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Mirá la historia de los voluntarios anónimos que mantienen un menú a $25

COMPROMISO Y SOLIDARIDAD

En Santos Discépolo, todos los días abren al mediodía para ofrecer un plato de comida y un vaso de jugo por el equivalente a prácticamente un dólar. Detrás, hay trabajo ad honorem e integración: se sumaron chicos con capacidades diferentes.

En el Comedor Popular de Barrio Sur se respira solidaridad. Foto: Facebook Santos Discépolo





En abril, luego de algunos meses de vacaciones, el Comedor Popular y Estudiantil de Santos Discépolo -La Rioja 2019- reabrió con su menú de mediodía a 25 pesos. Hace algunos días, desde la cuenta de Facebook del bar reflexionaban que el mismo cuesta apenas un dólar. Ahora, en un video de otra institución revelaron algunas de las caras que trabajan para que esta obra sea posible.


En la cuenta de Facebook de Casa Grande, un centro de día educativo y terapéutico comprometido con la inclusión y la autosuperación, a donde asisten personas con capacidades diferentes, compartieron un clip que muestra cómo participan jóvenes que asisten al centro que lleva 25 años de trabajo en la provincia.


"Continuamos como voluntarios en el Comedor Popular 'Santos Discépolos' trabajando desde la solidaridad y la inclusión, para estimular intereses relacionados al autovalimiento.
'Todos somos responsables del mundo que vivimos, hagámonos cargo y cambiémoslo'. Casa Grande, Nuestro Punto de Encuentro", indica el texto que acompaña el video que esconde una historia emocionante de solidaridad.


"Este es un comedor en donde se brinda un plato a precio de costo la idea del comedor es que no se lucre con la comida sino que la gente pueda venir a disfrutar un plato pan y jugo por ese precio", señala uno de los protagonistas del clip.


En las imágenes, se lee una placa que además explica que: "Trabajando desde la solidaridad y la inclusión con el objetivo de estimular intereses relacionados al autovalimiento".

Casa Grande contiene a jóvenes con capacidades diferentes. Ellos llegan al bar con mucha predisposición y determinan qué se puede hacer ese día; generalmente, cosas de cocina. "Uno aprende de ellos y ellos de nosotros", expresó uno de los chicos de Santos Discépolo.


Sobre el final, uno de los chicos que asiste a Casa Grande resume por qué van a ayudar a que sea posible acceder a un menú por 25 pesos. "Nos sentimos orgullosos de prestar un servicio a la comunidad. Muchas gracias", cerró.