ASTROLOGÍA

Predicciones 2017: se acerca un año para pinchar burbujas

El triunfo de Trump, el Brexit, el intento de paz con las FARC, entre otros eventos, marcaron un 2016 inimaginable. El próximo año propone creatividad y madurez. Entrevista a Gi Juliano, astróloga tucumana.

19 Dic 2016 - 20:44

Es inminente el final del 2016. Mientras los nostálgicos hacen balances, los ansiosos buscan predicciones que los ayuden a prepararse física y mentalmente para el año que viene. Horóscopo chino, predicciones mayas y libros auguran diferentes posibilidades, algunas genéricas y otras más concretas.
La astrología es, para algunos, una manera de predecir el futuro. “La astrología tiene muchos prejuicios, algunos bien ganados”, asegura Gi Juliano, astróloga y economista tucumana, y propone una nueva manera de vivenciarla.
“La astrología clásica es la que todos conocen, te dice cómo es y qué te va a pasar. Esto empezó a quedar demodé y se hizo discutible. Ahí surge la corriente humanista, que está en una zona de constante intercambio con la psicología alternativa, no psicoanalítica”, explica. Dos corrientes fusionadas que analizan la personalidad en un marco amplio. 
Ni creencia, ni ciencia: Gi define a la astrología como “una forma de ser y estar en el mundo, una forma de percibirlo”.
¿En qué consiste la consulta?
A través de una serie de datos del nacimiento de una persona, se elabora una carta natal que es el dibujo del cielo en el momento en el que nació. Esa carta, un mandala, sintetiza muchísimos aspectos de la personalidad que a veces suelen ser contradictorios. A su vez, es un mapa de ruta: es decir, una guía para transitar el mundo en el que vivimos.
La persona que te está interpretando la carta natal no lo hace simplemente de lo que “ve”, como sucede en las cartas, sino que involucra mucha creatividad. Cuando el consultante lleva esa información al mundo, a su mundo de relaciones y realidades, esa herramienta se pone en juego y se convierte en otro hecho creativo que se suma a las otras maneras de manejarnos en la vida.
¿De qué puede servir?
La primera vez que alguien me hizo una carta natal, me pareció maravilloso porque me pareció la manera perfecta de sintetizar muchos aspectos de mi personalidad que no podía resolver. A veces somos cosas muy contradictorias y esta es una herramienta alucinante para conjugarlas, para llevar las contradicciones con armonía.
¿Qué tenés para decirles a quienes presentan prejuicios?
Citando a Saramago, “He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro”. Cada uno vive su vida con sus creencias y prejuicios y eso está bien.
La mente racional recorta este complejo enorme que es la realidad para poder aprehender y controlar lo que vivimos a través de patrones, etiquetas, formas definidas. Solo a través de la experiencia pueden vencerse esos límites.
Cuando uno logra vencer ponerle el cuerpo a la vivencia, se produce un gran jaque mate a la mente: ante lo abrumador de la experiencia, que muchas veces colabora con la resolución de problemas y con la comprensión de ciertas vivencias desde otros lugares que no son el racional, la persona termina entregándose a la vivencia y dejando atrás los prejuicios.
¿Cómo venimos con ese tema en Tucumán?
Estoy aquí desde 2015, después de haber pasado más de la mitad de mi vida en Buenos Aires, y para mí era una incertidumbre enorme saber con qué me iba a encontrar. Soy consciente de las “limitaciones” de la herramienta, es muy underground, pero Tucumán me sorprendió.
Cuando me instalé, empecé haciendo algunas cartas y hoy hago cada vez más. No tengo marketing, voy salpicando cosas de manera muy artesanal. La gran fuerza de lo astrológico es, siempre, el boca en boca de gente que vino a hacerse la carta, quedó muy satisfecha, le sirvió un montón y se lo recomendó a otra gente. La rueda viene girando hace ya un año y medio.
Considero que en Tucumán hay una búsqueda de abrirse a nuevas cosas. Me han tocado muchos consultantes que eran muy escépticos y comenzaron a vencer sus prejuicios. Hoy toman la astrología como una herramienta más para transitar el mundo de mejor manera. 
¿Cómo conjugás en tu vida la economía y la astrología?
Tanto la economía como la astrología buscan proyectar, abrir ventanas al futuro. Quizás esto tenga que ver con mi mundo de curiosidad, como algo que siempre me ha inquietado mucho, el poder entender ciertos escenarios y proyectarlos al futuro. Si bien en el mundo son dos herramientas imposibles de conjugar, en mi mundo tienen sentido y encuentran una síntesis.
¿Qué caracterizó al 2016?
Hay algo muy interesante de todos los hechos políticos y económicos de 2016 y es que nadie, en sus más descabelladas ideas, los hubiera imaginado. Colombia y el acuerdo de paz con las FARC, el éxito del Brexit, el triunfo de Trump. Son sucesos muy difíciles de predecir, inimaginables. 
En el 2016 circuló una tensión entre un orden viejo y poco vital que está en crisis desde 2012, se está derrumbando y no se termina de ir, versus algo nuevo, que está queriendo abrirse en el camino. Esto tiene que ver con Urano y Plutón, que están armando una estructura muy particular en el cielo, relacionada con el derrumbe de estructuras y la necesidad de un nuevo orden. 
Y, a pesar de que la astrología predictiva no es lo tuyo, ¿qué nos depara para el 2017?
A nivel general, va a traer una síntesis de todo lo que empezó a darse en 2016, profundizando este proceso que parece del nivel del realismo mágico.
A nivel más particular, el escenario que está llegando va a empezar a pinchar burbujas. El que venía muy mágico va a tener que confrontarse y estrellarse contra la realidad. El que venía rutinario y escéptico va a tener que abrirse a nuevos conocimientos.
Para sagitario, géminis, virgo y piscis, los que cumplen en el tercer decanato (últimos días de su signo) se vivirá un proceso de fuerte maduración y estructuración, de fuerte contraste con la realidad, ya a modo de cierre de un proceso que se viene dando hace un tiempo.
Para libra, aries, capricornio y cáncer, después de haber pasado años críticos de fuertes cimbronazos, el 2017 va a ser mucho más tranquilo, en un nivel de profunda madurez y claridad, más liberados y asentados. Ojo: si hicieron la vista gorda, la maduración va a seguir siendo un pendiente. 
La consigna para todos es ponerse creativos: se viene una ola de nuevas consignas. Si te quedás parado, la ola te tira. Si te podés sumergir, nadarla o surfearla, el impacto es menor. Nunca sabemos a dónde nos va a llevar, pero el cielo siempre invita a subirse a la ola.

