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“La semana pasada”: qué le pasó a Don Rojas, el señor de los cubanitos de Tucumán

Carlos Oscar Rojas había sufrido una descompensación el 5 de marzo pasado: “Estuvo algunas horas sin comer algún alimento o beber agua”, indicaron quienes lo atendieron en el Hospital Padilla en aquel momento. Al día siguiente recibió el alta. La preocupación de sus vecinos.

27 May 2024 - 20:37

Don Rojas.

En el solar donde nació Bernardo de Monteagudo, ahí en la calle 9 de Julio primera cuadra, desde hace décadas funciona Mostacho, una de las pizzerías más tradicionales de Tucumán. Lo que muchos no saben es que en la misma construcción ubicada a metros de la Plaza Independencia, subiendo por una escalerita sin luz, allí arriba vive otro prócer de nuestras calles: Don Rojas, el señor de los cubanitos de Tucumán.

Carlos Oscar Rojas no tiene teléfono al cual comunicarse y tampoco el timbre funciona. De hecho, en el portero eléctrico que da a la calle, el tablero está roto y solo funciona el de una casa donde dan clases de guitarra. La puerta que da a la calle muchas veces está abierta de par en par, pero no este lunes que eltucumano fue a visitar a Don Rojas. “No hay forma de comunicarse con él. Siempre viene a la pizzería, pero la última vez que lo vimos fue la semana pasada”, nos dicen en Mostacho.

“¿Alguien sabe del señor que vende cubanitos?”, es una de las preguntas que se realizan a diario los tucumanos, quienes ya no ven al personaje más querido de las peatonales, el hombre que fue noticia cuando el 5 de marzo pasado sufrió una descompensación en la peatonal Muñecas y San Martín y fue trasladado de urgencia al Hospital Padilla: “Estuvo algunas horas sin comer algún alimento o beber agua”, indicaron los médicos.

Al día siguiente, el 6 de marzo, Don Roja recibió el alta médica: “Pasó una noche tranquila, estable y sin contratiempos”, explicaron desde el Padilla. Pero la semana pasada, Don Rojas volvió a sufrir un problema de salud: “Venía en el taxi, paró aquí al frente, se bajó y se volvió a golpear. Se cayó feo. Se lastimó y ya no lo vimos por acá. Yo estoy atento, pero no lo vemos”, le cuenta a eltucumano un muchacho que vende praliné bajo el techo del ex hotel Corona donde funcionan las oficinas de Turismo del Gobierno.

“Cuando no pueda estar parado acá, voy a tomarme un descanso. Mientras pueda, quiero trabajar hasta que Dios quiera. Mi historia es difícil: a los 6 años perdí a mi papá y a los 10 años a mi mamá. Hasta los 18 años ni siquiera tuve documento. Pero cuando salgo a vender, yo rejuvenezco 20 años”, le contaba Don Rojas, quien también toma café en el bar del Hotel Astoria, en Congreso primera cuadra. Tampoco por allí lo ven.


El homenaje a Don Rojas de eltucumano.

Aquí arriba vive Don Rojas.

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