Luis Medina Ruiz, titular del Sistema Provincial de Salud (SiProSa) se refirió al complicado momento que vive la provincia a partir del marcado incremento de las muertes de pacientes con Coronavirus, algunos de ellos jóvenes y sin patologías de base, y a las expectativas en cuanto a la evolución del virus de cara a fin de año. “No vamos a tener posibilidad de reunirnos con muchos familiares”, advirtió sobre diciembre, si no se registra una merma en los contagios detectados.
Luis Medina Ruiz, titular del SiProSa. (Foto: Secretaría de Comunicación Pública)
“Los datos de hoy son de hace 10 a 15 días”. Así lo explica el doctor Luis Medina Ruiz, secretario ejecutivo médico del Sistema Provincial de Salud (SiProSa), para entender los reportes que diariamente difunden desde el Ministerio de Salud tucumano, que muestran la cantidad de nuevos casos confirmados de Coronavirus y número de pacientes fallecidos que contrajeron la enfermedad. Medina Ruiz indica que los contagios informados diariamente son los que se alcanzan a procesar en un lapso de 24 horas –desde antes de las 19 del día anterior-, mientras que los decesos son los que se registran en el día.
Este miércoles pasado
ocurrió algo inusual con los fallecimientos. El parte matutino detalló 35 muertos, y con las cifras del informe vespertino se hicieron 40. Lo cierto es que 31 de esos casos no habían sido cargados al Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA), habiendo ocurrido días y –en el peor de los casos- hasta hace tres semanas atrás. “Nosotros tenemos la cualidad de siempre informar al día, las muertes, la mayoría, no estaban reportadas de la parte privada”, explicó el funcionario provincial sobre este hecho particular.
Esto último, a su vez, abre una incógnita, una duda que muchos tienen a partir de la publicación –también diaria- del reporte epidemiológico del Gobierno nacional que, hasta ayer jueves, totalizaba unos 4.000 casos menos desde el inicio de la pandemia. “Es un sistema informático centralizado que requiere de la carga de un administrativo, es probable que haya inconvenientes y haya demoras, si son varios días no cargados es peor todavía”, explica Medina Ruiz que, además, aclara que las muestras que antes eran procesadas en Buenos Aires ahora se estudian en Tucumán y sus resultados son enviados para ser incorporados al sistema central de Nación. Otro de los problemas con el conteo de los casos, cuando la pandemia aún no explotaba en el territorio, fue la computación de casos para la provincia de pacientes con domicilio en otras jurisdicciones nacionales, tucumanos que ya no viven dentro de los límites, pero en cuyos DNI aún figura la Matria tucumana. “Hoy con la cantidad de casos no nos estamos fijando en eso, ya son tantos los casos que es muy difícil controlar uno por uno”, señala.
En Tucumán, donde las autoridades sanitarias supieron contener el avance de la pandemia –con aciertos y algunas impericias- hasta pasada la mitad del año, la situación es crítica. A diferencia de otras provincias, donde tuvo mayor incidencia por un tiempo más prolongado, los contagios estallaron luego de cumplirse cuatro meses de aislamiento sin mayores preocupaciones. Más de 16.000 muestras positivas procesadas en solo un mes, sobre casi 20.000 detectadas desde el 19 de marzo, son un llamado de atención.
Sobre la cantidad de positivos que se reportan a diario, Medina señala que el aumento responde a dos factores: se está testeando más, entre 1000 y 1300 pruebas PCR y test rápidos, pero también más contagios a causa de la enorme movilidad en las calles.
“Cuando eran 20 o 30 casos por día, nosotros lo que hacíamos eran campañas en algunos barrios y en los bancos a ver si encontrábamos algún positivo y no lo encontrábamos; evidentemente no había circulación viral”, recuerda el galeno. “Hoy habiendo circulación viral sabemos que muchos pacientes, seguramente, están entre nosotros cursando una enfermedad asintomática, así que siempre debemos tener en cuenta que lo que nosotros testeamos hay que multiplicarlo por dos”, agrega.
A diferencia de otras provincias, en Tucumán aún no se toma la determinación de contar a los contactos estrechos de portadores del virus como nuevos positivos. “Todavía no, era una posibilidad para esta semana, no nos gustaba tener demora en el reporte, teníamos inconvenientes en que testeábamos y demorábamos en el resultado, pero cuando la ministra adquiere los testeos rápido de antígenos se nos dio la posibilidad de acelerar los tiempos”, explica Medina Ruiz. “Igualmente es muy probable que dentro de poco se dé el diagnóstico por nexo epidemiológico, sin necesidad de hisopado”, agrega, teniendo en cuenta que el diagnóstico preciso es determinante para definir el tipo de tratamiento al que debe ser sometido el paciente infectado.
