PROYECTO DE ORDENANZA

Romano Norri: “A la larga y a la corta, la avenida Néstor Kirchner desaparecerá”

El concejal radical-alfarista dio su respaldo a la iniciativa impulsada por el Instituto Julio Argentino Roca para quitar el nombre del expresidente fallecido en 2010 de la arteria que conecta a la Capital con El Manantial.

31 Mar 2022 - 23:21

Agustín Romano Norri, concejal de San Miguel de Tucumán. (Foto: Prensa del edil)

Por segunda vez en seis años, el concejal Agustín Romano Norri buscará cambiar el nombre a la avenida Néstor Kirchner –rebautizada en 2010 por voluntad del entonces intendente Domingo Amaya- y renombrarla como Julio Argentino Roca. A diferencia del 2016, cuando conjugó esfuerzos con pares del bussismo y de la Coalición Cívica (CC ARI), esta vez el edil impulsa una iniciativa elaborada por representantes de la institución homónima al tucumano dos veces presidente, que es encabezada por Mauricio Argiró, secretario de Seguridad del municipio Yerba Buena.

Es por eso que este jueves recibió, en su despacho del Concejo Deliberante capitalino, al mencionado funcionario yerbabuenense, quien estuvo acompañado por otros integrantes de la agrupación, Héctor Monayer y María José Barrionuevo.

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“Nos parece muy importante dialogar sobre este tema porque consideramos a Julio Argentino Roca como una figura irremplazable en la historia argentina, porque hizo mucho por el país, tanto en lo político como en lo militar. Incluyendo en esto el desarrollo de la totalidad del territorio argentino, recuperando el 52% de lo que hoy se conoce como República Argentina durante la Campaña del Desierto de la mano de otro tucumano, como Nicolás Avellaneda. Por eso, consideramos estas cuestiones como una reivindicación histórica, de reformulación de lo que hoy se conoce como relato, que no es más que una mentira organizada para opacar y difamar la figura de Roca”, valoró Argiró al finalizar el encuentro.

El funcionario de Yerba Buena eligió el Día de la Memoria para anunciar sus intenciones de solicitar la restitución del nombre de la avenida, presentación que había realizado el día anterior por Mesa de Entrada del Concejo Deliberante. “Creemos que es oportuno rescatar la verdad histórica sobre uno de los mayores hombres que Tucumán le dio a la Nación”, escribió ese día en su cuenta de Twitter.


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El radical-alfarista Romano Norri presentó en 2016 un proyecto de ordenanza para derogar la norma sancionada en 2010, que fue la que permitió que un tramo de la avenida Roca sea renombrada como Néstor Kirchner. Al mismo tiempo, Ricardo Bussi y Eduardo Verón, de Fuerza Republicana, y Sandra Manzone del CC-ARI, hicieron lo propio para restituir el nombre original de la arteria. Ninguna de las iniciativas prosperó.

Seis años después, Romano Norri se muestra optimista sobre el futuro de la renovada iniciativa, al tiempo que pondera el debate que se genera sobre lo que consideran una restitución histórica. “Sabemos que más tarde esto saldrá, y a la larga y a la corta, la avenida Néstor Kirchner desaparecerá y volverá a ser Julio Argentino Roca”, sentenció.

El proyecto aún está siendo estudiado por la comisión de Moralidad del Concejo Deliberante capitalino. Cuenta con la aceptación de figuras clave del oficialismo municipal.

 

El otro debate: la Conquista del Desierto, ¿gesta patriótica o genocidio?

La Campaña del Desierto tuvo lugar entre 1878 y 1885. Liderada por Julio Argentino Roca, entre esos años se lograron anexar a la Argentina más de 41 millones de hectáreas originalmente habitadas por pueblos originarios.

En la última década, la gesta militar fue puesta en tela de juicio a partir de investigaciones históricas que no hicieron otra cosa que exhibir el saldo de vidas humanas que costó aquella campaña. Diversos estudios estiman alrededor de 14.000 originarios muertos, tomados prisioneros y condenados al trabajo esclavo a merced de familias terratenientes que se dedicaban a la agricultura y ganadería.

Historiadores de renombre como Felipe Pigna, también menciona en sus investigaciones graves vejaciones contra la población originaria sobreviviente a la misión militar argentina. “El principal agente de la rápida extinción fue la persecución despiadada y sin tregua que les hicieron los estancieros, por medio de peones ovejeros quienes, estimulados y pagados por los patrones, los cazaban sin misericordia a tiros de winchester o los envenenaban con estricnina, para que sus mandantes se quedaran con los campos primeramente ocupados por los aborígenes. Se llegó a pagar una libra esterlina por par de oreja de indios. Al aparecer con vida algunos desorejados, se cambió la oferta: una libra por par de testículos”, describe.

Pigna explica que el éxito de la campaña prestigió al tucumano Roca con la clase dirigente, que luego lo llevó a la Presidencia. “Para el Estado nacional, significó la apropiación de millones de hectáreas. Estas tierras fiscales que, según se había establecido en la Ley de Inmigración, serían destinadas al establecimiento de colonos y pequeños propietarios llegados de Europa, fueron distribuidas entre una minoría de familias vinculadas al poder, que pagaron por ellas sumas irrisorias”, detalla.

El estudio del renombrado historiador destaca, además, que la campaña militar premió a familias encumbradas de la época, a las que prácticamente se le regalaron tierras fiscales gracias a la sanción de tres leyes: la de “Remate Público”, la de “Derechos Posesorios” y la denominada “Premios Militares”.

“Si hacemos números, tendremos este balance: La llamada conquista del desierto sirvió para que entre 1876 y 1903, es decir, en 27 años, el Estado regalase o vendiese por moneditas 41.787.023 hectáreas a 1.843 terratenientes vinculados estrechamente por lazos económicos y/o familiares a los diferentes gobiernos que se sucedieron en aquel período. La cereza de la torta llegó en 1887: una ley especial del Congreso de la Nación premió al general Roca con otras 15.000 hectáreas”, escribe Pigna.

Otras líneas de pensamiento consideran a Julio Argentino Roca como uno de los presidentes argentinos que más se enriquecieron durante la función pública. Lo ubican en una lista integrada por próceres como Bernardino Rivadavia y Bartolomé Mitre.


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