Este jueves a las 22 en Rocson Sur (General Paz 516) se presentará en vivo Sipeganboys. Aprovechamos para entrevistar a su cantante y compositor, Nicolás Neme. VIDEO | Por Jerónimo Cipriani.
Fotografía por Jerónimo Cipriani
Vuelvo al Bar América, donde empezó todo, donde hice la primera entrevista (se ponía nostálgico). Acaba de entrar el otoño en la ciudad. El día es completamente gris y la llovizna plastifica el pavimento reflejando las luces de los semáforos. El aire es limpio. Adoro el sonido de las ruedas sobre las calles mojadas.
Llego y Nico me espera sentado en una de las mesas de la vereda bajo la marquesina. Deseaba esta entrevista. Admiro sus canciones y quiero que lleguen lejos, a otros oídos, a otros países. He visto miles de ensayos, miles de recitales y no dejo de pensar: “¿Por qué Sipeganboys no está girando por el mundo? No me suena exagerado, pero entro en contacto con la realidad. ¿Por qué cuesta tanto salir afuera cuando no falta absolutamente nada de talento ni grandes canciones?
Cuando me siento, Nico me da las gracias, me dice que no es común que la gente se interese por lo que uno hace. Yo pienso que hay muchísimas bandas y talento en la ciudad que necesitan más personas trabajando sobre lo que no es precisamente musical. De todos modos, veo crecer algo y siento que es un momento de renacimiento en la provincia.
- ¿Te acordas de qué manera arrancaste a escuchar música?
- Mi papá tenía muchos discos de los Doors y Jimi Hendrix, y mi tío tenía un Panasonic donde podía reproducirlos. Le pedí a mi tío que me regale el equipo y empecé escuchar los discos. Mi viejo ya los había abandonado y estaban nuevos. Me he puesto a escuchar los Doors, los Doors, los Doors. Horas y horas escuchándolos.
¿Alguno en particular te gustaba más?
- Strange days. Moonlight drive, ta loco ese tema. Paralelamente escuchaba Marilyn Manson. Que era lo que veía en MTV.
Esos fueron mis inicios musicales, después, descubriendo cosas solo. Siempre dentro del género y para atrás. Nunca me enganchó la música actual. No había internet, era ir a All Music y buscar. Piñero (Cantante de Estación Experimental) también tenía una tienda de discos, Velvet creo que se llamaba. Ahí he visto una remera de Sonic Youth. Por el dibujo clásico de las dos personas hablando he dicho: “esta banda debe estar buenísima”. Y por eso he empezado a escuchar el palo más alternativo, Pixies, Pavement. Después han venido los 2000 con su Nu Metal y dije: "mmm, ya no hay nada acá". Así que he seguido yendo para atrás.
Agarré los Rolling Stones que me parecían aburridísimos, pero hoy los amo. Una vez vi Pánico y locura en Las Vegas que termina con Jumpin’ Jack Flash y yo no lo conocía, digo “ta loco, estos son los Rolling Stones”, por la voz. Pensé “es un temazo y deben tener más temazos”. No entiendo porque me parecían aburridos.
En 2001 conozco a los Strokes, y me han dado vuelta mate.
Lo que hago ahora está todo dentro del rock que escucho. Del folclore también meto armonías que me gustan mucho, pero lo trato de transformar a rock.
- ¿Qué te gusta del folclore?
- La samba, escucho Leguizamon.
¿Cuándo arrancaste a tocar la guitarra?
- Yo tenía 14 años y le dije a mi viejo que me compre una guitarra. Entre mi tío y mi viejo me la compraron en Castillo una Jackson ps2, que era un violón, japonesa. De ahí, me mandaron a Carlos Podaza. Me acuerdo que le llevaba los temas: “quiero tocar este” y Carlos lo escuchaba y te lo enseñaba al toque.
- ¿Y cuándo empezaste a tocar en bandas?
- Yo ya sabía tocar los temas de las bandas que me gustaban, y era fanático de Pelops. Yo los iba a ver siempre y me hice amigos de ellos. En un momento el guitarrista se va a estudiar a Córdoba y me dice Alfredo (Socci): “¿te querés probar? Ha sido mi primera banda. He grabado un disco que nunca ha salido a la luz. Yo tocaba en esa época en que Socci componía en inglés.
