Día de la Memoria

El día que una guerrillera detenida “concedió” una curiosa entrevista a la prensa en Tucumán

En las horas previas al golpe de Estado de 1976, el diario La Gaceta publicó las confesiones de una supuesta guerrillera detenida en El Cadillal: Miriam Prilleltensky de entonces 20 años de edad, se presentó con su “uniforme de combate”. El rol de los medios en la dictadura.

23 Mar 2020 - 23:31

Guerrillera vestida con el uniforme del ERP ante La Gaceta, Marzo de 1973. "Recibió un buen trato", dijo el diario.

“Aseguró que siempre recibió un buen trato desde su detención y que no fue presionada para que diera la conferencia de prensa”. Con estas palabras el diario La Gaceta daba cuenta de su entrevista a una supuesta guerrillera detenida en El Cadillal, luego de ser herida en un enfrentamiento –también supuestamente- en febrero de 1976.

“La prisionera”, según el relato periodístico es Miriam Prilleltensky “y su apodo de guerra Clarisa”, quien entonces tenía 20 años de edad, es descripta como “menuda, de ojos y cabellos color castaño” y se presentó ante los periodistas “con su uniforme verde oliva y zapatillas negras oficiales “de la organización subversiva” (sic).


“Se autorretrató como una mujer arrepentida que no hubiera querido vivir esta experiencia, pero –agregó- la valoro y debo aprender de ella”, dice la nota de 1976.
En un evidente registro castrense, la “entrevista” narra que Prilleltensky había recibido “adoctrinamiento político consistente en historia de las revoluciones del mundo”.

“Apuntó que la organización intenta aplicar en la Argentina una filosofía marxista –leninista y que figura en sus objetivos la expropiación de empresas extranjeras, abolir la propiedad privada, hacer del individuo un instrumento del Estado y la destrucción del núcleo familiar y todo aquello que signifique un escollo para esa ideología”, acota el centenario diario provincial.

“Informó que es huérfana de padre y madre, añadiendo que había resuelto hacer estas revelaciones ante la prensa para 'evitar que cualquier joven argentino se incorpore a la sedición'”, remata la pieza rescatada para la memoria colectiva.

“Durante la última dictadura existió un sistema mediático hegemónico desde el cual se modeló la construcción discursiva de una otredad (los subversivos, los terroristas guerrilleros, los demonios, entre otros términos) a la que solo quedaba enfrentar desde el exterminio. Algunos de ellos, incluso, participaron como órganos fundamentales de inteligencia de las FFAA, cuyo rol estaba establecido en la normativa castrense”, asegura la investigadora Rocío Cereijo.



Hoy se sabe que los militares enviaron a Prilleltensky a Paraguay con la identidad cambiada hasta que, en 1983, viajó a Israel, donde reside actualmente.

En 2012 su historia fue retratada en el documental Cuentas del alma, Confesiones de una guerrillera.  Contiene una entrevista que le realizó el cineasta Mario Bomheke en el que “con un discurso que, a medida que avanza, se va oscureciendo, da la impresión de que a Prilleltensky su pasado parece haberle significado no más que una experiencia adolescente. Y su relato, lleno de grietas, puede inducir incluso a que quien la escuche se pregunte cuál y cómo fue su relación con el régimen militar”, describe una nota del diario Página 12.


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