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Los que defienden también festejan y San Martín grita cada día más por el ascenso

ANÁLISIS

Bancan los trapos cuando las papas queman y les sobra aguante para pasar al ataque. Así protagonizaron la fiesta que el Santo armó en Tandil. Claves de un equipo que no para de crecer, se cortó solo en la cima y siempre va para adelante. VIDEO

Los 11 jugadores que trajeron un triunfazo esta noche de Tandil. Foto CASM Oficial.





Esta noche no tocó Pier, pero cerró el show sobándole el hombro a Mariano González, como diciéndole andá, hoy no, vos tampoco, y que pase el sigue. Fue Barrios el encargado de marcar el camino de los defensores al poder. Lo hizo hace un par de fechas contra Flandria pasando al ataque, dándole mecha, aplicándole bomba.

Emiliano Amor, el defensor que llegó para cerrar la grieta del fondo, le puso música la semana pasada, cerró en modo baile la tarde contra Gimnasia. Unas fechas previas ya habían merodeado el área ajena Luciatti y Diarte, pero fue esta noche de Tandil donde los que defienden, los que bancan los trapos, los que terminan más sucios que todos y no me hagás esa cara, Dante, son ellos los que se han complotado esta noche para poner su firma.

Más Amor, por favor, se pedía hace unos días: y Emiliano se quedó ahí arriba, cuando podría haber regresado a su área sin premio, pero no: el hombre cree, como vos, vos y vos también, creyó en el enorme Castro haciendo la mejor jugada personal del campeonato, desparramando a cual rival para meterle centro y que aparezca él.

Luciatti, compañero de zaga, luchador greco romano en otra vida, deja la piel en cada batalla: es sin lugar a dudas el jugador más importante de San Martín a esta altura del campeonato, ya había vuelto puteando al cielo un par de veces, pero no esta vez: gloria a Abel en las alturas y en la tierra paz a los hombres, un 2 a 0 que mereció el festejo con baile incluido de los defensores, esos pequeños síntomas trasladados a la era del festejo que son un bálsamo de alegría para los hinchas que lo ven en cuotas por la vergonzosa transmisión de TyC Play.

Claro que enoja y dan ganas de reventar el plasma, pero es un sentimiento que se te va yendo cuando ves cómo juega San Martín en todos lados: cómo reaparece el mejor San Martín, cómo la rompe Gonzalo Rodríguez arriba, cómo Mosca y Castro vuelven a su mejor versión, cómo Bellone se anima y dispara, cómo San Mercier se acomoda en el juego, y sobre todo cuando ves cómo el fondo es una garantía de seguridad pocas veces vista en los últimos años.

Ni siquiera la salida de Luciatti, el ingreso de Moreira ni el descuento de Mariano González hizo temblar al fondo que se acomodó de nuevo, se adelantó, desgastó al rival y tuvo en Lucas Diarte resumido al que no se cansa, al que pasa al ataque, al que va al frente, el que no se conforma con mantener la ventaja mínima y va por más, y tiene aire, y aparece como el delantero que fue de chico.

Es Lucas Diarte quien sabe como nadie cuánto hay que pelearla para disfrutar de este momento, el que tiene una pequeña hija que cumple un año esta noche, entonces vaya para ella este gol del papá, y para todos los Cirujas embalados como nunca con un equipo que no para de ganar, que va a terminar el año puntero, que como cantan en el colectivo de regreso: “que salen a ganar, quieren salir campeón, que lo llevan adentro, como lo llevo yo”.


Pd: el próximo domingo, función cierre de año en Ciudadela ante Instituto. No te la vas a querer por nada del mundo.