A punta de lapicera: El impresionante homenaje para Sara Figueroa
¡QUÉ TALENTO!
El artista Sebastián Spamer dibujó a la histórica campeona de la empanada con una técnica hiperrealista.
Sebastián Spamer conoció a Sara Figueroa cuando él era un niño. “Con mi familia íbamos siempre a comprar empanadas en el local que ella tenía en la calle 24 de septiembre”, recuerda ahora, casi tres décadas después.
La vida de la campeona de la empanada dio mil vueltas, y grande fue la sorpresa cuando ambos se reencontraron en la calle, en 2017. Ella era ahora vendedora ambulante y él, un artista que caminaba apurado para entregar un cuadro. “Me sorprendió mucho verla ahí, pero más todavía que se acuerde tan bien de mí. Le conté a lo que me dedicaba, y le prometí que iba a pintarla, así que le saqué una foto”, cuenta hoy en diálogo con eltucumano.com
A poco más de un mes de su muerte, aquella promesa está cumplida, y de una manera muy especial. “La dibujé a punta de lapicera, con una técnica de tramas, que son líneas entrecruzadas que van armando la textura y los contrastes”, explica. Según el artista, no es tanta la dificultad del trabajo como la paciencia que requiere. “Cuando siento que tengo que hacerlo, me surge solo, lo dejo fluir y lo hago”, cuenta Sebastián, que está a pocas materias de graduarse en la carrera de Artes Plásticas, en la UNT.
Su último trabajo fue compartido en sus redes sociales, Facebook e Instagram, cosechando decenas de elogios de los seguidores, admirados por su talento para reflejar de una manera hiperrealista a uno de los símbolos de la tucumanidad.
La vida de la campeona de la empanada dio mil vueltas, y grande fue la sorpresa cuando ambos se reencontraron en la calle, en 2017. Ella era ahora vendedora ambulante y él, un artista que caminaba apurado para entregar un cuadro. “Me sorprendió mucho verla ahí, pero más todavía que se acuerde tan bien de mí. Le conté a lo que me dedicaba, y le prometí que iba a pintarla, así que le saqué una foto”, cuenta hoy en diálogo con eltucumano.com
A poco más de un mes de su muerte, aquella promesa está cumplida, y de una manera muy especial. “La dibujé a punta de lapicera, con una técnica de tramas, que son líneas entrecruzadas que van armando la textura y los contrastes”, explica. Según el artista, no es tanta la dificultad del trabajo como la paciencia que requiere. “Cuando siento que tengo que hacerlo, me surge solo, lo dejo fluir y lo hago”, cuenta Sebastián, que está a pocas materias de graduarse en la carrera de Artes Plásticas, en la UNT.
Su último trabajo fue compartido en sus redes sociales, Facebook e Instagram, cosechando decenas de elogios de los seguidores, admirados por su talento para reflejar de una manera hiperrealista a uno de los símbolos de la tucumanidad.
