ANÁLISIS DECANO

En un partido de locos, Atlético Tucumán vivió su mejor momento con nueve

Lluvia, rojas, corte de luz. Noche de locura en El Monumental. El Decano lo ganaba y se lo empataron; se quedó con 9 y hasta mereció ganarlo; se apagaron las luces y volvieron, pero se suspendió por un diluvio. Intensos minutos en desventaja numérica con mucho amor propio.

02 Mar 2021 - 01:25

Erbes vuela y pide penal. Fue expulsado por simular. Foto: ESPN.

Partido ideal para el espectador imparcial, como se dice por ahí. Diluvio, rojas, goles, partido de ida y vuelta, corte de luz y finalmente suspensión. Atlético Tucumán 1 - 1 Huracán tuvo de todo. Tiene, en realidad, porque será reprogramado y El Decano deberá jugar los 18' que restan con 9 jugadores, pero no sabe cuándo.

Era una noche ideal para estar en el José Fierro, saltando y cantando a pesar de la lluvia, a pesar de que el equipo de Omar De Felippe llegaba con un punto de seis y muy necesitado de una victoria. Era una de esas noches que los tibios deciden mirar para otro lado y mirarlo por tevé, y los Decanos de corazón van saltando charcos por Laprida desde la avenida, revoleando la Celeste y Blanca bajo la lluvia en la previa. 

El Decano arrastraba cuatro derrotas en fila en el José Fierro, y necesitaba también mejorar su rendimiento, tras dejar muchas dudas en el empate ante Unión y la derrota ante Central Córdoba como local. Los hinchas morían de ganas de estar ahí, de gritar "bieeeeeeen" cada vez que uno de los suyos ganaba una dividida y se arrastraba sobre el verde césped lleno de agua. Que vuelvan los hinchas, que lo necesitan.

El Soldado volvió a apostar por algunos jugadores que vienen siendo cuestionados como Aguirre, Monzón o Toledo. El partido era parejo y se jugaba bajo una intensa lluvia cuando Augusto Lotti se reencontró con el gol tras una serie de rebotes en el área visitante: gol bien de 9 para el 9, que necesita ganar confianza y la confianza a los delanteros sólo les llega cuando la pelota besa la red.

Huracán buscaba el empate bajo un diluvio, por arriba, y lo encontró: Lucas Merolla ganó de cabeza tras un tiro libre de Cristaldo y estampó el empate. Minutos después, El Deca se quedó con 10 jugadores cuando el árbitro Arasa amonestó por segunda vez a Cristian Erbes cuando intentó simular un penal.

El Soldado ubicó a Lotti por derecha y Acosta - Aguirre repartiéndose la mitad de cancha, buscando orden en el medio y dejando a Javier Toledo en soledad contra los defensores de El Globo. A los 8' del segundo tiempo Marcelo Ortiz vio la roja y a sufrir, más todavía. Lucchetti metió una salvada impresionante y llegó el vendaval Decano.

Con 9, la lógica implicaba que Atlético debía meterse atrás y aferrarse al empate bajo la lluvia, con uñas y dientes empapados, pero lo fue a buscar con mucho amor propio.

Monzón de tiro libre; Carrera tras un pelotazo largo; el Bebe Acosta de afuera del área. Tres llegadas claras claras que casi ponen en ventaja al Deca.

La lluvia se intensificó y el milagro de la victoria épica parecía cercano, los hinchas lo soñaban mientras desde sus casas o desde los bares veían como afuera se caía el cielo en Tucumán.

A los 27' del segundo tiempo, lo previsible pero siempre inesperado: apagón. Se cortó la luz en el José Fierro. Cuando las luces se encendieron, la cancha estaba llena de agua y no se podía jugar. Partido suspendido.

Restan jugarse 18' (más la adición) y no se jugarán mañana, porque Huracán debe volver a Buenos Aires para enfrentar a San Lorenzo el fin de semana.

El Deca vivió su mejor momento con 9 jugadores, despojado de sus dudas, con vergüenza deportiva e hidalguía ante la adversidad. Si juega con la fiereza que fue al ataque esos locos minutos antes de la suspensión, podrá levantar la cabeza.

Los números marcan que hoy tiene 1 punto de 6 y un empate con 9 hombres en curso, con 18' que no sabe cuándo se disputarán.

La fuerza para sacar pecho bajo la lluvia y con 9 le dan crédito a El Soldado y sus dirigidos: los hinchas quieren ver un equipo de Corazón sin Igual y que se levante ante cada adversidad, como merece la camiseta de Atlético. Ese es el camino.


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