Abrió un paquete con las cinco imágenes de jugadores y lo que le pasó es único. La práctica que trasciende generaciones toma fuerza Mundial tras Mundial y esta vez fue Julito el que vivió un momento para toda la vida. ¿Cómo hizo?
Juli con los dos mejores jugadores del mundo: Messi y Cristiano Ronaldo.
El tiempo pasa y las cosas cambian, los divertimentos de los niños de esta era, son distintos, necesariamente, a los de otras generaciones. Mucho más apegados a los deportes electrónicos, videojuegos y entretenimientos digitales, los chicos de la segunda década del milenio, pasan muchas más horas frente a las pantallas que los de cualquier otra época.
Sin embargo, no todo es tan distinto. Por eso, cuando Julio, de 10 años de edad, empezó su raid de abrir uno tras otro los 25 paquetitos de figuritas que su papá le regaló junto al álbum oficial de Qatar 2022, tenía el corazón latiéndole fuerte en el pecho, como queriéndole salir por la garganta y su deseo fue el mismo que el de cualquier chico criado con la pelota bajo el brazo sea de la época que sea: con la Tango del 78 o la de goma rayada, la Cuestra del 94 o la que daba Castillo de regalo cuando comprabas los primeros Ahorra Grande Aurora Grundig 20 pulgadas para ver el Mundial 86 a todo color.
No importa qué pelota ni qué época, al abrir un paquetito, sobrecito o como quieran llamarle, todos hemos sentido esa emoción que la incertidumbre y el deseo pueden hacer sentir: “Que sea el Bati”, “que venga el Diego o el Cani”, “El Matador, por favor”, eran las plegarias de otros tiempos.
Hoy, Julio evocaba un solo nombre propio conformado por tres palabras: Lionel Andrés Messi. Tras 23 sobrecitos abiertos con ansiedad, en el penúltimo llegó lo esperado: “Fue la última figurita, me agarró una emoción y me puse a gritar”, cuenta él mismo que mientras se fotografiaba con la sonrisa de oreja a oreja casi se olvida de abrir otro paquetito, del último.
“Ya estaba Messi entonces pedía por Di María”, comenta el niño que tiene a Fideo como su segundo ídolo. Sin embargo, no fue el ex Central el que lo volvería a sorprender: “De nuevo, en la última figurita aparece Cristiano”.
Como en toda buena historia, un héroe necesita de un antihéroe y CR7 es el ideal para Messi, porque no hay dudas que el uno y el otro se han ido fomentando la sed competitiva, potenciándose y desafiándose, manteniéndose en la cima del mundo por tiempo récord como los gigantescos deportistas que fueron, son y serán.
“Mi mamá se puso contenta, ella lo prefiere a Cristiano y me pidió pegar todas la figuritas de Portugal”, revela Julio.
Con sus 10 jóvenes años, algunos vagos recuerdos de Rusia 2018 lo invaden, en aquella oportunidad ya coleccionó las clásicas figuritas de Pannini: “Nunca me había tocado Messi, pero me acuerdo de un compañero de colegio que sí lo tenía, lo llevó y en el aula se le mojó el álbum justo donde estaba Messi y se le rompió la figurita”.
Además de Messi y Cristiano, Julio ya tiene a De Paul y a la Selección campeona del 78. Además le tocó Kevin De Bruyne entre los destacados.
En algunas redes sociales hay quienes ofrecen hasta $80.000 por la figurita de Messi, Julio no la vende por eso ni por nada del mundo aunque admite que es tentador: “Si me toca repetida sí la vendo”, y está bien, maestro.
Futbolero de nacimiento, se prepara para una tarde de corazón partido al medio: “Soy hincha de Boca y Atlético”, cuenta. El domingo, la Bombonera será el escenario del duelo entre ambos. “No sé quién quiero que gane, es una decisión muy difícil”, confiesa y no será ni la última que toque tomar en la vida, mientras tanto a disfrutar del fútbol, de Messi, de Cristiano, de las figuritas y del Mundial que son lo más lindo que hay.
¡Julito, feliz!