Según reveló Marcos Amar, un grupo de padres de los jóvenes de Unión Aconquija que acababan de ser derrotados por La Escuela Miguel Brandán, se metieron en la cancha a patotear a la terna: "Tenemos golepes en la cabeza y en la cara", contó.
Lamentablemente, en el fútbol tucumano volvió a vivirse un hecho de violencia cuyas víctimas fueron los árbitros de un partido de divisiones formativas entre la Escuela Miguel Brandán y Unión Aconquija, disputado en la cancha de San Pablo.
Uno de los damnificados fue el juez central Marcos Amar que, en charla con La Tribuna Amateur (LTA), reveló lo sucedido: "Ingresaron 30 personas a golpearnos a los tres. Tuvimos la suerte que cuando uno de mis compañeros cayó al suelo, no lo golpearon".
Junto a Amar estaba Ezequiel Jiménez y Marcos Gorosito que también fueron salvajemente golpeados por padres de los chicos que estaban jugando el partido: “Estamos con golpes en la cabeza con hinchazón en la zona de la cara”.
El partido se había desarrollado de manera normal, en los últimos 4 minutos la Escuela Miguel Brandán convirtió los dos goles, los jugadores se estaban yendo y comenzaron los insultos, que podrían decirse que son normales, pero no deberíamos normalizar”.
“Los padres (del club Aconquija) empezaron a gritarles a los chicos que nos peguen, se volvieron los jugadores y los padres también entraron, nos rodearon. Fue un momento horrible, pero por suerte para lo que pasó estamos entro de todo bien”.
"Teníamos a dos efectivos policiales con nosotros pero no sirvió de nada por la cantidad de gente. Lo mejor sería que empiecen a agregar más policías y que se juegue sin público", añadió.
Justamente, la actividad de la Liga retornó este fin de semana tras un parate motivado porque los árbitros venían reclamando mayor seguridad: “Se ve que haber parado una semana no fue suficiente y tendremos que tomar nuevas medidas”, manifestó el colegiado.
Para Amat, la clave está en la rigurosidad de los castigos: “Yo creo que cuando haya un sanción ejemplar los clubes van a estar más medidos, los hinchas también. Muchas veces recomendamos sanciones de un año y con solo presentar una nota se la majan a seis meses y eso no tiene sentido. Nosotros preferimos que se cumplan las sanciones”.
“Lo mejor sería que se juegue con más efectivos y que se juegue sin público”, opina el árbitro.
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