Después de Pelops, toqué en Animal Friendly. Otro palo, más popero. Hemos grabado un disco con ellos. Con Monkiki (Matias Carretero) que tocaba el bajo, hemos empezado a escuchar Música Surf. Y del Surf pasamos a la Música Western de las películas. Después nos fuimos más atrás y escuchábamos Link Wray, Dick Dale. Cuando Felipe (Bottini), que era el líder, desarma la banda, con Monkiki hemos dicho: “hagamos una banda con esta música” y ahí armamos Ferreyras. Tocaba el Fino (Pablo Ortiz) la bata y Sebastián Vaca el bajo. Después se fue Seba y entró Vino, no me acuerdo bien. Quedó un disco en el aire. Hay que largar ese disco, son creo que 22 canciones. Después toqué con Los Subterráneos, con el Cejón y Peluca (Adrián Villalobos), éramos un trío. Cuando se desarma, armé los Sipegan con Walter (Soria). Íbamos a ser dúo, pero un día cayó Miguel (Zoireff) a un ensayo, le copó y preguntó si se podía sumar. Necesitábamos un bajista y al Vino lo había encontrado en la calle y me había dicho “tengo ganas de tocar, ¿tenés algo?” y le dije que se sume. Sipegan ha arrancado así: primer ensayo, ya sabíamos que iba a funcionar.
- Y cuando empezaste con Sipegan, ¿Tenías una idea de sonido que querías?
- Yo empiezo a escuchar una banda que me pasa El Gaita (Sebastián Scheuschn). Se llamaba The Spyrals. Era todo cuadrado (Nico golpea la mesa del bar con las manos y canta: tu-tu-tá tu-tu-tá). Yo le digo al Negro Walter un día: “quiero hacer una cosa así”. Él me dice: “bueno”, pero después me confiesa que me había dicho “bueno” por decirme, porque después ha terminado haciendo lo que él quiso. Todo el sonido de Sipegan es gracias a Walter. Él ha modificado mis canciones a su gusto en la cuestión rítmica. Ya nada de tu-tu-tá tu-tu-tá, el Negro es un animal tocando. Después ha ido mutando y hasta el día de hoy, Sipegan es lo que él me ha enseñado a hacer con mis canciones.
- ¿Cómo llegás a tus canciones, como aparecen?
- Estoy cocinando, tomando una cerveza, agarro la guitarra y siempre sale algo man, siempre sale algo. Yo hago la música, balbuceo una melodía y después lo que entra en la métrica, lo meto. Nunca hago una canción pensando va a ser de amor o va a ser de esto. Excepto Tigre que la hice para mi hija.
- ¿y las letras cómo llegan?
- Espontáneamente. Si corrijo, pero no me pongo a pensarlas. Después modificas, buscas una mejor palabra. Las letras de Sipegan son cortas, pero son concisas.
- Son muy buenas tus letras.
- siempre trato de que lo que voy a escribir no sea una cosa burda.
Son increíbles las maneras diferentes de crear. Es muy cuerdo, no es loco, es inteligente crear. La imaginación es mejor que el conocimiento. Quizás vos no sabes tocar la guitarra, pero te imaginas una canción y te sale lo que querés, que buscas.
- ¿Qué es la onda Nico?
- Dejame pensar. La onda es la personalidad, la identidad.
- ¿Dónde está el secreto que te da identidad?
- En la honestidad, en no querer parece nada. Si vos querés copiar algo, vas a ser un pelele, no te va a salir igual, vas a ser un inferior. Es muy diferente copiar que influenciarse. Tener onda es saber disfrutar de tu identidad.
- Me decías antes de arrancar la entrevista que estaban en una nueva etapa con la banda.
- Siento que la banda ha tenido una envión en un momento que se ha perdido. Estaba muy relajada, muy conforme. Ahora quiero levantar de nuevo esa envión porque la banda puede, porque yo puedo. Estoy componiendo canciones nuevas, estoy con chicos nuevos que tienen mucha energía renovada. Laburar con gente que tiene ganas, tocar de verdad, te pone mucho las pilas. Es como rejuvenecer a la banda. Yo ya iba a dejar de tocar. Aparte no da dejar que muera eso ahí, la banda esta buena. Estábamos muy en “la diversión, el rock” y ahora lo quiero hacer más serio. Después de no sé, seis o siete años, está madurando recién.
- ¿Música local que te gustaría recomendar?
- Para todo el mundo, para todas las edades: Estación Experimental. Los Chicles. Michael Stuart, la mejor banda de Tucumán de todos los tiempos. Agustín Goytia es el mejor compositor que ha dado esta provincia. Recomiendo también Mur Mur, es buenísima.