El Decano deberá imponerse a El Nacional si quiere permanecer en el torneo continental.
Foto: lavinotinto.com
Distintas sensaciones se reflejaron ayer en el estadio Monumental José Fierro, cuando terminó el encuentro entre Atlético y El Nacional. Quedó el sabor amargo por no haber podido ganar el partido, pero también mucho optimismo por lo que mostró el equipo de Pablo Lavallén.
El ping pong de llegadas dice que el Decano generó 12 situaciones de gol contra apenas 4 de su rival. El conjunto tucumano salió bien a presionar desde el primer minuto de juego y supo jugar con la ansiedad de la gente. Pero después se sintió ese desgaste, el equipo se partió y los ecuatorianos comenzaron a tener la pelota, pero sin crear situaciones.
El conjunto local mostró un fútbol más que interesante y que hace rato no se veía. Muy distinto al Atlético que dirigía Juan Manuel Azconzábal, el equipo siempre intentó jugar con la pelota al suelo. Proyecciones de los laterales y hasta de los centrales, y un tridente ofensivo interesante, fue parte del estilo que quiere el entrenador. Muy distinta a la propuesta de El Nacional, que apenas llegó cuatro veces al arco y se deció a hacer tiempo cada vez que pudo.
Lavallén probó con un esquema poco usado antes en Atlético: 4-3-3. El mediocampo pasó a ser el sector fundamental para el desarrollo del encuentro. Ayer, con esa alineación quedó claro que Nery Leyes es el amo y señor del terreno medio. El Patrón cortó, mando y distribuyó las salidas desde el fondo. Se consagró como héroe al sacar una pelota en la línea, al final del primer tiempo, que hubiese sido el 1-2 para los ecuatorianos. También quedó claro que cuando Guillermo Acosta está enchufado, el Decano juega y ataca. El Bebe se viene poniendo el equipo al hombro desde mediados del año pasado, pero solo no puede. Con Luis Miguel Rodríguez y Leandro González con bajos rendimientos, el esfuerzo de Acosta se hace el doble y termina extenuado. La compañía de Rodrigo Aliendro, cuando ingresó en el complemento, fue el aire que necesitaba. Pero luego fue sustituido por David Barbona, quien le dio otra movilidad al equipo.
El tridente presentado por el Pulga, Fernando Zampedri y Cristian Menéndez tuvo cosas más que interesantes, aunque falta pulir. Entre los tres se buscaron casi siempre y hasta pecaron de generosos en algunos casos. Si bien PR7 no está en el nivel que acostumbró en sus mejores épocas, siempre intentó buscar a sus compañeros para descargar, como pocas veces antes visto.
Para ganar en la altura habrá que cambiar algunas cosas, si es que Lavallén planea mantener el esquema táctico. Con tres hombres en el medio y tres adelante, tendrá que buscar la vuelta para evitar las proyecciones constantes de los ecuatorianos. El Nacional será ahora el que juegue de local y tenga la presión de saber mantener un resultado que por ahora le es positivo. Atlético no solo tendrá que salir a ganar sino que tendrá el factor altura en su contra. Los 2700 metros sobre el nivel del mar que tiene Quito jugarán un papel importante para ambos equipos. El Decano se tendrá que aguantar el apunamiento y los locales los misiles del Pulga y compañía.