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La mejor hamburguesa de Tucumán es de Monteros, familiar y casera

Pupula y campeona

Lo que empezó como una comida entre amigos se volvió el emprendimiento gastronómico de toda una familia de Monteros. La historia y el secreto de “La Pupula”, la hamburguesa consagrada ¿Peligra el reinado de la milanesa en la provincia?

Desde Monteros al mundo: los reyes de la hamburguesa.





En la tierra de la milanga, una hamburguesa reina. Los más fundamentalistas de la cultura gastronómica tucumana seguro las miran de reojo. Acaso le achaquen ser un producto del imperialismo. Tal vez, le recriminen su condición de comida foránea. Muchos habrán sentido esas miradas reprobatorias cuando, al sentarse en alguna sanguchería, en Pepe o en Los eléctricos o en Brizuela (por citar algunos ejemplos entre muchos otros), optaron por una hamburguesa. Como si se tratara de un mandato cultural o genético o de alguna ordenanza municipal que lo sancione con multa: A la hora de pedir, acá se pide sanguche de milanesa. Y no hay tu tía. Durante mucho tiempo, las hamburguesas estuvieron reservadas para los changuitos que buscan en ellas cajitas felices. Pero ahora, completamente autóctona y 100% casera, hay una hamburguesa  que este domingo,  en la sexta edición de la Expo Abasto Gourmet, se ha consagrado como la mejor entre todas las de estos pagos. Se llama “La Pupula”, es de Monteros y fue creada por los integrantes de la familia Ale.

Fue en el centro de Monteros, en la casa de los Ale y durante la primera semana de enero. Era un día donde el clima no estaba para asado. ¿Qué se hace entonces? Preguntaron los jóvenes que se encontraban reunidos para comer algo y charlar. Rodrigo, de 21 años, propuso hacer hamburguesas y su hermano, Leonardo, de 19, lo secundó en la tarea. Lo que ninguno de los presentes esperaba era que se pusiera a fabricar hasta el pan. Las reacciones fueron espontaneas y contundentes a la primera mordida: “¡Qué hamburguesa, papá!” Semanas después, cuando se corrió la voz en Monteros y empezaron a llegar los pedidos de amigos y vecinos, esa sería la marca del emprendimiento: Ke’ Hamburguesa. Las redes sociales hicieron el resto: de esas decenas de hamburguesas cocinadas en la cocina de su casa cuando arrancaron, hoy son casi mil por fin de semana.

“Esto nos cambió la vida. En épocas de crisis como la que pasamos a nosotros nos fue bien y esto recién está arrancando”, reflexiona Julio Ale, papá de Rodrigo y Leonardo, quien se define como responsable de marketing de “Ke’ Hamburguesa”. Sus hijos, siempre en broma, dicen que ellos cocinan las hamburguesas y él vende el humo. La realidad es que fue el principal impulsor del emprendimiento gastronómico de la familia. Le bastó comer una hamburguesa para creer: “La probé un día y les dije esto es exquisito. Cuando vi que eran tan buenas dije que tenía que apostar a eso”. Y así fue. Julio compró dos hornos, freidoras y, en unos meses, el quincho de su casa donde hacía los asados los domingos, se convirtió en patio hamburguesero. Después fue trabajo en equipo de su familia: Rodrigo siguió a cargo de los panes, Leonardo de preparar las hamburguesas, Patricia, su esposa, es la creadora de las mayonesas, Esther, su madre de 80 años, responsable de la cebolla caramelizada. Y hasta Zamira, la menor de los Ale con doce años, tiene su función: es la encargada de preparar las verduras. “Un vecino travieso con la computadora hizo el logo, hasta el marketing es casero”, destaca Julio entre risas. 

Las hamburguesas de los Ale irrumpieron con fuerza en el mercado gastronómico monterizo. Llegaron para ampliar la oferta sanguchera dominada por las milangas y los célebres lomitos de Zaneti; la leyenda del lugar. “Aquí en Monteros no había hamburguesas así. Todo es casero, no sé si en otro lugar tendrán algo así. Es distinto porque acá todos venden milanesas y la gente está cansada de comer milanesas nomás. Había que buscar algo distinto”, reflexiona Leonardo. 
La creación culinaria de la familia logró su consagración este domingo y de visitante al obtener el premio “Burgerlandia” que coronó con $10.000 a la mejor hamburguesa tucumana en la sexta edición de la Expo Abasto Gourmet. “Fuimos con una parrilla a la expo y volvimos con el premio”, resalta todavía sorprendido por el logro Julio Ale. Fueron más de 7000 los votos del público que le permitieron alzarse en lo más alto del podio de las hamburguesas autóctonas. La diferencia de votos con respecto a las demás competidoras fue contundente. La hamburguesa de los Ale se las comió en dos panes. “Es muy loco lo que nos está pasando. Desde el domingo por la noche que estamos muy felices, ruego que no me caiga la AFIP nomás porque ahí nos matan…”, dice Julio y vuelve a reírse con risa de campeón. 



¿Cuál es el secreto del éxito de esta hamburguesa que todos nombran en Monteros y cuya fama ahora trasciende las fronteras de la ciudad que la vio nacer? “La Pupula” es el nombre de la hamburguesa campeona que combina pan casero, cebolla caramelizada, doble carne, un huevo frito, salsa barbacoa, lechuga, tomate y mayonesa casera. Pero el arma secreta es el pan, un pan de papa que, lejos de resquebrajarse a la primera mordida, es un colchón mullido y placentero para los paladares más exigentes de la comarca: “Es un pan importante. Tiene doce centímetros de diámetro, es gordito y sabroso. El pan se lleva el 80% del éxito de la hamburguesa. Si nos falta el pan no la vendemos porque es lo que la gente eligió”. 

“Nosotros venimos de muy abajo”, dice Julio que tiene 45 años y una anécdota que le sirve para graficar dónde es ese lugar: “Yo siempre le decía a mis suegros que si su hija se casaba conmigo iba a quedar parada. Y así era: no teníamos ni sillas”.  Su hijo Rodrigo estudia ingeniería mecánica y Leonardo abogacía. Estudian durante la semana y de viernes a domingo se dedican a las hamburguesas de la familia. Julio, por su parte, hace de todo un poco: vende pochoclos y helados en eventos, saca fotos y filma fiestas: “Siempre fuimos una familia emprendedora”. 

¿Podrá esta hamburguesa campeona destronar a los sanguches de milanesa en las preferencias gastronómicas de los tucumanos? ¿Podrá, aunque más no sea ocupar un lugar en el podio de nuestros paladares? Julio Ale se sincera: “Yo también, si me das a elegir, elijo una buena milanga. Pero creo que a nivel mundial hay un boom de la hamburguesa”. Será cuestión de probarla y que cada quien decida, pero La Pupula pide pista en los menús tucumanos.