En las últimas semanas, la muerte de pacientes jóvenes sin enfermedades de base encendió las alarmas. Sobre esta cuestión, el médico a cargo del SiProSa explica que, más allá de la existencia o no de patologías, el sistema inmunológico de cada persona reacciona con intensidades distintas. “Es un virus habitualmente benévolo, en la mayoría de las personas produce una enfermedad leve. Es más grave en las personas de 60 años y quienes tienen alteración en sus defensas, con antecedentes pulmonares, con obesidad o tabaquismo; pero, por otro lado, sabemos que hay personas que sin nada de eso hacen una enfermedad grave y depende de una respuesta inmunológica exagerada”, describe. Cuando la respuesta defensiva, la llamada “tormenta inflamatoria”, se activa para contrarrestar la amenaza viral, también puede provocar el ingreso de líquido en los pulmones.
Uno de los medicamentos en los que hoy está puesta la atención es en el
ibuprofenato de sodio, más conocido como ibuprofeno nebulizado. Sus efectos antiinflamatorios y anticoagulantes ya pueden ser puestos a prueba en los hospitales tucumanos desde esta semana, según
confirmó a este diario el propio Medina Ruiz.
“Cuando vemos ese tipo de reacción, a veces se puede frenar y a veces no, y lo vemos en personas jóvenes donde no se explica motivo para que haya hecho una enfermedad grave”, explica el funcionario, que resalta que son los jóvenes los más propensos a contraer la enfermedad. En números, relevados hasta el 21 de septiembre, más del 46% de los contagiados son personas mayores de más de 20 años que no superan los 40. “¿Cuál es el mensaje con esto?”, se pregunta Medina Ruiz. “Sabemos que la mayoría de las personas que se enferman son jóvenes, y la mayoría no reviste gravedad, pero la mayoría de las personas que se enferman son mayores de 60 años y un joven puede enfermar a su familia”, agrega.
“Cada muerte, pensando en que pudiéramos controlar mejor esto, cuantos más casos haya, más fallecidos va a haber; ese es el mensaje, deberíamos controlar esto cuidándonos, tomando todas las prevenciones”, se lamenta el médico. “Si seguimos las recomendaciones al pie de la letra no lo anulamos al virus, pero ayuda bastante”, insiste.
La movilidad en las calles es cada vez mayor en Tucumán. La explosión de contagios no parece poder frenar la necesidad de los tucumanos de salir de sus casas, ya sea por trabajo o para adquirir productos de primera necesidad o hacer uso de servicios considerados esenciales por el Comité Operativo de Emergencia (COE). “Hay que tratar de controlar esto, salir de casa cuando no nos quede alternativa”, reclama Medina Ruiz.
Y en este sentido, la ministra de Salud de la Provincia, doctora
Rossana Chahla, se expresó de un modo similar la noche del miércoles. En el programa ‘Panorama Tucumano’, de
LG Play, la titular de la Salud provincial
no ocultó su deseo de volver a Fase 1 para cortar con la cadena de transmisión del virus. “Lo ideal es el aislamiento, es la única medida efectiva. Tucumán fue una de las primeras que abrió. Siempre pedimos la recomendación de volver a fase 1, nosotros tenemos la mirada sanitaria. Entendemos que la gente necesita trabajar, pero tenemos un gran problema que es la densidad de población en un territorio tan pequeño, y el distanciamiento tiene mucho que ver”, dijo.
Las sugerencias sanitarias, tanto de Chahla como de Medina Ruiz, este viernes cayeron en el saco roto del COE. Luego de una reunión en las instalaciones del Centro de Innovación del Ministerio de Educación, donde tiene asiento la base de operaciones del ente controlador, se decidió reunir a los intendentes y delegados comunales que integran el Gran San Miguel de Tucumán de modo de restringir la circulación entre jurisdicciones.
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“Pensamos que en algunas semanas va a seguir subiendo la curva de casos”, adelanta Medina Ruiz sobre el avance de la pandemia en octubre. “El pico se ve cuando pasa, durante dos o tres semanas, cuando haya entre 400 y 500, casos lo veremos; nos faltan un par de meses”, agrega y advierte que es muy probable que las Fiestas no sean como las de años anteriores. Quizás no sólo haya que extremar el uso de barbijo y otros elementos de bioseguridad, sino que se analiza restringir al máximo la posibilidad de reunirse en familia.
“A las Fiestas vamos a llegar complicados, esperemos llegar bien y todos, para festejar tenemos muchos años por delante”, señala. “Estoy seguro que las Fiestas van a ser tipo cuarentena, no vamos a tener posibilidad de reunirnos con muchos familiares; tenemos que tratar de llegar lo mejor posible a la vacuna; tenemos que tratar de postergar lo que más podamos el pico”, analiza y, antes de finalizar, vuelve a insistir a la sociedad: “Deberíamos quedarnos en nuestra casa si no tenemos obligación de salir”.