Pocos son los periodistas que vieron crecer a todas o a la mayoría de las bandas tucumanas de los últimos 20 años, y él es uno de ellos. Él es
Federico, su apellido es
Córdoba, pero la mayoría lo conoce como
El Colo de la Rock and Pop, lugar donde comenzó a hacer sus armas fuertes y donde continúa actualmente, a pesar de “estar en un año sabático”, como él lo describe.
El Colo estuvo en la radio desde sus comienzos. Formó parte de la primera transmisión que se hizo de la
Rock and Pop en Tucumán, aunque todavía no llevaba ese nombre. Fue el 30 de marzo de 1998, cuando los
Rolling Stones se presentaban en
River: “No fue algo oficial, pero fue el preestreno. Oficialmente fue una semana después, el 6 de abril, hace 21 años. Yo fui el primero que prendió la consola, le di inicio a Rock and Pop Tucumán”, cuenta inflando el pecho, en el mano a mano que tuvo con
eltucumano.com para repasar sus 21 años al frente de la histórica radio por la que pasaron todas (o casi todas) las bandas tucumanas.
Todo comienza cuando desde Buenos Aires le otorgan al
Grupo Network el espacio en Tucumán: “No era que daba la señal y ya está, como suele o solía ocurrir. Ellos tenían que probar al personal, a los operadores y conductores. Vino
Pablo Lete, que manejaba la radio y era el gerente general, acompañado de mucha gente que trabajaba con él. Fue un día maratónico, donde, desde el mediodía hasta la tarde, pasaron diferentes tipos de programas que duraban 15 ó 20 minutos, con distintos conductores. El gerente y su personal estaban en otro lado escuchando lo que salía. Analizaban los operadores, los programas y los conductores”, recuerda Federico.
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“Al otro día, ellos se quedaron porque querían conocer el cerro San Javier. Yo ya había quedado como operador y me tocaba estar esa mañana. La transmisión aun no era de Rock and Pop, pero estaba la
106,9. Como el locutor de turno no fue, mientras estaba poniendo música me dije ‘yo empiezo a hablar’. Y entre tema y tema, me mandé a hablar. Lo que nunca pensé es que en ese momento, el dueño de la radio iba a ir en su auto, con el gerente general y su gente, escuchándome. Preguntó quién era, y el dueño le respondió que era el operador que había quedado, pero no le sabía explicar por qué estaba al aire. Mientras tanto yo seguía hablando como si nada en la radio. Lete le largó sin dudarlo: ‘dale un programa’. Y así me dieron un programa. los sábados. Se llamaba
La Resaca. De 6 de la mañana a 8, durísimo. Ahí operaba y hablaba”, agrega.
La Resaca empezó a andar a pesar del horario y al Colo le ofrecieron cambiar de día y de franja horaria. Así es como arrancó con
La Caldera del Diablo, donde estuvo acompañado por
Fabiana Orqueda y
Osiris González. Ese trío funcionó bien, al igual que el programa, es por eso empezaron a hacer
Gangsters, de lunes a viernes a la noche.
Los programas y los conductores que pasaron junto a Fede en los primeros ocho años fueron muchos: “
El Siestero, con el
Mocho Elías;
Tiro de Gracia y
Canal 69, con
Fernando Mancini;
Bazar Chino; y varios más que me estoy olvidando en el camino.
El Circo, con
Lisandro Galván; El programa de
Tony Molteni, con quien tenemos una eterna pelea: él sostiene a
Led Zeppeling y yo a
AC/DC”, intenta recordar entre risas. “Luego aparece
Señor ten piedad, con
Alfredo Socci; y
Radio Kaos, con
Osiris González, donde vuelve a aparecer después de unos años
El Capitán”, agrega en un leve chispazo rememorativo.
Así es como entre programa y programa hicieron que cuente con un material único. “Me llegaban los demos, los EP. Tengo un montón.
