El partido se moría hasta que apareció la bomba de Mussis para poner arriba al equipo de De Felippe, que venía de cuatro sin ganar. Primer grito de locura. Otra bomba de Tesuri hizo explotar los corazones Decanos para volver a gritar con el alma y desatar la fiesta en 25 de Mayo y Chile.
El grito furioso de Mussis, mientras Lotti lo persigue. (Foto: Prensa Atlético)
"Ganen o me lastimo", amenaza un fanático Decano en una imagen que se viralizó en la previa del partido entre hinchas de El Gigante del Norte. ¿Es de hoy? Algunos afirman que no, pero qué importa eso ahora. Atlético Tucumán llevaba cuatro sin ganar y la situación era preocupante y dramática, especialmente para El Pueblo Decano que siempre espera pelear bien arriba, ser protagonista en todas las canchas y un rival de temer para chicos y grandes.
Hasta 25 de Mayo y Chile llegó Independiente, puntero e invicto. Y hasta allí llegó nomás el equipo de Julio Falcioni, porque le salieron bien los cambios a su exayudante de campo Omar De Felippe y porque el corazón del equipo, Franco Mussis, remató con furia de derecha tras el toque sutil de Augusto Lotti para por fin vencer a Sosa y desatar la alegría Decana.
No había bajado la emoción del primer gol, cuando El Deca presionó de nuevo, recuperó y atacó. Valiente. Nada de especular. Pase filtrado otra vez del 9 para Renzo Tesuri y bomba de derecha, para que la alegría ya sea total y hasta afloren unas lágrimas con su festejo especial, dedicado al querido Santiago Morro García.
Llegada golpeado El Decano y De Felippe metió mano en el equipo: Yonathan Cabral llegó hoy a 100 partidos con la Celeste y Blanca y fue el Soldado Heroico de la defensa, siempre firme delante de Cristian Lucchetti. El 1, el eterno Capitán Decano, así con mayúsculas, respondió siempre que lo llamaron y fue importante para salvar el cero cuando amenazaba la visita.
El otro gran cambio de El Soldado fue el regreso de Franco Mussis. El Gordo fue el abanderado de la presión, eje del armado futbolísitco Decano cuando lo hubo y el primero en la fila para meter y raspar cuando Independiente intentaba construir juego. Su garra, su fiereza y su pegada empujaron al equipo en el peor momento.
Y fue por la entrega de Mussis que El Decano no claudicó y fue por más cuando el partido parecía un empate marcado. El 7 fue para adelante y no dudó ni reculó. Matías Orihuela trabó y ganó como se espera que lo haga el tres de Atlético; la pelota le quedó al ingresado Lotti que pivoteó como manda el manual del 9 para Mussis, que llegaba de atrás, después de probar de afuera todo el partido: ahora sí, bomba razante y a cobrar.
Grito furioso del volante, que busca afianzarse e hizo méritos para seguir dentro del once. Todos corrieron a abrazarlo y festejar ese 1-0, ese grito sagrado tan esperado, atragantado hace algunas fechas más allá del desahogo final del empate ante Aldosivi. El corazón Decano latió más fuerte que nunca y el 7 tuvo su premio.
El puntero Independiente, que mostró poco y nada, no pudo reaccionar después de ese primer golpe cuando como un baldazo de agua helada llegó el segundo. Como contra Godoy Cruz, dos golpes de knock out, dos piñas juntas que te liquidan, te matan.
El mismo Gordo Mussis la peleó una vez, la peleó de nuevo, la ganó, la pisó y tocó para Lotti. El 9, que entró muy enchufado por el voluntarioso Polaco Menéndez, hoy no encontró el gol pero asistió nuevamente para encontrar a Renzo Tesuri lanzando en velocidad, que fusiló de derecha, cruzado, al mismo palo donde entró la bomba del Gordo. Lapidario. 2-0 y fiesta en 25 de Mayo. Y dale que dale, cantalo nomás, como retumbó en todo Tucumán ese grito sangrado, contenido, postergado y tan esperado: ¡¡¡Viejo y Glorioso Decano de-corazón-sin-gual-labandateloagradece y tealientahastaelfinal!!!
Locura total. El Pueblo Decano pudo por fin gritar de alegría. Días después de la paliza ante Sarmiento, Atlético Tucumán hizo escuela de garra y coraje y fue al frente sobre el final del partido. La resurrección del equipo de El Soldado, con más huevos que fútbol.
Otra vez contra Independiente, otra vez bajando a un grande. Sacando pecho en la mala. Para que estén bien arriba los corazones, para que no se lastime ese hincha que lo veía por TV (no como los allegados, que hoy eran más que nunca) porque ganó El Deca y la semana toma otro calor y otro color en todoTucumán, y especialmente en la ciudad que se paraliza cuando juega El Decano. Baje un cambio, amigo, tomesé una birra y no se lastime, disfrute ser Decano porque ya pasamos muy malos momentos, y como siempre, los buenos ya van a venir y llegaron. Tomemo, somo Atlético.
Volvé a gritar con el alma con las bombas de Mussis y Tesuri: