Saad Al Sheeb, el arquero de Qatar, tuvo un debut para el olvido en la floja presentación de su selección en el partido inaugural. El consuelo y el consejo: "Esto es un mundial y acá los cocodrilos son marroquinería apenas cabecean de sueño".
Saad y un partido para el olvido. Foto: https://www.elespanol.com/
Querido Saad Al Sheeb:
No te mortifiques más. Largá el celular, hermano. Dejá de ver el resumen del partido. Seguro que allá no hay TyC Sports ni nada de eso, pero deben ser igual de densos que acá. Sí, ya sé. Esperaste toda tu vida este partido. Justo ustedes vienen a romper la historia que marca que los anfitriones de mundiales, aunque sea, rasguñan un empate en el partido inaugural. Pero ni eso.
Encima con esa salida apenas comenzaste a jugar, Saad. Sé que desde acá siempre parece más fácil. Y me podés mandar a cagar si querés. Ni me conocés y te digo esto sentado frente a una computadora a casi 14 mil kilómetros de distancia. Pero era tu debut en un Mundial, Saad, y apenas iban tres minutos... ¿Por qué saliste tanto, hermano? ¿Qué fuiste a buscar más allá del área chica? Están los errores y también la elegancia para salir de los errores. Esto capaz te sirve -quién te dice- para otros órdenes de la vida y no sólo aplica al fútbol. Una vez que saliste mal, ¿por qué te ponés de frente al arco manoteando el aire así? ¿Allá no les enseñan eso? Decí que te salvó el VAR.
Te preguntarás quién soy y por qué carajos te escribo esta carta, si es que llega a tus manos, que los carroñeros dirán que te olvidaste en el vestuario. No les des bola. Tenés pergaminos. Por eso estás ahí. Jugaste con tu selección montón de partidos. Ganaste títulos con tu equipo el Al-Sadd. Pero esto es un Mundial, amigo. Y acá los cocodrilos son marroquinería apenas cabecean de sueño.
Hablando de cabezazos, ahí no tuviste nada que ver: estaba todo dicho. Pero el penal que hiciste, Saad. No te culpo a vos porque sos el resultante de tu selección y de tu país, qué sé yo. Seguro allá no jugaban a los cabezazos en la vereda (no debe picar por la arena). Ni el hermano mayor te ponía de arquero con dos sillas de arco para después fusilarte. Un penal furibundo sin importar la advertencia del “no vale chumbí”.
Capaz no viviste esas cosas. Y no es culpa tuya. En una carta como ésta, una vez, Guillermo Vilas -goggleá, vas a ver lo grande que fue- le escribió a un tenista que él entrenaba, antes de una final: “Nunca pienses que has ganado. Nunca pienses que has perdido”. Qué carajo tiene que ver el tenis con esto, preguntarás vos si es que la palabra carajo tiene una traducción literal en árabe. Capaz ustedes los arqueros están tan solos como los tenistas. Capaz necesitan tanta -o más- fortaleza mental que ellos.
La tienen peluda, Saad. Se vienen Senegal y Países Bajos. Algunos dirán que está todo dicho y que son los más burros del torneo. Son capaces de decirlo después del primer partido y sin haber visto los otros porque si hay algo que da el Mundial es la posibilidad de hablar sin saber. El gallego que los entrena hará su trabajo. Me imagino que intentará que los otros diez que te acompañan pateen al arco.
Capaz lo que te digo es al pedo, pero quién te dice… Por ahí te sirve para el próximo partido. Si ponés en YouTube la frase “mejores arqueros argentinos” te van a salir videos de Fillol, Roma, Pumpido y muy poco de Amadeo Carrizo. Todos esos están en el bronce de nuestro fútbol, claro. Pero en mi provincia, a finales de los 90, cuando vos eras un chico que iba a la escuela y ni soñabas con jugar un Mundial, atajó uno que se llamaba Nilton Pardal. Bajaba los centros con parsimonia de domingo, Saad. No sabés lo que era. Algunas veces, en el Monumental José Fierro, lo vi hacerlo con una mano, con una elegancia que después intenté tener en algún aspecto de mi vida. Y claro que nunca pude.
Si llegaste hasta acá te preguntarás quién soy y por qué te escribo. Qué sé yo, Saad. Será que me gusta mucho el fútbol y que tengo un hermano que fue arquero. Sé que son tipos extraños. Sé que se mortifican pensando que todo fue culpa suya. Largá el celular, hermano. Te quedan dos partidos. Mañana será otro día. Abrazo
Diego