Más Ciruja que un domingo a la noche hasta la hernia, miralo al creador del fondo blanco en el Estadio Más Caliente del País. ¡Qué sed!
Salú. Foto: @Pabhh41
En el Estadio Más Caliente del País, no hay fernet que apague tanta sed por volver. En vaso de plástico, en botella arremangada, Branca, 1882 o Vittone, con Coca o Pepsi, mientras no lo corten con Frau, el elixir de Ciudadela es un beso con espuma.
La milanesa y la Mirinda, San Martín y el fernet; la empanada y el vino, San Martín y el fernet; la Norte y la Mona; San Martín y el fernet; la Quilmes y Los Redondos, San Martín y el fernet.
Hay cosas en la vida que van de la mano, destinadas a estar juntas para siempre.
El fernet enamora. El fernet corona. El fernet consagra. El fernet es la firma de la noche. El fernet es la trampa. El fernet es el asado inesperado. El fernet es el gordo que quiere parrilla.
El fernet es pirarte al Hipódromo porque toca Q’Lokura y si quieres bota mis cuadernos…
El fernet es Malaba.
El fernet son las chicas que debajo del corpiño pasan el fernet. Y el fernet es el tío que esta noche se toma el fernet más grande del mundo. Todos los fernet, el fernet.
“San Martín puntero y el vaso más chico de la Pellegrini es este”, dice el Ciruja Pabli de Dios con una foto de perfil de Tino Costa (¿te suena?) mientras muestra la imagen que resume tanto a Ciudadela esta noche.
Dice otra canción: “Ni una ni dos ni tres ni cuatro”. No alcanza el domingo para calmar la sed de un Pueblo que se imagina feliz, que cuando termine esta noche se irá a dormir con una sonrisa en la cara y con el mismo aliento del tío de la Pellegrini.
Mírenlo bien al ídolo: canoso bajo la gorrita Adidas y las gafas de sol en el pecho rojo y blanco es una mezcla de Pepe de Villa Urquiza, El Tanguero, y de Jacinto Eusebio Roldán, El Maestro.
No había vasos de plástico ni botellas que alcancen para este domingo. No. El fernet esta noche se sirve en un tarro de 4 litros de La Tonadita, una empresa familiar cordobesa que nunca en su vida se habrá imaginado (¿o sí?) el destino feliz de ese tacho.
Miren la sonrisa de ese hincha al compás de ese fernet, de ese ferné, de ese fernando, de ese fernuco, de ese beso, con música de Sonido Mazter, de Sonido a secas, pero hasta el fondo. Hasta el último beso de amor.
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