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"Nunca más se recuperó": felicidad y drama del niño elegido por El Zorro en Tucumán

HISTORIAS DE ACÁ

José Alberto Soto fue abandonado en la puerta de la Sala Cuna. Estela Flores lo adoptó y a los dos años recibió la primera noticia difícil. Se sobrepuso a la situación cumpliéndole el sueño a su hijo cuando vino Guy Williams, el protagonista de la serie que sigue emocionando a los tucumanos por Canal 10. En esta nota, la señora relata aquel momento y lo que, lamentablemente, pasó después.

El día que vino Guy Williams a Tucumán. A su mano izquierda, José. Las fotos son gentileza de la señora Elena Flores.





José Antonio Soto no tenía ni ese nombre ni ese apellido cuando una noche fría a fines de los 60 en Tucumán fue abandonado en la puerta de la Sala Cuna. Siendo un bebé, lo adoptó la señora Estela Flores, quien creó los corsos en Tucumán y fue la primera patinadora de la provincia. Esa alegría la llevó a adoptar al niño. Una alegría que se transformó en preocupación cuando a los dos años se enteró: “No podía caminar Josecito. Tampoco sabíamos que era sordomudo. A los 2 añitos se caía, no caminaba. A los 3, mi hermano le hizo unos patincitos de madera: aprendió primero a patinar que a caminar. Nació con una media parálisis. Hoy tiene 51 años y anda todo el día en la calle con muletas”.


Antes de relatar lo que le pasó a José, el muchacho que para en la esquina de la Iglesia de la Virgen de la Merced, que grita cuando alguien pasa, que come apretados en el almacén de Moreno y Crisóstomo Álvarez, que anda por las calles de Tucumán, hay una historia que José tiene en común con miles y miles de niños tucumanos: su fascinación por El Zorro, la serie universal más vista de Tucumán a través de la pantalla de Canal 10: “Un día vino el actor Guy Williams a Tucumán. Fue una conmoción en la provincia. Mi padre, el abuelo adoptivo de Josecito, era publicista de La Gaceta y manejaba todo lo que era la cinematográfica. En los 70 estaba en su apogeo El Zorro y el actor llegó el 13 de septiembre del 78 a Tucumán para promocionar la cinta y para hacer la publicidad por el jabón El Zorro. Además, hacía un show en vivo en el Palacio de los Deportes: hizo dos shows, un sábado, un domingo. Nunca vi tanta gente”.


El Palacio de los Deportes, en todo su esplendor, fue ese fin de semana un hervidero de niños vestidos de negro con antifaz, bigotito pintado con corcho quemado o lápiz negro, capa, espada y una gran Z dibujada en el aire. Pero antes del gran show donde El Zorro batallaba en el escenario con otros actores, pasó por el edificio de La Gaceta: “Había venido sin Bernardo ni el Sargento García. Había cientos de niños que querían conocerlo. Entre ellos, mi José. Mi padre me dijo: ‘Sabés que va a venir El Zorro, por la película, por el jabón, llevalo a Josecito, yo lo hago pasar’. Le hice el disfraz a mi niño: le hice el trajecito, y desde el primer momento él emocionó a Guy Williams, el actor. Le contamos que Josecito era sordomudo y que apenas podía escuchar la serie, pero que las imágenes lo asombraban: el corcel, las peleas, todo. Y mi José, con un palito, le hacía la espada y la marca del Zorro. Le peleaba. Entonces Guy se emocionó al tratarse de un niño con esa discapacidad y, de las dos bicicletas que regalaban, una la eligió para él. La otra le dieron a un niño del Ingenio San Juan. Pero a Josecito le sirvió mucho: aprendió a moverse y a andar en bici desde ese día”.


¿Cómo era el actor detrás del héroe que todas las mañanas sigue siendo visto por miles de tucumanos mientras hace justicia con su espada? “Guy Williams era muy caballero. Era impresionante el carisma que tenía. Uno lo veía en la tele y no podía creer que lo teníamos al frente. Hasta el día de hoy lo seguimos viendo al programa. Cuando conoció la historia de mi hijo se emocionó mucho de verdad. Era muy sensible. Lo queríamos tanto en la Argentina que vino a vivir. Cuando llegó a Tucumán, lo recuerdo como si fuera hoy: nos contaba que le hubiera encantado que a Josecito lo hubiera conocido Gene, el nombre del actor que interpretaba a Bernardo”.


Dice la canción que todos conocemos: “En su corcel/ cuando sale la luna/ aparece el bravo Zorro/ Al hombre del mal / él sabrá castigar/ marcando la Zeta de Zorro/ Zorro, Zorro, Zorro”. Y cuando se fue Guy Williams en el 78, los hombres del mal lastimaron a José. Un día que se iba a andar en patín al Club Caja Popular, le hicieron vivir lo peor que puede sufrir un niño: “Lo golpearon, le robaron la bici, los patines y me lo golpearon en un episodio que nos hace mal recordar. Josecito había aprendido a andar en bicicleta por todo Tucumán. Ese día que fue a Caja Popular me lo atacaron. Nunca más se recuperó de lo que sufrió. Y cuando creció empezó a salir a la calle. Ahora su hábitat natural es la calle, solo viene a mi casa a dormir, comemos viendo El Zorro por tele o en la computadora y se va a la calle. No le hace mal a nadie”.


En el álbum de fotos en blanco y negro y recortes de La Gaceta, José aparece vestido de Zorro junto a su ídolo. En otras fotos aparece patinando como Chaplin en la célebre escena de Tiempos Modernos. Y también protagoniza fotos a color, con jogging, en el podio, con trofeos y medallas: en algunas sonríe y en otras ya no. Es una sonrisa que José recupera de vez en cuando cuando suenan los truenos y relámpafos de la presentación de la serie. Así lo explica Estela: “Josecito sigue siendo fan del Zorro. Es una serie que, aparte de llevarte a la emoción, te dan ganas de seguir viéndola. Vendría a ser como un Robin Hood para nosotros. Al Sargento García nos gusta verlo. Pero nos llena verlo al actor del Zorro por el hecho de haberlo conocido. Es una serie como muy pocas hemos visto y que nos lleva a los lindos recuerdos que tuvo Josecito, a aquel fin de semana en el Palacio de los Deportes, lleno de niños felices, tan lindo el Palacio de los Deportes, cuando todo era tan distinto a lo que estamos viviendo ahora, tan pero tan distinto que necesitaríamos un Zorro que nos ayudara, ¿no?”

José preparado para recibir a Guy Williams: "Vino en 1975, fue inolvidable".

José con la bicicleta que le regaló el actor de El Zorro: "Aprendió a andar en bici ese mismo día".

José aprendió a patinar antes que a caminar: "Le encantaban las películas de Chaplin".

José ganó trofeos y medallas en patinaje. 

José hoy con Elena, su mamá de corazón. Luego de ver El Zorro se va a la calle. Lo vemos en la zona de El Bajo.