Una emprendedora tucumana perdió su antiguo trabajo, pero con un poco de ingenio y mucho esfuerzo, armó una empresa destinada al entretenimiento y la integración para los más pequeños.
Las pijamadas, una alternativa para los chicos. Foto: Sale Pijamada Tucumán
Valeria Nazar es una tucumana que este año se quedó sin su trabajo, luego de 13 años de servicios en una empresa de seguros. Con la indemnización que recibió, comenzó una nueva etapa de su vida, ligada al entretenimiento de niños y adolescentes. Su propuesta, incluso llegó a una escuela, en donde las alumnas compartieron una noche entre carpas, juegos y pijamas.
Su empresa se llama "
Sale Pijamada Tucumán" y desde allí organiza todos los detalles de la celebración nocturna que ofrece. Instala las carpas en las que los chicos se refugiarán, luces, lleva juegos, los colchones, las mantas y las almohadas. Los diseños y la ambientación, además, son temáticos. Los chicos que van, pasan la noche despiertos. Y si el sueño los está por vencer, ponen la alarma para despertar durante la madrugada y seguir con la fiesta.
"Hace unos años que se está haciendo en Buenos Aires. Tengo un primo que me mandó una foto y se me ha ocurrido hacerlo, a las dos semanas de quedarme sin trabajo me largué", recordó. Para comenzar, compró carpas, colchones, sábanas, almohadas, mantas de polar, luces, cotillón una pantalla gigante y un proyector y un equipo para armar un pequeño boliche, entre otras cosas. Además, cosió muchas de las fundas y ropas de cama que brinda como parte del servicio y que son personalizadas con motivos infantiles o juveniles.
Si bien reconoce que la indemnización fue buena, confiesa que fue difícil empezar de cero una vez más. Pero la preocupación fue cediendo ante la buena respuesta que obtuvo entre su público. "Hemos trabajado todos los fines de semana desde julio, salvo uno", indicó. Con el paso de las semanas, el negocio fue creciendo. "Primero era para 10, después para 20, después para 32", recordó. Incluso, llegó a organizar una para más de 70 chicos.
La tarifa básica incluye el armado y la ambientación de la pijamada. El lugar elegido se decora con guirnaldas tipo kermés, banderines, atrapasueños, alfombras, fogatas fabricadas con luces led, carteles luminosos y un proyector de estrellas, entre otras cosas. Las ambientaciones son temáticas: pueden ser con diseños de Emoji, Soy Luna, Mini Frida, Simones, entre otros.
Además, se pueden contratar servicios adicionales como "cine y
pochoclos", "juegos gigantes", "desayunos", "set de arte", "set de
bijou", "realidad virtual" o "boliche", entre otras.
"Se hacen por lo general los viernes y sábados; pero también hacen pijamadas a la salida del colegio. Las madres las reciben con la merienda, se les ponen pantallas gigantes, juegos y no hace falta que se queden a dormir. Si es día de semana, muchas veces los buscan a las 12 u 11", explicó.
En las pijamadas se llegan a armar hasta pequeños "boliches" para los niños y adolescentes. Muchas veces, se realizan a modo de fiesta de cumpleaños. Si bien el público más grande está comprendido por niños entre 8 y 12 años, hay adolescentes que también se suman a la propuesta. "En enero tengo una chica que cumple 15 y no quiere fiesta, quiere pijamada", indicó Nazar.
La experiencia de las
pijamadas, además, fue puesta en práctica en la Escuela
Rivadavia. "La maestra me lo planteó hace dos meses. Querían hacerlo como proyecto anual y repetirlo todos los años. Les ha ido bárbaro", comentó. Fueron 75 niñas las que participaron y, por supuesto, pasaron la noche en vela.
Cynthia Salomón, madre de una de las alumnas, dejó escrito su agradecimiento. "Hermosa experiencia para nuestra pequeñas es una hermosa aventura donde se afianza el compañerismo . Gracias
seño Estela", comentó en
Facebook.
Maria Lourdes
Penida también compartió la experiencia de su hija, que va a la escuela
Rivadavia. "Un gran recuerdo que quedará para nuestras niñas. Hermosa experiencia y la
seño Estela, una excelente profesional , un ser humano hecha de puro corazón", expresó.
También hubo pijamadas mixtas. "Para los varones, todo (decorado en) camuflado y adentro dormían entre 20 y 22 nenas", recordó. "Estaban divididos los ambientes pero era mixta", indicó la emprendedora, que expresó que estas experiencias, además, fomentan la integración y el compañerismo, ya que muchas veces, los invitados provienen de distintas escuelas o clubes y se encuentran en estos festejos, en donde organizan juegos y actividades juntos. El precio, según indicó Nazar, oscila entre los 200 y 250 pesos por chico, más los servicios adicionales que se quieran contratar.
El
emprendimiento de
Nazar no es el único de este tipo en la provincia y, a juzgar por los comentarios que dejan quienes contratan los servicios, es un tipo de celebración que va ganando terreno en la provincia.
Pijama Party Eventos Tucumán,
Juegos y Sueños Pijamadas y
Quiero Pijamada son algunas de las empresas que también brindan servicios similares.