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Acevedo, el único héroe en este lío

ANÁLISIS

Lucas volvió a ser el salvador, el que empujó, el que la corajeó y el que puso el empate en medio de otra discreta actuación del equipo de Caruso.

Foto: Prensa San Martín.





Fundan las llaves para la estatua de bronce. Vendan lo que tengan detrás del cuadro del clásico. Averigüen dónde vive y acampen. Inundenle el celular a mensajes. Hagan lo que tengan que hacer pero no lo dejen ir. Ha declarado que tiene la cabeza aquí, en Ciudadela. Pero no permitan que se vaya. 

Que se vayan todos si quieren menos él, Lucas Acevedo, glorioso en las alturas, tan terrenal que duele, que raspa, quedate a vivir, un año más, hasta el próximo ascenso. Y después sí, adonde quieras ir, en los hombros te llevamos. Aunque parece que no planea irse, ya que señaló, al término del encuentro, que agradece el cariño de la gente, y recalcó: “No me voy a ningún lado, todavía tengo contrato por un año”. 


San Martín es una repetición de las limitaciones conocidas por todos menos por aquel lejano segundo tiempo contra Atlético. Llega, intenta, desborda. A veces, solo a veces, acierta. Pero le cuesta muchísimo. Domina pero no puede. Viola sale y entra Lucas González. ¿Se acordaban de Viola? Jugó el primer tiempo pero nunca nadie jamás pisa el área.  Y así es un calvario.


En el fondo, después del gol de Unión, Lucas "Quedate a Vivir" Acevedo salva las papas en estas noches de hambruna. Él, Caco y Droopy "Soltala Una Vez Por El Amor de Dios" Gómez. Y dejá de contar. Porque Gonzalo le rompe el travesaño. Y así se pasa la vida. Así continúa este semestre interminable.

Con Bieler en Ecuador, con Pons en camilla, con Viola en los recuerdos, con Paqui Costa en la añoranza y con Gonzalo por afuera, quedate a vivir Lucas, un tiempo más, lo que vos quieras, pero todavía no te vayas. Vos no.