“Walter es una persona en situación de calle que se encuentra sobre la General Paz y Congreso. Hace artesanías. Yo lo conocí un jueves a la noche cuando estábamos repartiendo comida. Pasamos un buen momento con él charlando. Nos contó un poco sobre su vida. Es de Gualeguaychú. Tiene hermanos. Me mostró fotos. Es una persona bastante agradable con la cual te podés sentar a conversar horas porque tiene una charla muy rica. Es muy inteligente”.
“Walter es un señor, un caballero. Siempre está parado en la esquina siguiente de Metrópolis. Vivía en Chubut. Siempre se manejó con la artesanía. También hizo otros trabajos. Es muy inteligente, muy sabio. Su mamá está en Mendoza, y con sus artesanías quiere ayudarla. Llegó hace siete meses a Tucumán y quedó varado por la pandemia y no puede volver a Mendoza. Es muy inteligente. Y es muy lindo charlar con él: tiene una historia de vida muy fuerte”.
Los jóvenes con un corazón así de grande de Un plato caliente conocieron a Walter así: acercándole una vianda para que se alimentara todas las noches desde que comenzó la pandemia en Tucumán: “Éramos de los pocos grupos que salíamos de noche en ese entonces. Ya conocíamos a Walter, pero sabemos que no alcanza con un plato de comida. Una persona en situación de calle tiene mucho para decir, para escuchar, y Walter es una persona muy especial. Los chicos siempre pedían ir a la zona de Tribunales para verlo”, le cuenta al diario el tucumano Marcos.
Janina, Exequiel, el propio Marcos, Andrea, Celeste, Agustín (encargado de la música), Alejandro y Maxi visitan a Walter junto al resto de los compañeros cada vez que pueden, más allá de la función principal y el compromiso social fundamental que han asumido con personas en situación de calle cuyos problemas trascienden al hambre, como Walter, quien ha quedado varado en nuestra provincia y a través de la venta de sus artesanías junta dinero para viajar a ver a su madre.
Al sueño de ir a ver a Mendoza (que se cumplirá cuando sea posible una vez normalizada la situación nacional) hay otro sueño, más simple, más cumplible, más realizable, pero que hay que hacer y nace de una pregunta sencilla, cortita, inmediata: “Le preguntamos la noche del video cuál era su deseo. Y
nos dijo que le gustaría bailar la canción de la película Armaggedon, la que canta Aerosmith, una canción muy linda”, relata Marcos sobre el tema que se llama I don’t wanna miss a thing (No quiero perderme nada) y que, traducida al castellano, dice: