VACACIONES EN PANDEMIA

Día Nacional del Guardavidas: el desafío de hacer cumplir los protocolos en El Cadillal

Esteban Díaz tiene 44 años, es profesor de Educación Física y forma parte del cuerpo de guardavidas del Ente de Turismo apostado en El Cadillal. En diálogo con eltucumano, y aprovechando la efeméride, cuenta cómo es el desafío de trabajar en una villa turística en medio de una pandemia.

04 Feb 2021 - 10:53

Hoy, como todos los 4 de febrero, se conmemora en Argentina el Día Nacional del Guardavidas en homenaje a Guillermo Volpe, un guardavida de 22 años que murió cumpliendo su trabajo el 4 de febrero de 1978 en Playa Grande, Mar del Plata.

Esteban Díaz, profesor de Educación Física egresado de la Universidad Nacional de Tucumán y miembro del cuerpo de Guardavidas del Ente de Turismo de Tucumán, habló con eltucumano sobre el enorme desafío que significa para él y sus compañeros trabajar en contexto de pandemia en una de las principales villas turísticas de la provincia.

Díaz forma parte del equipo de 22 guardavidas que desempeñan tareas en El Cadillal, contratados por el ente de Turismo. La mayoría de los trabajadores son profesores de Educación Física, otros son estudiantes avanzados de la carrera.

Cada año, Esteban y sus compañeros se preparan para cubrir los meses de veraneo en esa villa turística, entre noviembre y marzo. Pero esta es una temporada atípica, atravesada por la pandemia de coronavirus que obligó a los argentinos a modificar nuestros hábitos cotidianos, a convivir con la mitad del rostro cubierto y dejar de lado los saludos con besos y abrazos a nuestros afectos.

En cuento a su función específica, Díaz contó que este año, siguiendo los lineamientos del protocolo sanitario, los guardavidas organizan a los veraneantes en una suerte de “burbujas” para mantener el distanciamiento social al momento de ingresar al agua.  “Cuando ingresan al agua los separamos por grupo familiar. Es decir, la distancia social se mantiene entre familias”, explicó.

El cuerpo de guardavidas del Ente de Turismo apostado en El Cadillal trabaja en dos turnos: un grupo de 7 lo hace en el primer turno, de 10 a 15 horas; los otros 22 en el turno de la tarde, de 15 a 20. Además, Díaz explicó que en la villa turística se realizó un importante trabajo de señalización, de modo que todos los veraneantes, aunque sea su primera visita, sepan ubicarse perfectamente sin ningún tipo de inconvenientes. Las diferentes zonas acuáticas también se encuentran demarcadas con las indicaciones correspondientes para evitar accidentes.

Con respecto al grado de acatamiento de los protocolos de seguridad por parte de los veraneantes, Díaz le contó a este diario que, en líneas generales, la mayoría de los adultos están pendientes de los movimientos de sus hijos, para evitar que ingresen a zonas prohibidas o que trasgredan el distanciamiento social. “Igual, siempre hay padres que delegan toda la responsabilidad de cuidado en los guardavidas. Ven que estamos ahí y quieren que nosotros nos ocupemos del cuidado”, sostuvo. El profesor explicó que, en caso de que un niño sufra un accidente dentro del agua, la responsabilidad siempre es del guardavida, independientemente que sea producto de un descuido o negligencia de los padres.

Por otro lado, Díaz aseguró que en la villa está garantizada por parte del ente de Turismo la provisión permanente de elementos de higiene y sanitización, de acuerdo a las indicaciones del Ministerio de Salud para la prevención de contagios. Además, cada bar y restaurante cuenta con alcohol en gel y sus propietarios ubican las mesas de manera tal que los comensales puedan respetar el distanciamiento social.
    
El Cadillal, completamente renovado y con una amplia oferta de actividades para estas vacaciones, se posiciona como una de las villas turísticas preferidas de los tucumanos. Aún en pandemia, también se puede disfrutar. 

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