Top

"Sangre de amor": un poema para los jubilados del poeta tucumano Roberto Salinas

CULTURA

Para nuestros abuelos, para los que trabajaron toda su vida, para los que luchan por sus derechos todos los miércoles, para los que sufren, para los que dejan un legado.

"No nos peguen". Foto: X





Te levantas temprano  
no estás triste ni feliz 
te mueves despacio 
con eterna dedicación 

Una pollera larga, medias y zapatos para la ocasión
buzito rosa y un saquito color salmón,
peinas tus canas con mucho cuidado
anteojos y un perfume suave que te sigue a todos lados

Me encuentras y tus ojos brillan como el sol
tus manos me acarician el rostro
y un suave beso me llena el corazón

En tu mano, un cartel:
"Trabajé la vida y me la quieren robar
no se las voy a dar
cobardes y bandidos
es miércoles: ¡voy a estar!"

Mi ruego es inútil, mis piernas tiemblan, te voy a acompañar
Sus ojos brillan
jamás, si algo te pasa, entonces no podré luchar
su sangre manchó el pavimento, un palazo cruel la volteó y Dios lloró

El cobarde se perdió entre uniformes de choque
terminó su misión
ahora se va a reír con sus compadres disfrutando su acción

Volvió a casa con las canas llenas de sangre
la tierra manchó su saquito color salmón
el perfume suave se perdió
solo se huele el desinfectante y alguna inyección

Contestó mi pregunta antes que se la haga:
"Mijo...no se trata solo de mí sino de los días por venir"
entonces comprendí que lo haces por mií

El pavimento se manchó con tu sangre
tus ojos hinchados por el gas
no le quitaron ternura a tu mirada llena de amor

Y Dios lloró...