El libro que conjuga el periodismo de calidad con la resistencia colectiva

Cuentan que cuando llegó la primera tanda de libro, los invadió una alegría profunda. No sólo por la satisfacción del trabajo bien hecho que supieron llevar adelante durante meses, sino también porque en su interior algo les decía que tener un libro entre las manos, en épocas donde la crisis se hace sentir, es de alguna manera un modo de resistir. Y es también, ¿porqué no?, un verdadero acto de amor que esta noche se hará palpable cuando la familia nucleada en torno a la Revista Tucumán Zeta se reúna, a partir de las 21.30, en el Centro Cultural Virla, donde se presentará "Aquí, adentro", el segundo libro forjado al calor de la Provincia. 

“Mientras estábamos preparando este libro con la segunda selección de crónicas sufrimos los embates de la crisis económica que afecta a toda la industria editorial: el monto que teníamos asignado para imprimir 500 libros, finalmente nos alcanzó para la primera tanda de 150”, relata el periodista Pedro Noli, uno de los fundadores Tucumán Zeta, la revista de Periodismo Narrativo que, desde el 2012, ofrece un espacio para los relatos que van más allá de la noticia y se escriben sin la premura de los relojes que mandan en las redacciones.

Los fríos números, sin embargo, no hicieron mella en el equipo que se había propuesto reeditar el éxito del primer libro publicado, allá por el 2015, bajo el título de “Crónicas de Acá”. Entonces, iniciaron una pre-venta a precio promocional a través de las redes sociales y el apoyo no tardó en hacerse sentir. De aquí y de allá, todos querían tener en sus manos la nueva selección de 16 crónicas de autores locales. 

Los mensajes comenzaron a llegar, los cronistas salieron a la búsqueda de los lectores de ese libro que aun no había llegado a la imprenta y vieron con sus propios ojos cómo se iban tejiendo hilos invisibles para que “Aquí, Adentro” llegue a los 500 ejemplares que se fijaron como objetivo. Hasta el momento, la segunda edición va marchando y la tercera está asegurada.

Creer sin ver fue el espíritu que guió esta nueva publicación de los Zetas que, tal como lo intuían sus seguidores, no defrauda. Desde el arte de tapa con el Messi de Famaillá como protagonista excluyente, pasando por la calidad de papel que dan ganas de acariciar cada dos por tres, hasta la belleza de las fotografías y la cuidada selección de los textos que invitan a un viaje hacia las entrañas de la tucumanidad.

“El título juega en dos planos: por un lado, con la intención de meternos adentro de la provincia con las temáticas que abordamos y, por otro, a la intención del periodista de adentrarse en la historia”, resume Pedro. 

Alfredo Araóz, -también integrante del staff de la revista digital junto al periodista Exequiel Svetliza y los fotógrafos Diego Aráoz y Nicolás Nuñez-, agrega que “hay historias que suceden en otras geografías, que recorren otras rutas, que trascienden las fronteras, pero que te siguen hablando de Tucumán, desde una perspectiva absolutamente humana, que ayuda a ponerse en el lugar del otro, no a la manera de un slogan, sino con herramientas para derribar muchos de los prejuicios con los que cargamos”.

 

Contar con un espacio para poder trabajar con tiempos menos urgentes y que tanto periodistas como fotógrafos puedan despuntar el vicio de contar historias con textos e imágenes fue el objetivo que se propusieron los Zetas como un regalo para la Provincia. 

“De alguna manera, en Tucumán Zeta nos encontramos con gente con la cual comulgamos. Todos estamos en la búsqueda de contar aquello que nos pasa, de profundizar los relatos. En las noticias, las pibas que mueren en un aborto clandestino son un número o las condiciones en las que viven los presos de Villa Urquiza se reducen a un adjetivo. Por eso, creo que lo más lindo es que logramos un libro profundamente humano, que no tiene ni un puto golpe bajo, que se pone a la altura de la historia. Y el lector nota que, además de un cronista, hay una persona que se puso en los zapatos del otro, que hay entrevistados que han abierto su corazón. Por eso digo que es un libro fuerte, pero que vale la pena leerlo”, destaca Alfredo.

“La crónica supone meterse en la piel de otra persona para contar su historia y el respeto por la condición ética a la hora de ejercer el periodismo, el cuidado, la conciencia sobre el daño que se puede hacer con un texto mal escrito. Por eso, anteponemos el respeto al entrevistado y al lector para adentrarnos en la humanidad que tiene cada historia: desde nuestras tristezas y nuestras podredumbres hasta la historia del histórico payaso del Circo Rodas que hace reír a los chicos o del Messi de Famaillá, que llegará hasta el Virla para la presentación”, anticipó Pedro, quien adelantó que, además, habrá achilata y sorpresas bien tucumanas para celebrar que, con crisis y todo, la Provincia sigue teniendo quién la escriba.