Una historia de película para viralizar: en 1955 la mamá de Mirta escapó de Tucumán, estando embarazada. Hoy, busca conocer a sus hermanos mayores y saber quien fue su padre en Monteros ¡Todos los datos en la nota!
Todos conocemos alguna historia de padres que se marchan lejos abandonando a sus hijos sin dejar pistas, algo que –lamentablemente- parece estar naturalizado. Pero, aunque mucho menos, los hay también casos en donde son las madres las que toman esta posta y se van para siempre.
Seguramente, existen en Tucumán dos hermanos, un varón mayor y una mujer, que cuando eran pequeños, sufrieron la pérdida de su mamá que se fue para siempre sin dejar rastros ni pistas de nada. Corría el año 1955 cuando María Ester Díaz, también conocida como María Bernabela Díaz, partió desde Monteros hasta Santiago del Estero estando embarazada, y dejando a toda su familia atrás, inclusive a dos niños.
De ese embarazo, nacía en ese año Mirta Antonia, quien se crió con una familia adoptiva en esa provincia, mientras María Ester partió hacia Buenos Aires a rehacer su vida. Un pequeño detalle pero no menor, fue que Mirta descubrió recién a los 15 años que era hija de María Ester y no de los santiagueños que la habían críado, quienes le aseguraban que María era en realidad una hermana mayor.
Los años pasaron y Mirta también partió hacia la capital de Argentina, en donde pudo resarcir un poco su vida familiar y lograr la tranquilidad tan anhelada, formando la suya propia, y pudiendo generar también una buena relación con su mamá, María Ester. Sin embargo, su mamá nunca le contó sobre su antigua vida en Tucumán. Ni una sola palabra.
Fue Mara Salomón, hija de Rosa y nieta de Ester (ya fallecida), la que se contactó con eltucumano para visibilizar y viralizar este relato del cual hay pocos datos, pero mucha esperanza: “Mi vieja toda su vida vivió con esa intriga, la historia de mi mamá no fue color de rosa. Lo que sabemos es que la familia de mi abuela, la que dejó, es de Monteros. Mi abuela podría haber nacido en 1919 o 1921, hija de una mujer llamada María Leocaldia, quiero suponer que de apellido Díaz. En teoría mi abuela tenía su familia ahí en Monteros, dos hijos y un marido, y tenían algo así como una hostería, como una parada de camiones y demás, algo similar. Esta familia originaria de mi abuela cantaba, eran artistas, creo que eran folcloristas”, nos explica Mara, con los datos suministrados por los santiagueños que acogieron a su abuelita cuando huyó de Tucumán, embarazada de su mamá en 1955.
“Algo grave le pasó en Tucumán, ya que mi abuela se fue sola y tuvo a mi mamá en Santiago del Estero, no sabemos por qué, y mi mamá no sabe quién es su papá hasta el día de hoy”, nos dice.
Otro de los datos que Mara y Guegui (así llaman a su madre) pudieron recabar, es que los hijos que esta mujer habría dejado en Monteros, un hombre y una mujer, habrían crecido para convertirse en médico y maestra, respectivamente. Además, podrían ser de apellido Gómez ya que en el DNI de su abuela figuraba como “Díaz de Gómez”, aunque existe la posibilidad de que su apellido sea Díaz.
“Ella murió y se llevó los secretos a la tumba, mi mamá hoy en día solo quiere saber quiénes son sus hermanos, o si tiene familia viva, y saber su historia. Mi abuela negaba que tuviera dos hijos en Tucumán, los negaba a muerte, pero a mi mamá le contaron que ella dejó una familia en Monteros cuando escapó”, confiesa la nieta de María Ester.
Otro dato que pudo recolectar esta joven, es que su abuela cargaba con dos fotos. En una, se ven claramente a dos niños, un varón y una mujer, los cuales presume que podrían ser los hermanos de su madre. En la otra foto, se puede ver claramente a un bebé. “Creemos que estos niños deben ser sus hijos, porque nunca nos dijo quiénes eran”, explica.
Desde Buenos Aires, Mara Salomón busca ayudar a su mamá a cerrar el ciclo de su vida y sanar la historia familiar: “Mi mamá es una excelente persona, no busca ni quiere nada material, solo conocer a sus hermanos, saber quién era su papá, yo sé que el día que le toque partir de este mundo lo haría más tranquila sabiendo que conoció su historia”, cierra la joven, desde Buenos Aires.
Te dejamos fotos de María Ester Díaz de Gómez unos años después de dejar Monteros, cuando comenzó a teñir su cabello de rubio, junto a las fotos de los niños. Si tenés mayor información, el número de Mara es 1136467019.