El Secretario General de la Gobernación ensayó un tiro ante un niño y festejó una dudosa conquista.
En el marco de la visita de las autoridades provinciales a una escuela de Costanera Norte, el secretario General de la Gobernación
Pablo Yedlin aceptó el desafío de patearle un tiro penal a uno de los niños que concurren al establecimiento.
El resto de los pequeños improvisó una platea a los costados, y el "arquero" se acomodó en la entrada de un pasillo.
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El funcionario ensayó un remate fuerte y elevado, inalcanzable para el golero, que saltó e hizo su máximo esfuerzo para llegar a la pelota.
El arco no tenía travesaño delimitado pero, como indica el reglamento informal del fútbol amateur, la altura del arco es igual a la altura máxima que puede alcanzar el arquero haciendo su mejor salto.
Lo más parecido a un límite horizontal es el marco de una puerta que se ve en la pared, pero que, si se lo toma como referencia, hablamos de un tiro claramente desviado.