Cuento con una discografía con más de 300 bandas tucumanas. Pensé que eran menos, pero hace poco me puse a organizar todo y me di con ese número”. A la hora de nombrar sus preferidas, la piensa: “Son muchas:
La Sánchez no te enganches,
La Banda de tu hermana, que me gustaba mucho, es una de las que se escuchaba bastante,
B19,
Pelops,
Karma,
La 448,
Otros y
Bufones,
Volsted,
Hijos Torturados, que te volaba la cabeza;
Buenas y Santas. Y hay varias más”, señala.
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¿Quién era El Capitán?
Federico Córdoba, El Colo, se anima a decir su más profundo secreto. El mismo que tenía Clark Kent bajo el traje de Superman, o Bruce Wayne con el de Batman: “Yo soy El Capitán”.
“Cuando yo estaba en
FM Banda, de noche, en mis comienzos, me ponía a hablar. Como no tenía con quien hacerlo, hacía de cuenta que hablaba con el operador, que era yo, y le puse El Capitán, y quedó. Luego, varios años después, aparece en
Bazar Chino. Al tiempo, con el
Mocho Elias en
El Siestero es donde explota”, recuerda.
“Luego de la gran dupla que hizo con el Mocho, él se va a España con La Sánchez y no me dieron muchas ganas de volver a hacerlo. Estuvo en el
Circo pero duró poco. Estuvo varios años sin aparecer, hasta que pegó onda con
Osiris y reapareció en
Radio Kaos, a la siesta, en el horario que más le gustaba”, recalca entre risas.
Sus comienzos en Banda del Río Salí y las quejas telefónicas de los oyentes.
“Empecé a operar porque armaba todo para un programa que hacía en una radio de la Banda, y el operador faltaba casi siempre. Ahí el dueño me dijo, ‘¿por qué no operás?’, y así aprendí”, revive sobre sus primeros pasos en radio.
El medio adonde había entrado el Colo se caracterizaba por pasar cumbia y cuarteto, pero él llegó para cambiar las cosas: “Cuando yo me quedaba solo a la noche y no escuchaban los dueños, ponía
Pink Floyd o
Led Zeppeling o
AC/DC. Había discos nuevos, nunca los usaban; y los ponía y los dejaba toda la noche. Hasta me ponía a jugar con las dos bandejas y los enganchaba. Eran todas las noches tributos a Pink Floyd sobre todo. Hasta que se dieron cuenta y me dijeron que deje de joder. Me cambiaron de horario”.
Casi sin darse cuenta, Fede ya tenía sus seguidores en la Banda, y por eso no tardaron en llegar las quejas y el pedido para que vuelva: “La gente se empezó a quejar por teléfono, así que me volvieron a poner a la noche”, señala.
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Pabellón Rock, 13 temporadas del gran programa de Rock and Pop
En octubre de 2006, luego de casi cinco años de conducir y dedicarse solo a operar o a aparecer con sus sonidos como
El Capitán, el Colo volvió a hacer radio: “Ahí lo llamo a
Marco Lamoglia para que sea mi compañero. También estaba,
Omar Cultivar Medina. Lo sumamos a
Guillote Ramos, con el que me termino entendiendo y a la larga, desde 2008 cuando se va Lamoglia a Buenos Aires, quedamos nosotros hasta el año pasado. Con
Aldana Iglesias como primera productora y luego la
Chechu Jiménez, las grandes productoras que tuvimos”, recuerda.
Mucha gente pasó por Pabellón en las 13 temporadas que duró el programa, hasta fines del año pasado: “Uff, seguro me olvido alguno, pero pasaron como columnistas o en coconducción, el
Chipi Merino,
Lucho López,
Verónica Gómez,
Mariano Iñigo,
Juanjo Uriburu, y muchos más”.
“Pabellón fue un programa que me dio grandes satisfacciones.
