El enorme ofidio apareció en el patio de una casa del Barrio Central y debieron intervenir tres bomberos voluntarios para capturarlo. “Es la primera vez que aparece algo así”, dijo el oficial Marcelo Oyola. Mirá las fotos del operativo.
Los bomberos capturaron la gran lampalagua.
La del pasado viernes era una tarde como cualquier otra en la casa del Barrio Central de la ciudad de Alberdi donde viven Alejandra Guash y su marido Adrián. Alrededor de las 18, la calma de la familia se quebró cuando al salir al patio se dieron con una presencia extraña: una lampalagua de 2,10 metros descansaba detrás de una escalera, entre las plantas del jardín y la tapia. El sorprendente hallazgo causó estupor y terror entre los habitantes de la vivienda. Inmediatamente llamaron a los Bomberos Voluntarios de la localidad de Alberdi.
Apenas minutos después y antes de que cunda el pánico, el Comandante Sergio Oyola, el cabo Ángel Santillán y el bombero Iván Mortes llegaron hasta la vivienda donde se encontraba el enorme ofidio. Los bomberos actuaron con cautela y, mientras le tapaban la cabeza para que no pueda mirar, la tomaron por la cola. Luego, la metieron en una bolsa. Todo con sumo cuidado para que el animal no sufriera ningún daño. “Ya trabajamos en serpientes que aparecieron en viviendas antes, pero ninguna de esta magnitud. Es la primera vez que aparece algo así”, aseguró el oficial principal Marcelo Oyola.
Si bien no se trata de una especie venenosa, es un animal que mata a sus presas por contrición y que podría haberse alimentado con alguna mascota: “Puede ser que haya comido algún cachorro o un gato”, explica Oyola. Por suerte, Alejandra y Adrián no tienen animales domésticos en su casa. “Por supuesto que la familia se va a asustar, es algo muy raro, no es común que informen de una serpiente en una casa”, recalcó el bombero.
Según explicó, se trata de un animal que es autóctono de la zona este de la provincia. Las hipótesis que maneja el bombero respecto al inusual hallazgo es que alguien la haya atrapado y la tenía en su casa de donde se escapó. Aunque no descarta que haya llegado hasta ahí con alguna creciente de los ríos que se produjeron hace unos meses. En cuanto al protocolo de los bomberos cada vez que aparecen animales como esos, dijo que no pueden golpearlo ni matarlo y, después, deben procurar encontrar un lugar indicado donde liberarlo. “No se pueden liberar en cualquier lugar porque si no es autóctono puede ser peligroso para otras especies”, aseguró.
La lampalagua de más de dos metros estuvo hasta el día de hoy en el cuartel de los bomberos voluntarios de Alberdi en el interior de un tacho plástico de 200 litros cortado por la mitad. El animal, que no presentaba ningún golpe ni herida, fue trasladado hasta la reserva ecológica de Horco Molle para ser devuelta a su hábitat natural.
Mirá las fotos de la captura de la víbora: