Alejandro Bazán las pasó por todas y aun así pudo llegar al País Vasco para estar presente en el prestigioso Zegama-Aizkorri. Una historia de superación y ejemplo para muchos.
Foto: Facebook Ale Bazán.
Mucho sobrepeso, la muerte de su mejor amigo y un papá del corazón, y problemas económicos fueron algunas de las cosas por las que pasó Alejandro Bazán. El tucumano no se rindió, levantó cabeza, se entrenó y el domingo correrá la prestigiosa skyrunning Zegama-Aizkorri, en el País Vasco.
El Zegama-Aizkorri es una de las competencias más reconocidas en el mundo en su rubro. Se realiza desde hace 17 años en España, desde Zegama, a 1.551 metros sobre el nivel del mar, hasta Aizkorri, totalizando un total de 42 kilómetros y son válidos en la Serie Mundial de skyrunning.
“Estoy muy motivado, con fuerza, y mucho más porque justo ayer falleció un papa del corazón, Ricardo, que estaba complicado. Cuando me despedí, le dije que le iba a dedicar esta carrera, sabiendo la fortaleza que puso ante el cáncer que venía peleando”, contó Alejandro a eltucumano.com desde el País Vasco, donde se encuentra ultimando detalles para llegar de la mejor forma a la carrera del domingo.
“Es un sueño estar aquí y lógicamente estamos a un nivel muy por debajo de la élite mundial, que se presenta en la carrera. Vengo a disfrutar, pero a dejar el alma en cada kilómetro. Sé que no voy a salir primero, y ni cerca voy a estar, porque dan 275 cupos a la élite mundial, con tiempos increíbles, pero estar aquí es un sueño. Somos solo dos argentinos, junto a Alberto Tejerina, de Salta”, contó el primer tucumano que participará en Zegama-Aizkorri.
La preparación de Alejandro no viene de ahora, tuvo mucho tiempo de entrenamiento no solo físico, sino también mental. En 2010 sufrió la pérdida de
Martín, su mejor amigo y hermano del alma. El dolor lo hizo refugiarse en la comida y, en menor medida, en el alcohol. Llegó a pesar 125 kilos y todo el mundo se le venía abajo.
Mientras estudiaba fotografía en la
Escuela de AGRA (
Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina), fue cuando decidió volver a Tucumán y cambiar todo. “Mis primeros pasos para hacer deporte fueron caminando, donde hacía 2 veces por semana 10 kms en 2h30m. Luego de unos meses empecé a realizar tres veces por semana. Además, contaba con la ayuda de mí mamá en la nutrición (cocina). Gracias a todo eso pude bajar casi 10 kilos en 6 meses”, contó. Pero Alejandro no se quedó ahí, fue por más y bajó 42. “Mi preparación fue tanto física como mental. Me entreno con
Jonathan Wheeler, del
Team Omega Runners de Tucumán”, agregó.
En febrero, Bazán recibió la noticia que había obtenido uno de los 225 cupos, entre más de 10 mil inscriptos, para participar de Zegama-Aizkorri, pero los problemas volvieron a aparecer. Los mismos que aparecen siempre en los deportistas amateurs: “En marzo perdí el trabajo por la situación económica del país, donde automáticamente lo primero que hice es recaudar fondos de la manera más práctica que fue realizando salidas de iniciación al senderismo sábados y domingos, rifas, bingo, charlas de primeros auxilios, ayudas económicas de amigos, Secretaria de Deportes y algo de la Municipalidad de Yerba Buena”, contó el deportista tucumano.
“La vida te da y te quita todo el tiempo. Vengo en una etapa de pelearla mucho. Y en la vida, Dios te da y te quita todo el tiempo, y aprendí eso en estos 5 meses. A valorar a los amigos, la familia y, sobretodo, las cosas simples que a veces no nos damos cuenta”, sentenció Alejandro Bazán, mientras partía a entrenar para llegar en óptimas condiciones a la carrera del domingo.