TUCUMANOS AVENTUREROS

Son padre e hijo y viajaron en moto hasta Estados Unidos

Vicente estuvo 10 años peleándole a una enfermedad. Salió adelante. Y con su padre, Tucho, decidieron emprender una larga travesía sobre una Harley Davison. Y mientras disfrutan y regresan a la provincia, planean su próximo viaje

03 Sep 2018 - 02:36

Tucho y Vicente en parte del periplo por Estados Unidos. Fotos: Clarín

"La experiencia está en la ruta, no en el lugar adonde se llega", podría resumir el sentido de la aventura que emprendieron juntos. Es que "los Vicentes" -padre e hijo llevan el mismo nombre-, salieron desde Tucumán a fines de enero hacia Estados Unidos para concretar uno de los viajes más largos de sus vidas en motocicleta. Lo hicieron a bordo de una Harley Davison Road King. Se trata de una historia que, además, habla de superación.

Vicente Trapani "hijo" tiene 29 años. Y pasó buena parte de su vida peleando contra la leucemia. Ahora que la enfermedad quedó atrás, junto con su padre, decidieron escribir una nueva historia: la de un viaje inolvidable. En diálogo con Clarín, Vicente "padre", más conocido como Tucho, cómo la vida los llevó a recorrer más de 28 mil kilómetros juntos.  "La historia de este viaje comenzó en un encuentro de Harley en Paraguay. Un amigo de Brasil, que nos veía viajar mucho, nos propone ir a un encuentro grande de motos que se hace en las playas de Daytona, que se hace en marzo", contó en una entrevista que se realizó en  Milwaukee, EE.UU. 

La moto de "los Vicentes" es fue la única con patente argentina en esa ciudad durante las celebraciones por los 115 años de la firma de motocicletas. Si bien no son los únicos compratiotas que estuvieron en los festejos, los otros viajaron en avión a Estados Unidos y allí alquilaron los vehículos. 

"Hace cuatro años que retomé la moto. La tuve como 10 años guardada", contó Tucho.  "Él ha comenzado a vivir recién hace 10 años", señaló en relación con Vicente, su hijo menor y el único varón. "Por culpa de la leucemia se ha pasado toda su adolescencia en cama", agregó.

Sobre los viajes, recordó que: "Habíamos empezado con encuentros de motos locales y después nos animamos un poco más y ya fuimos a Perú. Por eso tuvimos que ir cambiando la moto para tener una más grande y confortable para viajar". En esta ocasión, viajaron en una Road King,
En Tucumán, la madre de Vicente y sus dos hermanos los esperan. "Mi mamá dice , 'mientras ustedes disfruten yo estoy feliz. Yo los disfruto a la distancia'", señala el joven, que llegó con su padre en marzo a Estados Unidos. Más precisamente, a Daytona. Luego, encararon hacia Los Ángeles.
 Sin embargo, Tucho debió tomar un vuelo de regreso a la argentina por cuestiones relacionadas con la citrícola que posee con su familia en Tucumán y pese a que ya está "retirado". Vicente se q, en cambio, se quedó allá, en casa de familiares, para estudiar y trabajar.  "Me quedé acá  hasta que en julio me fue a buscar mi papá, volvimos a la ruta y recorrimos la costa oeste", comentó.

Tucho, pos su parte, destaca que "Yo nací en Tafí Viejo , capital nacional del limón. De hecho, es a lo que me dediqué toda mi vida. Ahora no, ahora estoy abocado a la moto". Y agrega, sobre la forma de viajar, que "con dos mudas de ropa para cada uno es suficiente". "Así se viaja", resume su hijo. 

Y sobre la Road King, señala que: "Es indestructible. Lo único que tuvimos que hacer es cambiar la batería luego cuatro meses de estar parada antes de retomar el viaje".  "Dentro del mundo Harley hay una hermandad, una forma de comunicarse, de apoyarse; una idea de solidaridad en el camino. A alguien que anda en Harley le cae simpático otro que ande en Harley", remarca Tucho.

"Yo no tenía mucho conocimiento con detalle de la historia de la marca ni de lo que significaba este evento. Lo estoy descubriendo acá. Y lo más impresionante es que nos estamos encontrando con gente que nos fue dando una mano durante nuestro viaje. Amigos de Colombia, de Bolivia, de Perú... ¡Están acá!", celebra. Además, señala que: "Ya estamos preparando nuestra próxima aventura para el año que viene". Se irán a Europa. Planean enviar el vehículo hasta Portugal y desde allí recorrer la costa del Mediterráneo hasta Italia. Incluso, sueñan con llegar más lejos. "Y si nos da el cuero vamos a ir hasta el norte de Europa", desliza Vicente. "Me encartaría llegar hasta San Petersburgo", confiesa.

"Me llevo la sensación de estar haciendo algo para mi hijo y para mi de valor incalculable. La experiencia está en la ruta, no en el lugar adonde se llega", resume Tucho, que irá hasta Miami con Vicente y desde allí, enviarán nuevamente la motocicleta a Argentina. El viaje de vuelta será, esta vez, aéreo.

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