Guillote fue mi gran co-equiper. Si bien no estuvo al principio, se sumó ese primer año y estuvo siempre. Le hicimos nota a
Soda Stereo, pero por separados jajaja. A
Gustavo Cerati, a
Zeta Bosio y a
Charly Alberti. La noche anterior a la nota con
Cerati no dormí.
José Gómez, el papá de
Verónica Gómez, fue un gran oyente de los programas que yo hice y me acuerdo que se acercó y me dio mucho material para prepararme para esa nota. Él estaba más nervioso que yo jajajaja”.
“Pabellón debe ser el programa en Tucumán al que más canciones le hicieron. Hice un playlist en el celular con todas las que tengo, y creo que se perdieron algunas:
Empleado del Mes,
Pabloi,
Chipi Merino,
Paz,
Doble Seda,
Germán Paz,
Cachín Selis, que hasta hace un video,
Sailek”, destaca el Colo.
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Cuando le dio una mano a Noel Gallagher, mientras lo apuraba Sting
En enero de 2001, el Colo se dio el gusto de ser el corresponsal de Rock and Pop en el recital que
Sting, ex líder de
The Police, brindó en el estadio de
Vélez. “Estabamos con Osiris Gonzalez. Nos fuimos al tercer piso del estadio. Estabamos perdidos con la credencial dando vueltas buscando prensa. De golpe encontramos una fila con gente de
Crónica,
TN y demás, y bueno, nos pusimos ahí. Aparece la jefa de prensa y dice, ‘Sting va a atender hasta… Rock and Pop’. No entendíamos nada, no sabiamos inglés, le pregunté al de
Clarín si había traductor y me dijo que no. ¡Peor! Me quería morir. No sabíamos qué íbamos a hacer”, detalla Federico.
“De repente sale la seguridad y Sting en el medio.
¡Le habían robado! Alguien que entró a entrevistarlo le robó un reloj. Salió caliente. ‘Se suspenden las entrevistas’. Y los de seguridad como que empiezan a sacarnos de ahí y salimos rápido, nos llevaban puesto”.
Esa noche,
Oasis fue el telonero de
Sting, por lo que los hermanos
Galagher estaban en el
José Amalfitani dando vueltas: “Vimos un ascensor como para encarar y en el medio había un chabón tirado en el piso. Todo despatarrado, no dejaba pasar. Yo estaba recontra nervioso y le dije ‘Flaco, ¿te corrés?, dame lugar’. Ahí me mira, me doy cuenta que era
Noel, y me dice:
‘What?' Y yo de nuevo, ‘Permiso’. Y la desesperación porque nos empujaban los de seguridad era más grande. Era todo muy caótico. Le di la mano a Noel, lo ayudé a levantar, él se fue por un lado, nos por el otro. Todos nos queríamos ir”, rememora entre risas, al lado de la consola que lo vio operar en los últimos 21 años.
Su relación con Facundo Pereyra y el estudio con el nombre del periodista
Federico Córdoba y
Facundo Pereyra fueron los periodistas que más lugar le dieron al rock tucumano, ya sea en
Rock and Pop o en
La Gaceta, donde trabajaba cada uno. “Compartimos un amor muy importante por la
Sánchez. Cuando se van a Europa, sacan el segundo disco, y vienen y nos regalan la mitad a mí y la mitad a Facundo, para que distribuyamos. Él estaba en todos lados, había cinco recitales en una noche y él estaba en todos”.
El Colo también recuerda: “Yo le hice la última nota que le hicieron a Facundo, en Pabellón. Él era oyente del programa, nos lo contó la esposa al otro día de su fallecimiento. Escuchaba mucho la radio de por sí. Le hicimos varias notas, pero la última fue unas semanas antes”.
Es por eso que “hace unos años, en una Maratón de fin de año, decidimos ponerle al estudio su nombre. Lo decidí yo. Recuerdo que en ese momento dije que no será el estudio más grande del planeta, pero acá está el corazón más grande del rock.
Tenía que llamarse Facundo Pereyra”, sentenció
Federico El Colo Córdoba, el
Señor Rock and Pop.
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