Golpe al corazón fierrero

“Es un daño sentimental”: A Luis le robaron el Falcon de sus sueños

Después de buscarlo durante muchos años, Luis Lizarraga consiguió un Ford Falcon Sprint modelo 80. No llegó a disfrutarlo mucho, este lunes a la mañana se lo llevaron del frente de su casa: “Le recordaba su juventud”. Cómo ayudar a la familia en su búsqueda.

06 Ene 2021 - 20:04

El Sprint de Luis.

Lo quería, lo deseaba, lo buscaba y un día se le dio: Luis Lizarraga encontró el Falcon Sprint que tanto anhelaba y que lo desvelaba desde hace años. Fue hace poco más de un mes y para él fue como tocar el cielo fierrero con las manos. Aunque a muchos les parezca acaso apenas un auto (no uno cualquiera, sino uno de los modelos más emblemáticos de la marca Ford), para Luis tenía la mística de uno de esos amores de juventud que no se olvidan nunca. Pero ese idilio duró poco. Este lunes, cuando despertó, el Falcon ya no estaba ahí. 

El domingo a la noche, Luis salió con sus hijos a dar una vuelta en su flamante adquisición. Al regresar, dejó el Falcon modelo 80 estacionado al frente de su casa en Viamonte al 700 junto al camión con el que trabaja como transportista. El lunes se despertó a las seis de la mañana y, al relojear por la ventana, comprobó que ambos vehículos seguían ahí. Como tenía un par de horas antes de arrancar su jornada laboral, se recostó un rato. Patricio Gonzalo, su hijo que vive al frente, se cruzó para desayunar juntos. Como tenía que ir a trabajar, Luis le dijo: esperá, ya te llevo yo. “Cuando salí a la calle vi que el Falcon no estaba donde lo estaciona siempre, creía que lo había guardado en alguna parte, entonces, le dije: ¿Che papá y el auto? Ahí nos dimos cuenta que el auto no estaba. A él le dio un ataque de nervios. Esto fue como a las nueve de la mañana, o sea que lo llevaron entre las seis y las nueve de la mañana”, cuenta Patricio lo que fue el desesperante momento en el que constataron el robo. 

De ahí fueron a hacer la denuncia en la comisaría séptima y también en el área de sustracción de automóviles de la brigada de investigaciones. Ellos también salieron por su cuenta a recorrer los distintos desarmaderos de la provincia, pero no hubo caso, el Falcon no estaba en ningún lado. Patricio ayer cumplió 30 años, pero en la familia el horno no estaba para festejos: “Estaba muy bajón, ni vine a laburar”. Según le explicaron los policías, una vez que ese tipo de vehículos antiguos son robados se los suele desguazar por completo en, aproximadamente, seis horas. Sin embargo, al no encontrar ninguna pista del auto en los desarmaderos, la hipótesis de los investigadores es que quienes lo sustrajeron lo tienen guardado para utilizarlo para cometer algún ilícito. Hasta ahora, no hay ningún dato sobre el paradero del Falcon: “Los Sprint que están buenos y que andan son pocos y todos en Tucumán los conocen… Se afanaron un Falcón, nada que ver. Nosotros estamos a la deriva, no tenemos ninguna información”. 

Luis junto a sus dos hijos

“Mi viejo es de esos tipos que no demuestran ningún sentimiento y ahora lo veo y lo siento muy triste, sobre todo, por lo que significó el esfuerzo de comprar el auto. Él tiene la esperanza de que se lo pueda encontrar. Nos gustaría recuperarlo, esté como esté”, comenta el joven. La pérdida parece haber tocado las fibras sensibles del corazón fierrero de este camionero tucumano de 63 años. El Falcon Sprint es, sin dudas, uno de los clásicos más codiciados por los amantes de Ford. Con sus 166 HP, el modelo que se fabricó entre 1973 y 1981, fue uno de los autos de fabricación nacional más potentes y robustos de su tiempo. Hace varias décadas atrás, en sus años mozos, Luis supo tener uno, de ahí el flechazo que tuvo su reencuentro hace un mes cuando se reencontró con el auto de sus sueños y desvelos. Con sus años y kilómetros a cuestas, el Sprint no estaba chaluca, pero nada que no pueda mejorarse con tiempo y amor: “El auto estaba entero y mi viejo lo quería restaurar para dejarlo original. Era color vino, pero la pintura estaba quemada por el sol y quedó medio rosado. Nosotros ya habíamos comprado los elementos para pintarlo”.

Luis había ahorrado durante mucho tiempo para poder darse ese gusto. Claro que el valor del auto trasciende lo económico y el fierrero lo sabe. Por eso Patricio y toda su familia lo siguen buscando de manera desesperada. El joven deja su teléfono para todo aquel pueda llegar a tener alguna información sobre el vehículo: 3813614084. “Mi viejo estaba emperrado con comprarlo porque le hacía acordar a su juventud, de ahí le viene esa pasión, hacía mucho que lo quería. Es caer muy bajo robar un vehículo como ese, la mayoría de los que los tienen son personadas mayores que tienen un vínculo afectivo con esos vehículos… no es un daño económico, sino sentimental. Por eso, pedimos por favor si alguien sabe algo que dé aviso”. 


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