"Los choferes ya no me quieren parar": quién es Zulmo Cecilio, el furor de TikTok, La Insaciable de Tucumán

-¡Chofer! ¡Parada! ¡Hace tres cuadras que vengo tocando el timbre! ¿Adónde me quiere llevar, señor? ¿Quién se cree que soy? ¿Una cualquiera?

Con la bolsa ecológica en la mano y el dedo gordo en el timbre naranja del 17, así empieza el primer TikTok de Zulmo Cecilio. 

Siempre por la puerta trasera, el primer grito de “¡Chofer!” que pega Zulmo despierta a un pasajero de lentes medio dormido para saber quién es el hombre que está gritándole al chofer que pare, que quién se cree que es. Pero el chofer no puede hablar. Está tan tentado que se esconde detrás de la toalla de manos y le pide: 

-No lo vayas a subir, culiao.

Entre aquel primer viaje y el último que ha subido, mucho recorrido ha pasado Zulmo Cecilio: decenas de videos, veintena de Tarjetas Ciudadanas sin saldo, cientos de choferes estallados como botón de camisa y miles y miles de seguidores detrás del personaje que sube a los colectivos, saca el celular y lo que hace se viraliza por todos lados. 

¿Quién es Zulmo Cecilio? Muchísimos tucumanos conocen sus videos pero, ¿y cómo es él? ¿A qué dedica el tiempo libre? Esta noche, por primera vez, rompe el silencio con eltucumano:

“El personaje de Zulmo Cecilio surgió hace 15 años en una agencia de quiniela del barrio Los Pinos. Era mi primer día en el trabajo y estaba nervioso. Una chica me enseñaba cómo manejar la máquina y me dijo: ‘Ahí viene un cliente. Atendelo’. Cuando llegó el señor, le pregunté: ‘¿Qué le anoto?’. Y el cliente se miró con mi compañera y empezó a hablar como gay. Yo estaba más nervioso y me dijo: ‘Ay, ¿vos sos el nuevo? No me digas señor. Decime Zulmo Cecilio’. Trabajé siete años en esa quiniela. Y de ese día no me olvido más”, cuenta la persona detrás del personaje que es Zulmo Cecilio, Zulmo Cecilio Hot en TikTok, La Insaciable, El Terror de los Colectiveros.

¿Quién es la persona detrás del personaje que mantiene el misterio en las redes sociales? ¿Qué se sabe de él? ¿Quién es Ricardo Pérez?

“Lo único que te puedo decir hasta el momento es cómo me llamo, que tengo 40 años, dos hijos y vivo en Villa 9 de Julio”, le cuenta Germán a eltucumano esta noche, después de buscarlo por cielo y tierra hasta encontrarlo para conocer por dónde se mueve Zulmo Cecilio, qué lugares habita, cómo elige a sus víctimas, quiénes son Los Changos Sedientos, cómo hace cagar de risa a los policías, qué pasa cuando se cruza con un camión de la Coca Cola, con los de la línea 17, los de la Caja Popular, los de Tribunales o los vendedores ambulantes de El Bajo.

“Siempre viví haciendo bromas entre amigos y conocidos haciéndome el gay. La gente se mataba de risa y seguí. Soy una máquina de hacer payasadas, de contar chistes, vivo jodiendo. Después de la quiniela donde trabajé como siete años, formé mi familia, tengo dos nenes, me dediqué a la construcción y desde hace un tiempo empecé con los videos. Tengo muchos amigos en la línea 17. Son re piolas. Un día me mandé un video que contaste al principio y el chofer no sabía con qué secarse el sudor de la frente. Un amigo, un tal Jorge Córdoba, lo subió a las redes, fue un furor, me hice un TikTok y empecé a subir. De un día para el otro fue un boom: miles de seguidores. Ahora los choferes no me quieren parar”, se ríe el creador de Zulmo.

“Lo que más me llamó la atención fue la viralización de los videos de la noche a la mañana. Y otra cosa que siempre me impactó fueron los comentarios: siempre buenos. Yo al principio dudaba si subir o no el contenido y si mostrar quién soy o seguir en el misterio. En los comentarios muchos querían conocer a Zulmo, querían fotos mostrando la cara, pero una mujer dijo: ‘Dejalo así como está. Si develás el personaje, perdés la magia’”, cuenta Germán mientras toma mate y juega con Dieguito, su hijo menor de 7 años que también forma parte de los audios que ahora le piden a Zulmo Cecilio.

