Son jóvenes y productores tucumanos: “El rock siempre tiene que estar en la cartelera de verano de Tucumán”. Y su nueva apuesta: el festival que traerá a Las Pelotas el sábado 18 en Tafí del Valle.
Julio y Mauricio. Rock en la ciudad y en la montaña
Andan con los pies en la Tierra y con la cabeza en la montaña, Los Lunáticos Viajantes. Y no es para menos.
A once días de la segunda edición del festival Rock en Las Montañas (sábado 18 de enero, Tafí del Valle) Julio Bulacio, uno de los líderes de este grupo de productores de rock, piensa aún que no acabado el 2019, y que una vez que Las Pelotas cierren la jornada rockera, recién se pondrán a descansar. Pero antes, un poquito más de rock.
El que pasó fue un año largo y exitoso para los Lunáticos. Trajeron a Tucumán a Skay Beilinson -el recital del año- al Cuarteto de Nos, a La 25, a La H, lo invitaron a Rocambole a que muestre su arte, y, con la llegada de la Kermesse Redonda, el espíritu ricotero latió también hacia fin de año, cuando los Lunáticos Viajantes festejaron una década junto al rock. Una movida que empezó con traslados hacia recitales en otras provincias y que en enero del 20-20 el festival que lleva su sello se consolidará en su segunda edición.
“Como siempre, es mucho esfuerzo, pero esta vez pudimos conseguir a una de las bandas más convocantes del país. Y por eso en Tafí del Valle esperamos ser 2000 ó 3000 personas, aunque vamos a preparar el predio para recibir a 4.000”, cuantifica el productor tucumano, integrante de un equipo de más de 10 personas, entre ellos Mauricio Díaz, el Kaiser, a cargo de la boletería y de la lista de pasajeros.
Además de Las Pelotas, en el escenario montado en el club Los Cuartos, se presentarán Nagual Rock, Lo Peor del Mundo, La Ribera, Potrero de Arrabal, Aneurixma, Cabarette y Los Cuervos. Y a las 18, la folclorista Nancy Pedro inaugurará la jornada, en pleno día, en plena belleza vallista.
Julio dice que cuatro camiones subirán los valles cargando escenario, luces, vallas y equipos. Y calcula que unas 70 personas serán parte de la producción de todo el espectáculo. “No es nada fácil hacerlo allá arriba. Casi todo hay que llevarlo desde acá. Los baños, el hielo, las vallas… todo. Pero el rock siempre tiene que estar en la cartelera de verano de Tucumán”.
Y si hay que llevar todo, también el público. Por ello, desde la organización prepararon colectivos que saldrán el mismo día y que regresarán en dos horarios, uno cuando termine el concierto y el otro a la mañana siguiente, para quienes se queden a pasar la noche bajo las maravillosas estrellas de los valles.
“Todo es fruto de un trabajo colectivo, que engloba Municipalidad, seguridad, los músicos, la producción. Así tiene que ser para que salga bien”, dice Mauricio. “Queremos seguir el mismo camino de los festivales grandes, como el Cosquín Rock”, agrega Julio.
Ya el año pasado se habían aventurado a una movida como esta. “Fue un festival costo cero. Los amigos de Nagual vinieron en un colectivo con su público desde Buenos Aires. La gente de la comuna de Amaicha nos brindó todo. La entrada costaba $250. Y así fueron unas 1.500 personas”, recuerda Julio sobre la primera edición del Rock en Las Montañas.
Y esta vez, un poco más abajo, en las montañas del valle de Tafí, los esperará un predio que tiene vista al lago y adentro habrá puestos de comidas y hasta sillas para quienes quieran disfrutar sentado el festival. “El paisaje es increíble. La luna, las estrellas, la montaña. Que suene rock ahí es alucinante. La Madre Pacha nos acompaña”.