Caminando por las calles del
microcentro tucumano, el humorista
Miguel Martín se encontró con el verdadero
Víctor Hugo Gordillo, el encargado de seguridad que le puso nombre y apellido al "
Polesía" más
desopilante de todos.
"Es un chango que
laburaba conmigo en
Mobilar. Yo vendía computadoras, y él era el guardia de seguridad del local. Era la época en la que le estaba buscando nombre a mi personaje y le dije que el suyo me venía perfecto:
Vitorugo Gordillio", recuerda Miguel en diálogo con eltucumano.com
"Al principio no quería saber nada.
'No gordo, no le pongas mi nombre' me decía. Yo en esa época era gordo", agrega con una risotada.
Pero no hubo caso, y el final de la historia lo conocen todos. "Después ya le ha gustado, y le terminé haciendo un homenaje un día que fue a verme en el teatro
Alberdi. Además, muchas veces le regalé entradas, libros,
CD's, y aunque lo invité ahora lamentablemente no pudo ir al Mercedes Sosa", comenta.
Los más fanáticos del Oficial rápidamente advertirán que en sus monólogos cuenta una
desopilante anécdota con un policía de
Famaillá, a quien le atribuye la creación del personaje. "Esa es también una historia real, pero nunca supe el nombre de ese señor. Él es quien me inspira, pero el nombre se lo termino
choreando a este muchacho", se confiesa.
Después del reencuentro hubo abrazos, una charla para ponerse al día, una foto para el
facebook y una promesa que no va a quedar incumplida: "nos vamos a juntar a comer un asado".