“Dieguito tiene síndrome de Down y es mi luz. Él se ríe todo el tiempo conmigo cuando vemos Karate Kid y también a veces llora. Cuando alguien me pide un audio, Dieguito se hace el de llorar y yo le mando con la voz de Zulmo Cecilio: ‘Mi amor, ¿cuándo vas a volver a la casa? Escuchá cómo llora nuestro hijo’. Y nos reímos todos. Es una forma de aliviar todo lo que está pasando y todos los problemas que todos tenemos, ¿no?”, agrega con Dieguito de fondo y con Lucas, el hijo mayor de 16 años, que ya sabe que su papá es el de los videos.

“Hace unos días agarré un vaguito en El Bajo. Yo iba pasando en la moto y pensando dónde podía hacer un video. Me urgía hacer un video. Siempre ando en la calle buscando una víctima y lo vi: re jovencito Axel, trabajando en la calle, pobrecito, siempre buena onda, y tentado cuando Zulmo le pidió un culote. O la otra vez que me crucé a un camión de la Coca y me pidieron que le caiga a un compañero para hacerle una escena de celos. O la vez anterior que fui a la SAT. En todos lados hay un lugar para el sktech de Zulmo Cecilio”, relata Germán que visitó la 103.9 hace unos días, el programa con el nombre que lo dice todo: “Sedientos por la música”.

“Cuando éramos más changos no había maldad. No te robaban. Nada. Lo que sí hacíamos con los muchachos era chuparnos un vino todas las noches y de esa época nos quedó el apodo que nos decían los vecinos: ‘Los changos sedientos’. Me invitaron al programa y nos cagamos de risa. Le conté la última joda que le hice a Ricardo Pérez, un amigo. Sabía por dónde vivía y le caí a la casa. Estaba de asado con toda la familia y entré a los gritos: ‘¡Desubicado! ¿Dónde andabas? ¡Hace tres días que no volvés!’. No sabés la tentada que se pegaron todos”.

A esas carcajadas que arranca Zulmo Cecilio hay que sumar dos episodios particulares que tuvo en este tiempo frenético de popularidad: “Sabés que me dice un amigo que le haga un video para un abogado de Tribunales. En el acto le digo: ‘Ni loco. Ese me manda a La Bombonera’. Pero me explica que es un abogado que está con una enfermedad muy difícil al igual que su señora, también abogada. Y que ven mis videos y les saco una sonrisa. O cuando me crucé con un muchacho en el hipódromo que está con el padre enfermo y también me agradeció: ‘Me alegraste la vida, Zulmo’”.

Es tal el alcance de los videos que circulan por WhatsApp que a Zulmo lo contactan por TikTok y le pagan por videos o audios en un precio a convenir, pero más que accesible. Ahora bien y para cerrar esta primera parte de esta historia, ¿hasta dónde quiere llegar Zulmo Cecilio? ¿Qué destino le depara en este viaje de ida que una tarde empezó en el 17 y del cual no se quiere bajar? “Yo me pregunto honestamente si Zulmo Cecilio puede llegar más lejos: a la tele, la radio, si puedo vivir de esto. Claro que me encantaría".

"Un amigo el otro día me dijo: ‘Mirá lo que hizo Miguel del Sel con La Tota. Se puso una pollera y compró mansiones y 4x4. No sé hasta dónde puedo llegar. Eso lo dirá la gente, ¿no? Por lo pronto, quiero hacer un video mañana. Quiero subirme al colectivo y que Zulmo Cecilio le diga a los pasajeros: ‘Damas y caballeros, no vengo a vender, a molestar ni a nada. Solo quiero pedirle un favor. Quiero que le cantemos todos el cumpleaños a mi marido, al chofer que está manejando, ¿sí?’. Eso quiero. Y seguir en el misterio. Sin que la gente sepa todavía quién es Zulmo Cecilio, La Insaciable”.

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