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"Con mi hijo, no": la señorita del jardín festejó por Atlético y lo sufrió un niño de San Martín

HISTORIAS DE ACÁ

Santi tiene 4 años y como todas las mañanas asiste al jardín municipal Querubines. Hoy protagonizó un video que se viralizó en los celulares y Matías Moyano, el papá del pequeño, relata cómo lo vivió. VIDEO

Santi, el niño que pasó un mal momento esta mañana en el jardín. Tiene 4 años.





La escena transcurre en la salita naranja del jardín Municipal Querubines. La señorita está sentada frente a un grupo de 16 alumnitos de 4 años. Enciende el celular y pide: “¡Un aplauso fuerte para Atlético!” Los niños y las niñas aplauden. Algunos gritan: “¡Bravo! ¡Aguante el Deca!”. Todos aplauden menos uno. La señorita centra la toma de su filmación con el celular en él, en Santiago, vestido con una campera roja a diferencia de sus compañeros con delantales azules.

Santiago no aplaude y está cabizbajo. Entonces la señorita insiste: “Santiago, ¿vos no pensás aplaudir? Santi, ¿vos sos de River, Santi?” Con la voz bajita, Santi balbucea: “De San Martín”. La maestra insiste: “¿De San Martín y de River?”. Y Santiago, sin levantar la mirada, responde: “De San Martín”. Sin dejar de filmarlo, la maestra le pregunta: “¿Pero a vos no te gustaría aplaudir por Atlético?” Santiago juega con sus manos sin dar respuestas. “Santi, mirame”, le pide la maestra por última vez. Sin respuestas, vuelve a hablarles a los alumnos: “¡Bueno, a ver, otro aplauso para Atlético!”

El video se viralizó rápidamente este mediodía, el día después de la clasificación de Atlético a las semifinales de la Copa de la Superliga, tras eliminar a River en el marcador global. Esta mañana, listo para soportar alguna chicana de algún vecino de la calle Necochea, a seis cuadras de donde queda el jardín de Santiago, Matías Moyano se despedía de su hijo y en moto encaraba para el complejo Natalio Mirkin, donde trabaja como maestranza. A las 9, Noelia, la mamá de Santi, lo dejaba en el jardín. Luego iba a buscarlo al niño como todos los días y lo llevaría a la casa de la abuela en Villa Amalia. Hasta aquí, todo normal. La mañana cambió cuando empezaron a sonar los celulares del papá y la mamá de Santi: “Estaba trabajando en el club cuando a un compañero le llega el video y me lo muestra. Me dice: ‘Mirá lo que le ha hecho la maestra a Santi’. En ese momento vi a mi hijo cómo se puso y me dieron ganas de llorar, loco. Sentí una impotencia tremenda”.

Paralelamente, a la mamá de Santiago le llega el video por otro lado: “Un amigo de una amiga mía, un chico de Alderetes, le pasa el video. Viene y me dice: ‘¿No es Santi?’. Era él”, relata Noelia, quien conocía a la señorita del video y jura: “Nunca me imaginé que pudieran burlarse así de un chico”. Y el papá agrega: “Uno no deja a su hijo en cualquier lado. Nos habían dado buenas referencias del jardín. Cuando vi el video, lo primero que hice fue agarrar la moto e irme al jardín a ver qué había pasado. Pero no pudimos hablar con nadie. De ahí me fui a ver cómo estaba Santi: ha quedado medio mal, no nos quería contar qué había pasado. Cuando le preguntamos cómo le había ido nos dice: ‘Habíamos pintado y después nos pidió la señorita que aplaudiéramos a Atlético y yo no quería pero ella me pedía de nuevo’. Todos saben que mi hijo es fanático: a veces va con la camiseta debajo del delantal, cuando la señorita le pregunta qué hicieron el fin de semana, él le cuenta que fue a la cancha conmigo o que vimos el partido por la tele. Tiene 4 añitos, pero es fanático”.

El fanatismo de Santi por San Martín está marcado a fuego por la familia Moyano. Su padrino, Sebastián, lo sigue a todos lados y diseña y pinta banderas que cuelgan en Ciudadela. “Desde que nació lo llevo a la cancha. Vamos a la platea, a veces a la Pellegrini, también al codo. Se vuelve loco cuando cantan los hinchas. Una vez me señalaba los bombos, quería ir a tocar las canciones. Por eso me parece que algunas personas no se dan cuenta de las cosas que hacen. Entre adultos podemos soportar una cargada, el folklore, lo que sea. Pero hacer sentir mal a un niño por un partido de fútbol, no. ¿Qué hacía la señorita con el celular encendido? Los niños van para aprender, no a ser filmados por un adulto”.

Desde la Secretaría de Educación se comunicaron con la familia del pequeño. Le indicaron que la maestra por el momento fue apartada y mañana jueves habrá una reunión con las autoridades: “Estudiamos hacer una denuncia por grooming y exposición a los niños. A Santi le gustaba ir al jardincito, pero tenemos que ver qué nos dicen en la reunión con las autoridades. Nadie quiere ver que un adulto se burle de su hijo, lo haga sentir mal. Por suerte ahora se puso a hacer la tarea: está pintando, haciendo banderas, la camiseta. Es un niño y tiene mucho para aprender. La maestra del video, también”.  

"Es gravísimo que un docente filme a un menor en el marco de una clase y arme un escenario montado para la burla. Para que la broma funcione debe existir la igualdad de poderes y en este caso, entre docente y alumno, esos poderes están bien distanciados. En el video se percibe una situación asimétrica. El lenguaje corporal del niño es claro: se nota que no la está pasando bien. Para hablar de acoso debe darse una sucesión de hechos que en este caso no sabemos si existe. En el área de Educación hay protocolos para prevenir estas situaciones. Lo importante es desnaturalizar este tipo de situaciones. Y que quede en claro: el que se ríe también es parte de la burla". (Gonzalo Alonso, psicólogo especializado en neurociencia e integrante del gabinete pedagógico de un colegio privado en Tucumán)