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Gómez: "A Lebbos también lo han engañado"

11 AÑOS DESPUÉS

El principal imputado en la causa se desprendió de los cargos por los que se lo imputa y desafió a la querella a demostrar el supuesto vínculo con el ex gobernador Alperovich.

Roberto Luis Gómez, durante un cuarto intermedio.





Roberto Luis Gómez es electricista. En la causa Lebbos es el principal imputado, acusado de secuestrar a Paulina Lebbos, asesinarla y arrojarla a la vera de la ruta 341, a la altura del kilómetro 3, en la localidad de Tapia. La principal prueba que obtuvo en su contra la Fiscalía de IV Nominación, a cargo de Diego López Ávila, fue un celular que habría estado en poder del imputado, razón por la que quedó detenido preventivamente por más de tres años, en 2013, siete años después del crimen.

En la investigación, López Ávila asegura que Gómez y un grupo no identificado de personas procedieron a retener contra su voluntad a Paulina, trasladándola primero hacia la zona de avenida Independencia al 1.200 y luego a Larrea al 400. Para el fiscal, uno de los sujetos procedió a estrangular a la joven y otro ─o la misma persona, no se pudo determinar─ arrojó el cuerpo en el lugar donde fue hallado.

“A él (a Alberto Lebbos) también lo han engañado, así como la han engañado a la sociedad y a los medios, a él también lo han engañado”, asegura Gómez, que cuenta que en numerosas oportunidades quiso hablar con el padre de la víctima, sin éxito.

El nombramiento de Gómez como empleado estatal de la comuna de San Andrés es una de las razones que lleva a pensar a Alberto Lebbos en una vinculación con el gobierno provincial de turno el año en que murió su hija. “Entiendo que Gómez ha tenido participación, pero faltan otras personas”, dice. “La familia de Gómez se jactaba de una íntima relación con Alperovich, pero esto es algo que no lo ha hecho él solo”, afirma.

El abogado de Gómez, Macario Santamarina, hizo hincapié en la principal prueba que compromete a su defendido y aseguró que hay informes que demuestran que la acusación del fiscal López Ávila no tiene asidero. “No hay pruebas de ningún tipo; hay unos informes telefónicos que aseveran que el chip de Roberto Gómez se introdujo en el teléfono de Paulina pocas horas después de que ella falleció, y hay otros informes telefónicos emitidos por la misma compañía que dicen todo lo contrario”, explica el letrado. “No hay además de eso cómo suponer o elucubrar que Roberto es el autor del homicidio, aun suponiendo que esos informes fueran verdaderos”, concluye.

Gustavo Morales, abogado defensor del ex secretario de Seguridad de la Provincia, Eduardo Di Lella, también desvinculó de la causa a Roberto Gómez. “Estoy convencido que el acusado Gómez no tiene absolutamente nada que ver en la privación ilegítima de la libertad, mucho menos en el homicidio de Paulina; es un ignoto ciudadano al que se le ha fraguado una causa”, asegura y acusa al fiscal de no haber llamado a testificar a testigos claves por tener relación familiar directa u otro tipo de vinculaciones. “Cuando termine este debate oral el primer mal parado que va a quedar va a ser el fiscal de instrucción de la IV Nominación, Diego López Ávila, familiar directo de Mario López Herrera (ministro de Seguridad que reemplazó a Pablo Baillo) y nunca lo citó a prestar declaración como imputado, tampoco a Pablo Baillo; y esas omisiones funcionales no son azarosas, son maliciosas y deliberadas”, considera.