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"Los seguidores de Luis, el durlero, son coparticipes de su fama"

Opinion calificada

La docente e investigadora de la Facultad de Psicología de la UNT, Paola Brito, indicó que "seguir a este devenido famoso nos coloca en la posición de cómplices" del durlero. ¿Morbo o voyeurismo?.





La publicación de el tucumano de ayer sábado sobre la nueva vida de “Luis”, el durlero que saltó a la fama por un video que viralizó su pareja, al encontrarlo en un supuesto acto de infidelidad con su amiga, “la Mari”, provocó diferentes reacciones entre los tucumanos en Facebook.

La nota alcanzó a 38.705 personas, a más de 450 le divirtió la publicación, enfadó a 130, entristeció a 19, otras 34 le asombró que Luis ahora haga “presencias” en boliches tucumanos e igual número le encantó.

Hubo más de 300 comentarios de los foristas y se compartió un centenar de veces. Esta situación motivo a este diario sumar a la polémica a profesionales para que den su punto de vista de la reacción de la gente ante la “fama” de un “desconocido”.

“El uso masivo de las redes sociales ha exacerbado el exhibicionismo y el voyeurismo, lo que ha producido la exteriorización -e incluso, la “espectacularización”- de las vidas privadas, y la exhibición de la intimidad (selfie”, fotos o videos que exponen situaciones personales ante miles de personas en apena segundos)”, sostuvo Paola Brito (MP 1739), docente e investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Tucumán.

¿Morbo o voyeurismo?

En ese sentido indicó que “lamentablemente hay más preguntas que respuestas. ¿Qué motivos o razones pueden llevar a una persona a exponer su vida privada en las redes sociales? ¿Venganza, resentimiento, impotencia? ¿Qué hace que muchos miembros de nuestra sociedad reproduzcan una y otra vez una escena que es o debiera ser o haber sido del ámbito privado? ¿Morbo, voyeurismo?”.

Según Brito “años atrás, la vida privada trascurría a puertas cerradas; los límites entre lo privado y lo público estaban más delimitados. Hoy cualquier persona con acceso a una computadora o celular y conexión a Internet puede publicar información, relatar sucesos o exhibir parte de su vida personal (con información verdadera o falsa)”.

La extimidad

La profesional manifestó que “estas acciones: la publicación, la divulgación y/o la reproducción, se han naturalizado, así como esta tendencia a la “extimidad” (lo contrario de la intimidad), lo consideramos normal, natural, compartir información a través de la redes, sin considerar o reflexionar sobre qué es lo que estamos reproduciendo”. 

Para la docente “todos podemos ser famosos todos los días, a razón de que existe una legión de seguidores que sostienen esta fama, de que se es alguien en un mundo de nadie. Sostener o “seguir” a este devenido “famoso”, considera Brito "nos coloca en la posición de copartícipes de modos de ser, de vivir, de convivir, que legaremos a las próximas generaciones”, finalizó.