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El Payaso Gustavo infla de globos la peatonal y le pone color a la víspera de Reyes

VIVA LA CIUDAD

"Perro, jirafa, conejo, espada, indiecitos, corazones, flores... de todo hago", cuenta el personaje que copa las peatonales del microcentro tucumano y regala felicidad por 40 pesos.

El Payaso Gustavo le pone color a la tarde de Reyes.





Al Payaso Gustavo se lo distingue a una cuadra de distancia. Está allá, en la Mendoza entre Muñecas y Buenos Aires. No está maquillado ni tiene la corbata multicolor que tira agua. Pero la altura de los globos lo delatan y rajan el cielo de la peatonal: hay rojos con verde, verdes con rosa, amarillos con verde, turquesa con amarillo, y todos tienen pintitas blancas, corazones, estrellas. “Son las cosas que le gustan a los chicos, si me piden otra figura, la hago en el acto”.

Antes de llegar al Payaso Gustavo hubo que gambetear una defensa de madres y un mediocampo de padres en moto y autos en doble fila, con las caras desencajadas como grito sobre la hora, pidiendo penal porque hay partes de la Muñecas que todavía no están terminadas y hay arena y las plataformas de las damas a veces nos juegan una mala pasada y las baldosas están apiladas al lado de la Normal, cerca del árbol de Navidad rojo frente a Tienda San Juan, donde los chicos esperan a los Reyes Magos hasta que aparece él, inflando globos.

“Recién empezó a repuntar la venta de Reyes. Anduvo un poco pobre durante la semana. Estuvo vacío el centro. Pero ahora está mejor. Y aquí estamos, como todos los años, con solo o lluvia, Reyes, Día del Niño, días especiales, aquí estamos con los globos, traigo unos 50 y hago de todo tipo: perro, jirafa, conejo, espada, este se llama el indiecito, corazones, flores. De todo”.

El Payaso Gustavo habla con los chicos con voz de payaso. Se le acerca un gordito con la camiseta de Boca y cara de maldad. Nuestra alegría de hogar le muestra la del Inter y le pregunta: “A ver, vos, ¿te has portado bien este año? ¿Ya has puesto el pastito? ¿No harás renegar? Mmmm…”. El gordito con cara de maldad le sonríe, le tira la cartera a la mamá y se va, refunfuñando.

De fondo, en este maravilloso collage que es una tarde de viernes en el microcentro bello y caótico como el tucumano, Lorenzo Alderete hace la banda sonora en la puerta de un Frávega y canta el éxito de Los Palmeras: “Perra, perra, tú me abandonaste como un perro”. Y en el acto hace un perrito el Payaso Gustavo. “Cuestan 40 pesos, pero hay otros de 20, en el acto les preparo lo que me pidan los chicos”, mientras vuelve el gordito con cara de maldad y con cuatro billetes de diez pesos, hace un bollo, se lo da en la mano y allá se va, contento con su globo con los colores de Boca.