Es inminente el final del 2016. Mientras algunos hacen balances del año que se fue, otros buscan predicciones que los ayuden a prepararse física y mentalmente para el año que viene. Horóscopo chino, predicciones mayas y libros auguran diferentes posibilidades, algunas genéricas y otras más concretas.

Después de un año de hechos descabellados e inimaginables, se acerca un proceso de concreción, maduración y desencantamiento, según asegura Gi Juliano, astróloga tucumana.

¿Cómo definirías al 2016?

Hay algo muy interesante de todos los hechos políticos y económicos de 2016 y es que nadie, en sus más descabelladas ideas, los hubiera imaginado. Colombia y el NO a las FARC, el éxito del Brexit, el triunfo de Trump, son todos sucesos muy difíciles de predecir.

Este año circuló una tensión entre un orden viejo y poco vital, que está en crisis desde 2012, que se está derrumbando pero no se termina de ir; versus algo nuevo que está queriendo abrirse en el camino. Esto tiene que ver con Urano y Plutón armando una estructura muy particular en el cielo, relacionada con el derrumbe de estructuras y la necesidad de un nuevo orden.

¿Qué nos depara este 2017?

A nivel general, va a continuar la transición de todo lo que empezó a darse en 2016, profundizando este proceso que parece del nivel del realismo mágico.

A nivel más particular, el escenario que está llegando va a empezar a pinchar burbujas. El que venía muy mágico va a tener que confrontarse y estrellarse contra la realidad. El que venía rutinario y escéptico va a tener que abrirse a nuevos conocimientos.

Para Sagitario, Géminis, Virgo y Piscis, aquellos que cumplen en el tercer decanato (últimos días de su signo) vivirán un proceso de fuerte maduración y estructuración, de fuerte contraste con la realidad, a modo de cierre de un proceso que se viene dando hace un tiempo.

Para Libra, Aries, Capricornio y Cáncer, después de haber pasado años críticos de fuertes cimbronazos, el 2017 va a ser mucho más tranquilo en un nivel de profunda madurez y claridad que los encontrará más liberados y asentados. Ojo: si hicieron la vista gorda, la maduración va a seguir siendo un pendiente. 

La consigna para todos es ponerse creativos: se viene una ola de nuevas consignas. Si te quedás parado, la ola te tira. Si te podés sumergir, nadarla o surfearla, el impacto es menor. Nunca sabemos a dónde nos va a llevar, pero el cielo siempre invita a subirse a la ola.

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