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Una publicación tiene la papa en la literatura tucumana

Literatura de acá

Lleva meses en la web una página que divulga y analiza la producción de los escritores locales. “Cuando más literatura se lee, menos papeles se tiran en el piso”, dice Pablo Donzelli, el artífice de este sitio que promete ser un deleite para los lectores tucumanos.

Mucho para leer y para pensar nuestra literatura.





Ustedes quizás sean muy chicos para recordarlo, pero hubo un tiempo en que, acá en Tucumán, tener la papa en algo era sinónimo de haber alcanzado una verdad absoluta e irrefutable sobre la materia en cuestión. Especie de tubérculo filosofal, la posesión de la papa era carta de idoneidad y sabiduría. Ahora, “La papa en la literatura tucumana”, el sitio especializado en la literatura de acá, llegó para difundir y pensar nuestras letras: ¿tendrán ellos la papa acerca de esta provincia y de su gente, de la calor que nos azota en verano y de la fragancia de los azahares que eclosionan en primavera? Es una manera de leernos, de mirarnos de cerca y de pensarnos; eso tiene en claro el escritor y editor Pablo Donzelli, principal mentor de esta publicación que promete abordar nuestra literatura como nunca antes: “Hay escritores que son maravillosos. Tenemos al Maradona de la literatura que es Borges, pero él nunca iba a hablar de la problemática particular de la tucumaneidad, a eso solo lo pueden hacer los tucumanos. Creo que la literatura es el lugar donde se puede dilucidar cuáles son nuestras debilidades y fortalezas. Para eso la tiene que leer la comunidad, todos, no un grupo cerrado de personas que se lean y se escriban entre ellos. La Papa busca abrir el juego desde el pequeño lugar que ocupa”. 

Aunque llevaba largo tiempo rondándole en la cabeza, La Papa logró materializarse en el ciberespacio hace cuatro meses, cuando Pablo encontró un amigo, Fernando, dispuesto a financiar el proyecto. El nombre fue ocurrencia de Pablo quien no puede explicar a ciencia cierta por qué se inclinó por el nutritivo tubérculo, lo que sí sabe es que intentó escapar de los esencialismos: la papa no es de, sino en nuestra literatura. “En  Tucumán hay varias literaturas diferentes que conviven y hasta, a veces, se contradicen. Creo que no se debería decir que hay una mejor que otra, sino aceptar que hay distintas corrientes y elegir en qué corriente meterse. Creo que la literatura tucumana en todas sus expresiones goza hoy de muy buena salud, pero creo que hay un problema para que llegue a todos, es en la transmisión de la literatura donde veo el obstáculo”, explica Donzelli. Para sortear esas vallas edificadas de silencio es que ha llegado La Papa. 

El lector curioso que entre a culiyear en la web de La Papa podrá encontrarse con distintas secciones que son también distintas maneras de abordar nuestra literatura: microrelatos, reseñas de libros, ensayos y entrevistas a los autores locales son algunas de las propuestas que pronto se ampliará también a cuentos y poesías. Mucho y variado para leer es el menú literario que viene a satisfacer la gula de los lectores tucumanos. La página se actualiza todos los viernes con siete nuevas columnas, una para cada día, explica Donzelli sin ocultar su orgullo por esta criatura tan propia y tan nuestra que ha comenzado a dar sus primeros pasos. De la redacción permanente de la publicación participan seis columnistas millennials, centennials y no tanto: Mónica Cazón, Verónica Juliano, Gabriel Gómez Saavedra, Fabricio Jiménez Osorio, Priscilla Hill y  Nacho Jurao; todos referentes del hacer y el pensar la literatura de acá. Este plantel de lujo además se enriquece con los textos que aportan los columnistas invitados: “Lo más importante para mí era abarcar, en lo posible, la diversidad. Cuando hablé con los columnistas,  la propuesta era hacer una columna, de lo que quieran, siempre hablando de la literatura tucumana. Es como un diario”. 

¿Qué se propone entonces un proyecto literario tan necesario como ambicioso? Donzelli tiene a mano la respuesta: “La página sale pensando en todos los docentes de letras que desconocen todo lo que pasa con la literatura tucumana, para que tengan la posibilidad de indagar. Al lector que nos gustaría llegar es, sobre todo, a ese, los profesores de letras. La página tiene varios objetivos, a largo plazo, que quede un archivo de nuestra producción, va a quedar el registro de varios libros”. La Papa busca también ser el comienzo de algo mayor, de un efecto de contagio que se va transmitiendo de tucumano a tucumano: “Algo muy copado que pasa es que cada colaborador, al hacer la columna, está pensando la literatura tucumana. Al terminarla, sabe más y después charla con alguien. Así, la página produce cosas, produce efectos”. 

Mientras Pablo imagina a los microrelatos, cuentos y columnas publicados en la página circulando por las escuelas y colegios tucumanos, no abandona esa utopía que la literatura nunca parece haber olvidado, sea de donde sea, la de modificar la realidad, cambiar el mundo: “Es importante que el ciudadano sepa la importancia que tiene la literatura en la construcción de una sociedad”. El escritor confía en la vitalidad de nuestra literatura; esa fábrica de relatos que no se detiene a pesar de la crisis y busca su lugar en el futuro a prepotencia de trabajo, como diría el gran Roberto Arlt. Hay una clave ahí para que esas palabras lleguen a más lectores, a nuevos lectores: “Lo que hay que modificar es la comunicación de esa literatura, que llegue a todos y que la discutamos. Cuando más literatura local se lee, menos papeles se tiran en el piso, creo que es así ¿Por qué alguien tira un papel con bronca al piso? Es el espacio público y cómo lo entendemos, supongo que es porque entendemos que ese espacio fue agresivo con nosotros y le devolvemos eso. La literatura permite también empezar a cambiar eso”, dice Donzelli mientras se despide para atender el llanto de su pequeña hija Indira. No hay duda, esa es la papa: el futuro es nuestro. Está escrito.