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Bodas medievales en Tucumán: "Game of Thrones produjo este furor"

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Fernanda Pacheco es la wedding planner del casamiento de este fin de semana en Villa Nougués que marcó tendencia y sumó fanáticos dispuestos a dar el sí: “Así sí se animan a casarse”.

Joaquín y Anita, protagonistas de la boda del año. Las fotos son de Jorge Assad.





No lo transmitió HBO. Tampoco transcurrió en locaciones de Islandia, Croacia o Irlanda del Norte. No hubo dragones surcando el cielo de Villa Nougués, pero desaparecieron los huevos. Ni siquiera el escritor George R. R. Martin lo habrá imaginado cuando tuvo la primera página en blanco, pero lo cierto es que el furor por Game Of Thrones se ha instalado este año con tanta fuerza en Tucumán que lleva a sus fanáticos al altar.

Este domingo se realizó la primera boda medieval en la fantástica casona de Sir Pío Fagalde: los felices novios fueron Ana Daneri y Joaquín Nader, quienes se entregaron a las manos de Fernanda Pacheco, la wedding planner del casamiento que marcó tendencia el fin de semana y ya generó múltiples consultas entre fanáticos que no tenían pensado casarse de manera tradicional, ni siquiera casarse, pero ahora sí: con trajes, música, comidas, deco y todo lo que te haga sentir por un día como Jon Snow y Daenerys Targaryen.

“Los novios son muy atípicos: fanáticos del animé, no pensaban casarse, me contactaron en diciembre a través de un amiga que les dijo que yo organizaba fiestas y fue amor a primera vista. A través de Wow Planning queríamos darle una vuelta de tuerca, hacer una boda súper original, era un desafío, y una delgada línea entre hacerlo burdo y hacerlo bien como quedó”, le cuenta Fernanda a eltucumano.com para meterse en detalle con respecto a la organización.

“Todo estuvo contemplado: la deco, escudos, los trajes de cuero, con el escudo calado, el papá de la novia tenía el traje armado. Todo fue pensado en cada detalle: fardos de alfa, carreteles, las banderas con los escudos reales de cada familia, telas, cajones, detalles en cuero y hasta los huevos de dragón que desaparecieron sobre el final del casamiento. Los había diseñado una amiga de la pareja y no sabemos quién se los llevó”, detalla Fer.

Las alianzas de casamiento, por ejemplo, tienen una particularidad: “A primera vista los ves y parecen comunes pero están tallados como si fuera de El Señor de los Anillos. El banquete, por ejemplo, también fue temático: todas cosas que se pudieran comer con las manos como panes rellenos que cortabas y untabas, piernas de cerdos, sopas, cazuelas, todo medieval, y las bebidas se tomaban en cuernos. También desapareció el cuerno del novio”.

Fer Pacheco está asombrada con la repercusión que tuvo la boda y el celular no deja de sonarle. Ante tantas consultas, aclara: “No es una fiesta de disfraces, es una fiesta pensada desde el principio al fin. Incluye la ceremonia de las cintas que se decían con los votos, la ceremonia de las espadas, la música es medieval, la banda tocó esa música durante el civil, Los Cuervos van cantando, anunciando como juglares lo que va a suceder, todos están lookeados. Si alguien dejaba un mensaje para los novios los lacraban, todo estaba pensado como muy de la época”.

La organización de tamaño evento, asegura Pacheco, puede llevar más de seis meses: “Hay que contratar los trajes en otros lugares, Pío se encargaba del banquete, y la casa; ellas tenían contratadas muchas cosas, subimos cinco veces a Villa Nougués y todo salió a la perfección. ¿Costos? No es muy distinto a lo que cuesta una tarjeta de casamiento tradicional que van desde los 700 pesos, con barras de 15 mil pesos, pero sobre todo con un trabajo de muchísima creatividad a la hora de elegir los proveedores, la deco, no caer en ambientar los espacios con sillones de cuerina o pana. La serie de Game of Thrones produjo este furor. Hace poco se estrenó la octava temporada y coincidió con esta boda, la primera de muchas más que vendrán”.