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Seis hombres duermen tranquilos

Opinión

La comunicadora Ana Vazquez analiza las repercusiones que generó la sentencia del caso Lucía Pérez en el movimiento de mujeres.


Hoy seis hombres duermen tranquilos. Aldo Daniel Carnevale, Juan Facundo Gómez Urso y Pablo Javier Viñas. Matías Gabriel Farías, Juan Pablo Offidani y Alejandro Alberto Maciel. Los tres primeros, jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Mar del Plata, sueldos de seis cifras, protegida su investidura por la Constitución Nacional. Los tres últimos, acusados de vender drogas, violar y matar a una adolescente, Lucía Pérez Montero, y luego encubrir lo que sucedió ese 8 de octubre de 2016.

Recién el 26 de noviembre de este año se conoció la sentencia. Son 66 páginas que te anudan la garganta. Lucía tenía 16 años, estudiaba mucho, su familia y compañerxs la querían. Cómo era ella -lo sabemos- no tiene nada que ver, porque fue la víctima y no es a las víctimas a quienes se juzga en un proceso penal. Sin embargo, a lo largo de esas fojas se habla más del comportamiento de Lucía que el de Farías, Offidani y Maciel

Que era buena, aunque no tan buena porque se drogaba. Pero no se drogaba tanto como para que lo notaran en su casa o para tener sexo a cambio de marihuana. Era menor, tenía una vida normal y “salud excelente”, pero ya había mantenido relaciones sexuales con tipos de hasta 29 años (la prueba de esto consistía solamente en un chat de whatsapp de Lucía con una amiga).

Intento dejar de lado la indignación que todxs compartimos y seguir el hilo argumentativo de la sentencia. Supongamos que fue una aberrante equivocación de la fiscal María Isabel Sánchez afirmar que Lucía murió luego de haber sido empalada de manera inhumana y que su cuerpo fue lavado antes de entrar a la guardia. ¿También tenemos que dar como válida la “razón” de que por haber comprado facturas, una Cindor y cigarrillos, Farías no tenía intención de abusar de Lucía? ¿Que Lucía consintió la totalidad del encuentro por haberle mandado un mensaje a Farías preguntándole si la pasaba a buscar? 

Los informes de los peritos médicos consignados en el texto son otra fuente inagotable de frustración. Hubo varios datos que no se tomaron por un “error lamentable” (sic). Las lesiones constatadas en el cuerpo de Lucía podían ser resultado de una relación brusca pero consentida; a la vez, aclaran que no todas las violaciones provocan heridas ya que pueden haber sido perpetradas bajo amenazas. No estaba inconsciente porque sus músculos se resistieron, entonces se resistió y no hubo abuso. Tampoco se privaron de mencionar detalles íntimos que no tenían que ver con el hecho juzgado en particular.

Carnevale, Gómez Urso y Viñas decidieron que Lucía era fuerte, que Lucía provocó, que Lucía ya tenía experiencia, que de ninguna manera un hombre de 23 años puede ejercer dominio en una chica de 16 (y menos si tiene el decoro de llevar una chocolatada). Dijeron, acerca de la violencia de género, que: “esa desigualdad entre hombre y mujer, esa asimetría en la relación de poder, no se hallan en este caso. Acá no ha existido ni violencia física, psicológica, subordinación ni humillación ni mucho menos cosificación”. La sentencia: Farías y Offidani, condenados por venta de estupefacientes; Maciel, absuelto; Lucía, culpable de su propia muerte.

Todos los días nos toca discutir con personas que dicen que el machismo no existe, que es un invento y que somos unxs exageradxs. No entienden que la Justicia tiene la forma que le da el patriarcado, que su burla y su negación constantes son parte de esa violencia incuantificable que nos somete.

Calladas nunca más. El 27 de noviembre salimos a exigir verdadera Justicia para Lucía. Y este próximo miércoles 5 de diciembre nos convoca un Paro Plurinacional de Mujeres y Disidencias, que lleva como bandera la frase: "Si nuestros cuerpos no cuentan, produzcan sin nosotras".

Hoy seis hombres duermen tranquilos. Carnevale, Gómez Urso, Viñas, Farías, Offidani, Maciel. Duermen tranquilos mientras en las calles se sabe, se rumorea, se grita, que algún día el miedo va a cambiar de lado.


Mini Bio Ana Vazquez: Interesada en el ir y venir de las personas. Esclava de dos gatos. Fascinada con el feminismo. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Todavía viendo hacia dónde va.