Te llevo en la piel: San Martín y los tatuajes de una pasión inmortal

Ciudadela, Ciudadela, yo te llevo grabado muy dentro de mi pecho, y en mi corazón. O en las venas, papá, aquí, mirá, acompañando cada latido, cada salto que pega este corazón Ciruja cuando llega el domingo ¡y juegue San Martín!

Ponga huevo y vaya al frente, deje la piel en cada pelota como estos que están todos locos, miralos: llega el día, se ponen la casaca, la segunda piel, pero nada alcanza para expresar tanto amor y cuando sobra un billete, subime el volumen y mandale tinta china y haceme el escudo del Santo bien piola, loco, ponele unas alas o unas lenguas de fuego si querés, pero sombreale el CASM y que se note bien en el escudo, y ahora dale más brillo a la estrella, la única que brilla en todo el norte.

Antes de que me vaya a la cancha este domingo también ponele una frase que diga Santo Mi Dios, ponelo al lado del rostro de mi viejo que ya no está y desde el cielo ahora nos mira la panza llena de choripán y cerveza que dice: "No vengo por el fútbol ni por el resultado, vengo porque te amo". 

O en la espalda La Matienzo Siempre Carnaval, y tampoco te olvidés del templo con las tribunas rojas y blancas. Espalda, pantorrilla, brazo, antebrazo, cuello, pecho y corazón donde haya un espacio de piel, ahí también estará San Martín. Nos vemos este domingo. En el lugar de siempre, en el mundo este es tu lugar Ciudadela barrio popular.