros y obreras fallecieron trabajando, en accidentes, explosiones y situaciones extrañas. La herida abierta que se llama Rumi Punco en Tucumán y La Merced en Catamarca, está siendo sanada por el arte y la cultura de una tucumana llamada María Paula Godoy.

Esta artista monteriza que desde muy niña se desarrolló musicalmente en Brasil, lugar en donde se había mudado con su familia, retornó hace algunos años al país, y el amor la llevó a vivir ahora en Catamarca, a pesar de que su corazón sigue en Monteros, lugar que visita habitualmente pues aún es la tierra de sus familiares.

Pero las ganas de explorar el entorno han hecho que María Paula  conozca este espacio que la ha llevado a hablar del “otro lado del túnel”: Los túneles de Rumi Punco y la Merced.

“Conocí a la muerte a través de la pérdida de mi padre, cuando era adolescente. Lo que el túnel me trajo en cuanto puse un pie dentro fue una clara vivencia sobre todo lo que soñé, viví, pregunté y leí desde que sufrí aquella pérdida”.

“Detrás de la letra de esta vidala late también el deseo de que podamos aprender a ver la muerte de nuevas maneras, abrazando la totalidad de la vida/muerte como un todo que nos permita ganar segundos, horas y días dentro de la frecuencia del amor”.

María le cuenta a eltucumano.com, que la sensación de estar allí, de ver la luz al final del túnel, de estar en un espacio cargado de la energía y del dolor de muchos obreros que dieron la vida para concretar un ambicioso proyecto (que habría cambiado la vida de los habitantes del NOA en caso de haber funcionado), es tan fuerte e inspiradora que llevó a que ella compusiera esta vidala, la “Vidala para cantar en los Túneles de La Merced”.

Además, este lugar ha generado que decenas de personas que tienen el dolor familiar marcado desde generaciones anteriores, le escriban y le agradezcan por visibilizar esta obra tan grande que le cambió la vida a –por lo menos- dos poblaciones completas, para bien o para mal.
“Cuando lancé el video me escribieron parientes y familiares de personas que estuvieron en esta construcción. Algunos me dijeron que sus abuelos trabajaron allí, con menos de 18 años, otra persona me dijo que su abuela cocinaba para los obreros y que falleció en circunstancias poco conocidas”.

“Un señor de 82 años que se llama Santos Sixto Carrizo, me contó que sus hermanos mayores trabajaban allí, y que cada diez días sus hermanos regresaban a casa, y les contaban de la gran cantidad de explosiones de dinamita que hicieron que tanta gente se muera o que termine con heridas permanentes. Además, tenían mucho miedo porque la gran cantidad de agua que se filtraba era evidente y por eso había temor a los derrumbes. Su mamá vivía con miedo a la muerte de sus hijos”, aportó la entrevistada, sobre algunos de los contactos que se han acercado a ella tras escuchar la vidala.

“Cuando fuimos la primera vez al túnel me tocó atravesarlo. A la vuelta, casi llegando, he visto unas siluetas. Eso inmediatamente me llevó a esa imagen de los relatos que cuentan miles de personas de la experiencia de casi muerte, que ven un túnel y ven a las personas queridas al final del túnel, algo que da muchísima serenidad según todos”. La artista nos reveló que grabó esta imagen, y se la mandó a un amigo que tuvo una experiencia cercana a la muerte, a lo que él le respondió “yo estuve allí”.

La realidad es que la mística y el misterio que envuelven a esta impresionante obra de la ingeniería, es algo que inspira y mueve muchas cosas en las personas sensibles. Además, las historias de todos aquellos tucumanos y catamarqueños que pusieron empeño en algo que quedó en vano, parece ser una herida que sanará con la reivindicación de los túneles como una vista a ese camino a medias entre la vida y la muerte, algo que la vidala de María parece querer subsanar.
 
Solita canta mi alma
Solita quiere cantar
Algo se va en el viento
Algo se va
 
Es lo que escucho de adentro
Es lo que hay que escuchar
Algo tendrá este túnel
Algo tendrá
 
Si es la vida o la muerte
Si es lo que hay de verdad
Algo será que me eriza
Algo será
 
Esta es mi voz en tu eco
Entre el aquí y el allá
Alguien verás cuando llegues
Alguien verás.