Tucumán gasta $54 millones al año por cada legislador

Un informe elaborado por la Fundación Libertad sobre la base de los presupuestos provinciales de este año, arrojó que la Legislatura de Tucumán tiene el gasto por legislador más alto de Argentina, por encima de la Ciudad y Provincia de Buenos Aires.

Según los datos publicados en el diario La Nación, la provincia tiene un presupuesto anual superior al del Parlamento de Cataluña, cuyo presupuesto es el más alto de los 17 órganos legislativos autonómicos de España.

Este año el presupuesto del parlamento tucumano es de $2.659 millones, un 60% superior a su par catalán “teniendo cinco veces menos población", destaca el informe realizado por la entidad privada sin fines de lucro, con sede en Rosario.

Además, la Legislatura encabezada por Osvaldo Jaldo, tiene el gasto más alto por legislador. Con 49 parlamentarios, cada uno le significa a la provincia un costo de $54,2 millones anuales, es decir, $4,5 millones por mes. Cabe aclarar que esto no es el monto de lo que cobra cada parlamentario tucumano como dieta mensual, que en abril pasado rondaba los $55.000, uno de los más bajos del país.

Al ránking lo siguen la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que con un presupuesto de $3251 millones para este año, cada uno de sus 60 legisladores insume $54,1 millones anuales.

En el tercer lugar figura la Legislatura de Buenos Aires: con un presupuesto anual de $6828 millones (el más alto del país), cada uno de sus 138 miembros insume $49,4 millones anuales, poco más de $4 millones por mes.

El presupuesto destinado al Poder Legislativo en las provincias representa en promedio el 1,35% del total de gastos. Las tres jurisdicciones que exhiben una mayor participación son: Tucumán (3,94%), Catamarca (2,81%) y Formosa (2,35%). Si bien estos porcentajes parecerían ser poco significativos dentro de los Presupuestos, cuando se realizan algunas comparaciones sobre otras erogaciones que realizan las provincias se puede advertir la importancia de los mismos.

Según explica el informe de la Fundación Libertad, “los presupuestos de las legislaturas provinciales sirven, en realidad, para solventar una gigantesca estructura política de la que todos, oficialistas y opositores, se aprovechan”. La mayor parte del gasto del Poder Legislativo en las provincias se destina a personal, incluyendo no solo los sueldos de los legisladores, sino sobre todo los de los empleados permanentes y transitorios que allí trabajan, que en la mayoría de los casos son nombramientos políticos.